and I say

wake up and be ~

jueves, 30 de diciembre de 2010

diario de un alma nº8

“Es cierto que trato a mi pobre corazón como a un niño enfermo: le consiento cuanto deseo tenga. No se lo cuentes a nadie, hay gente que lo tomaría a mal”
Las penas del joven Werther de Johann Wolfgang Von Goethe

Hay muchas cosas que jamás comprendí bien del amor. La más puntual es la que habla de él en medidas. Lo que yo no entiendo, es cómo se puede medir el amor. ¿Es acaso que el sentimiento sublime que palpita en mi corazón tiene una masa y cuerpo determinado? Ha de ser una especie de recipiente, mide tanto de alto, ancho, profundidad, con un volumen. Entran unos tantos centímetros cúbicos de amor allí dentro.

Supongamos entonces que tengo un medidor en mi interior, que va calculando el amor que siento por una persona, por el mundo, por el arte, por cada cosa que me produce dicho sentimiento. Y medimos, y me mido. Ir despacio, ir rápido, hacer las cosas bien, sin apurarse, a un buen ritmo, como una maratón; el que va tranquilo llega sin problemas a la meta.

Todo esto parece tener una cierta lógica que me parece muy lógica pero que me parece naturalmente incoherente. A mí me es imposible medir mi amor o medirme a mí misma en su entrega. Supongo que quizás mi medidor vino fallado, mal de fábrica. Yo no sé cuánto mide mi amor, y quizás por eso me parece que no tiene medida, ni peso, ni alto, ni ancho, ni forma, ni volumen.

¿Por qué tengo que medirme en un sentimiento que no tiene medida? Y la pregunta que más me viene a la cabeza ¿Cómo puedo medirlo si yo no le encuentro ni el alto, ni el ancho, forma, peso, volumen, medida, profundidad?

Una vez leí en uno de mis libros favoritos, que los sentimientos y emociones es todo lo que tenemos y por eso mismo tenemos que atesorarlos y aceptarlos. Bueno, quizás por eso se lo calcula, se lo va midiendo. No sea cosa que se entregue amor de más y se quede uno sin reserva, para después. Cómo si el amor viniera calculado desde que nacemos, tenemos tanto amor para dar en este mundo, y hay que racionalizarlo para que alcance hasta el día de nuestra muerte.

Nunca fui la clase de persona que se cree omnipresente, realmente inteligente, que la tiene re clara y mucho menos, que siempre tiene la razón. Siempre que expongo lo que pienso o siento, sé que puedo estar “equivocada”. Pero en todo caso ¿qué es estar equivocada? ¿hay acaso forma de hacer lo correcto o incorrecto en casos como estos?

Hay ciertos conceptos que son un martirio para la raza humana. Siempre estar pensando en el deber, en que está bien o mal, qué es correcto o incorrecto, siempre midiéndonos, siempre poniéndonos en una balanza para saber de qué extremo estamos más cerca.

Es difícil definir a una persona y es difícil ponerla en una balanza; por eso mismo es tan difícil juzgar a una persona, pero todos lo hacemos. Cómo si uno conociera realmente todo lo que es ese ser humano para poder emitir un juicio hacia él, como si fuésemos objetivos, como si pudiéramos decir “esto es así”, “esto es asá”, “así son las cosas”; pero qué egoístas y egocéntricos se puede puede llegar a ser.

Es fácil abrir la boca para hablar de lo que se desconoce, es fácil juzgar lo que se desconoce, es fácil hablar del amor por bocas ajenas, y repetir y repetir. Repetir una y otra vez lo que otros han dicho, lo que está aceptado, pre-establecido, es fácil seguir la corriente de una sociedad y humanidad que siguió adelante presionada supuestamente por el tiempo, sin detenerse quizás a preguntarse “¿qué estamos haciendo?”. El juicio de un grupo de personas se repite constantemente, hasta que alguien lo contradice, se producen peleas, violencia, desacuerdos, y así es como habitualmente nacieron las guerras.

No sé en qué momento se determinó que las cosas son de una única y determinada manera. O somos capitalistas o somos comunistas, o somos utópicos o somos realistas. O en qué momento surgió el odio y el rencor, el por qué, la razón, por la que no se puede convivir con diferentes ideas. Porque si no pensas como la mayoría, sos raro o revolucionario. Las pelotas, pensar y sentir por uno mismo no te hace más que quién sos, lo que adjunten los demás sobre vos depende de su percepción sobre vos, de su juicio, de su balanza. Y a mí esa balanza me importa tan poco.

Yo siempre confié y me guié por lo que siento; no sé si tiene medida, ni me interesa, aunque si he de definir el amor, lo defino como un sentimiento sublime que es inconmensurable. Muchas veces choque y he de chocar con las paredes de una sociedad, de una humanidad, de personas que han de decirme que estoy mal, que no es así, que no se puede, que soy una idealista, rara, loca, una persona que busca llamar la atención a través de la contraposición a la idea general, etc, etc, etc, etc. A veces me pregunto ¿no se cansan de gastar su tiempo conmigo?

Y si comienzo con la tan maravillosa frase de Goethe, fue porque cuando la leí, la sentí tan dentro mío, y me llegó tanto. “Hay gente que lo tomaría a mal” es increíble que después de 237 años, estas cosas sigan pasando. Y no sé si es tan increíble, sino triste.

jueves, 23 de diciembre de 2010

castaños ojos ~


Cada vez que estoy en el bondi, viajando, agotada y abrumada, se me viene la imagen de tus ojos castaños, tu triste y profunda mirada. En esos momentos, mi mente es una maraña de palabras, inventadas, sueltas, frases dichas, encontradas, oraciones sin sentido, letras mayúsculas y números al revés. Como relámpagos, se propagan imágenes del pasado, de la historia que quise borrar y no pude, de los recuerdos felices, los tristes y aquellos que ignoraba aún tenía; un haz de luz revolotea amorfo, dándome un mensaje escondido, enterrado, aparentemente olvidado que regresa una y otra vez. ¿Qué queres de mí? Es una pregunta tan absurda. Ponerme en tercera persona siempre me ayudo a poder hablarme a mí misma como a una enemiga, como a una figura desfigurada a la cuál le recrimino indiscriminadamente todo lo que me pasa, lo que siento, todo lo que duele. Y es que, al fin y al cabo, no puedo culpar a nadie más que a mí misma por lo que hoy me acontece. Hace frío y me duelen los dedos. Escucho Hello Good-bye de los Beatles y ese tema me gusta mucho, pero necesito otra cosa. Quiero Akira Yamaoka, algo bien oscuro y melancólico que vaya más con cómo me siento. No veo la hora de llegar a casa, poder recostarme en la cama y olvidarme del mundo entero por unas horas. Me gusta tanto dormir, y no sé si me gusta dormir porque me gusta dormir, porque es lindo o simplemente porque me ayuda a escapar. No soy la clase de persona que huya o escape, pero a veces necesito, necesito respirar muy hondo y que nadie me mire, que nadie me mire derrumbarme lentamente. Y me pudro, siento como me pudro por dentro y como me deshago. Todo eso que no me sirve, que duele. Me pudro y lo dejo ir, lo dejo resbalar por mí hasta un abismo infinito. Es un proceso intenso pero tan necesario, y cuánto lo necesito ahora. Las luces y las personas pasan por la ventanilla, y siento que danzan para mí. Siento tu sonrisa cerca de mío y no puedo evitar sonreír también. Tu dulzura me acaricia desde adentro, y un tibio regocijo me atrapa. El cielo se ve eterno y resplandeciente, aunque es de noche. Siempre me gustó más la noche, porque me gusta contar estrellas, porque me recuerda a vos, porque es cuando solemos tener largas y tendidas charlas con el señor cielo, e incluso a veces las estrellas acotan algo. Y cada vez que siento ganas de retirarme, de irme y no volver, de hundirme para siempre en mi eterno estanque y ahogarme en todo ese azul marino, de desprenderme y desaparecer en una corriente de aire; cada vez que siento ganas de rendirme, recuerdo tus ojos castaños, tu triste y profunda mirada. Y por alguna razón que no sé explicar muy bien, sonrío y me siento tan, pero tan fuerte, que podría tomar el sol con la mano sin quemarme. Tu luz me atraviesa y me recuerda que yo también puedo brillar.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Cuenta cuentos nº4: Testimonio Oficial de Lourdes Monte Negro

El presente documento representa estrictamente la declaración de Lourdes Monte Negro, presidenta del consejo vecinal, al pasado conflicto del Jueves 06 de Mayo del 2010, entre el verdulero Omar Velloso y Mirta Avellaneda.

Podría empezar acotándome solamente al hecho, pero cómo no sé si usted, conoce el contexto, debo empezar con una breve introducción.

El barrio está habitado por familias decentes y responsables, pero es sabido que desde la crisis del 2001, los delincuentes y personas indeseables con intenciones desagradables y dañinas hacia los terceros, se han esparcido como cucarachas luego de recibir medio frasco de Raid. Pasados nueve años desde entonces, podemos decir que algunos de estos individuos, se han asentado de forma creciente y permanente, en nuestro digno barrio. Está de más decir, que aunque el gobierno mantenga inescrupulosamente a estos vagos sin remedio que nos contaminan el aire; dichos sujetos emprenden negocios insalubres y económicos, y se prestan a la llamada “changuita”.

El señor, si se le puede decir señor, Omar Velloso, es un perfecto ejemplo de lo que yo a ustedes, les estoy relatando. Si lo vieran, con ese cabello grasoso, la ropa mugrienta, cual harapienta vestimenta de linyera, la barba crecida, sus tatuajes carceleros, y el delantal blanco, muy lejos de ser blanco; me entenderían. Dicho sujeto, es uno de los bandidos que tienen su “propio” negocio; es “propietario” de un antro al que llaman verdulería. Fue en ese antro vulgar en dónde se concibió el hecho que nos incumbe.

Erase un Jueves hacia el mediodía, digamos pasadas las 12 pero sin llegar a las 13:30 hs. que Mirta estaba comprando en la verdulería de don Omar con apuro. La situación es clara, Mirta estaba cocinando algo, asumo que puchero, y notó alarmada el faltante de la tan amada e importante papa. El problema converge no en la compra del producto de dudosa procedencia, sino en el pago en efectivo del mismo. Como no podía ser de otra forma, tratándose de un bruto como él, Omar tenía la papa a $5,50. Y sabiendo la escases de monedas, en vez de dejarla a 5 o a 6, redondo y sin joder a nadie ¡NO! A $5,50; estas situaciones me son indignantes y sé que usted me entiende, todos deberían entenderme. Mirta estaba apurada, y a penas entregada la bolsa de plástico con el kilo de papa, le dio a Omar un billete de $5 y una resplandeciente moneda de $0,50, y cuando quiso salir apurada porque seguro su deliciosa comida peligraba; la moneda se deslizó por la mano de Omar, cayó y rodó hasta la alcantarilla, perdiéndose en un mundo subterráneo y desconocido. Omar exclamó con un grito y Mirta se dio vuelta asustada; Omar empezó a hablar en lenguas que me parecieron desconocidas o quizás balbuceando más de lo habitual (es impresionante como esta gente no sabe hablar como Dios manda), pero lo que sí quedaba clarísimo y se entendía de su discurso, era que Mirta debía darle $0,50 ya que era su culpa que estos cayesen y se perdieran. Mirta es una mujer dulce y amable, se encogió de hombros y hasta pareció empequeñecer ante los gritos del hostigador verdulero, pero cuando este se mostró tan interesado por del dinero, por unos míseros $0,50, y grito tanto como para que a una cuadra todos se dieran vuelta a ver el espectáculo, pegó un grito y dijo: - metete los $0,50 por dónde te entren, mal educado – fuéndose apurada.

Desde entonces, Mirta no volvió a comprarle a don Omar, yo que a veces lo hacía en emergencia, también deje de hacerlo. El problema es que el sujeto en cuestión esparció rumores sobre Mirta por resentido. He aquí donde entra mi labor como presidenta del consejo vecinal, como ciudadano responsable y digno de nuestro país y como una mujer de altura que soy; aquí les aclaro que si alguna vez oyen hablar a don Omar o escuchan rumores sobre la señora Mirta Avellaneda, no los crean. Yo observé todo el acontecimiento desde la vereda de enfrente, mientras hablaba con Mónica sobre el próximo campeonato de escoba del quince del club de jubilados. ¿Qué harían ustedes? ¿Dejarían que se manche impunemente la reputación de una mujer responsable que no tiene porqué tolerar la mala eficacia y educación de un verdulero mediocre? Pues yo no puedo permitirlo, y por eso en este documento dejo en claro la situación. Y no es sólo eso, porque de esta forma aporto yo, desde mi lugar, mi granito de arena para hacer un país más noble y justo.

Cuenta cuentos nº3: No sé en qué momento

Siempre que mi hermano y yo jugábamos a los superhéroes me obligaba a hacer de malo. Alguien tiene que hacer de malo- así comenzó su discurso, que giro reiteradamente en lo mismo, con muchas palabras, silencios. Todo estaba implícito, sin duda fue indirecto pero no sutil. Y mientras observaba el espectáculo que encarnaba, pensaba si realmente hacía falta semejante circo para decirme que ya no quería estar conmigo; o quizás, quiero estar más con la otra que con vos, no lo sé.

Luego de un abrazo de consuelo, que en realidad no fue más que un acto de benevolencia mía para ayudarlo a eliminar la culpa que él sentía, se fue y no volví a verlo. Estas cosas pasan, bastante seguido; puedo apostar a que pasan al menos una vez al día, aunque deben ser miles. Tenía 24 años, era la primera vez que un hombre se dignaba a dejarme; solía ser yo quien cortaba la relación cuando me aburría de la misma monótona rutina. Si he de ser sincera, jamás me enamore, ni realmente quise a mis parejas. Ahora que lo pienso, sólo tuve parejas por tenerlas, por decir “mi novio blah blah blah”, porque era divertido, entretenido, porque era agradable en cierto punto, pero tarde o temprano ya no lo era.

Mes y medio desde ese episodio, ya estaba saliendo con otra persona; Juan es un vecino del barrio al que me mude hace poco. Con Juan era un poco diferente a las otras veces, no había tanta rutina ni monotonía, compartíamos muchos intereses e incluso algunas veces sentí latir fuerte mi corazón cuando estaba cerca suyo. Él no era como cualquier chico, era especial, diferente y todas esas cosas que una puede decir cuando sabe y siente que encontró a alguien que supera el común denominador corriente de la persona promedio, y se siente dichosa de ser parte de su vida, conocerlo, etc. Juan fue al primer novio al cual le dije que lo amaba sin mentir, o eso creía en ese momento.

Los años pasan, y los pensamientos se vuelven filosóficos, uno empieza a pensar si realmente quiere lo que quiere, que el tiempo se nos escapa, que ya hay que ir asentando cabeza, que necesitas alguien decente al lado tuyo, hay que asegurarse un futuro, el amor no existe, sólo existe el sexo y la conveniencia económica-social; de esos pensamientos, hay demasiados y se pueden encontrar en cualquier lado. Yo no era el tipo de persona que solía pensar en cosas como esas, pero cuando todo el mundo lo piensa, lo repite, te lo aconseja, llega un momento donde te crees la peor mentira como la verdad más verdadera. Me pregunto cuando empecé a ser influenciable, o es que realmente el tiempo, los años y el futuro me daban miedo o me generaban cierto trauma; nunca quise saber qué era.

Juan era de esas personas especiales, diferentes, de las que una se siente dichosa de ser parte de su vida; pero algo que no era, era un buen partido. Sí, Juan era una buena persona, pero su empleo como pintor le daba bastante irregularidad en su entrada de dinero y cuando comenzamos a vivir juntos, yo tenía que ocuparme de gran parte de los gastos. Es verdad, Juan a veces cocinaba y era rico, y también tenía de esos pequeños gestos que te esbozan sonrisas. Todos me dijeron que lo deje, que él era un mantenido y que yo me hacía cargo de él como si fuera mi hijo; a mí no me molestaba. Pero no sé en qué momento fue, que entre comentario y comentario, esa tal dignidad que se supone estaba perdiendo y ese orgullo que debía sentirse herido, comenzaron a hacerlo.

Siempre que mi hermano y yo jugábamos a los superhéroes me obligaba a hacer de mala. Alguien tiene que hacer de mala – le dije a Juan, comenzando mi discurso, no sabía cómo decírselo; él sabía que no tengo hermanos.

Después de una hora, Juan me dio un abrazo y se fue; nunca más volví a verlo. Ese abrazo que yo pensaba era de consuelo, fue el puñal más profundo que hubieran de clavarme alguna vez. Y no sé en qué momento fue, que empecé a escuchar a la gente; desde ese día, deje de hacerlo.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Cuenta cuentos nº2: El curioso caso del señor Faraday

Federico se caracterizó siempre por su curiosidad hacia lo desconocido, o en su defecto, profundización de lo ya conocido y establecido en su vida. Su madre, Emilce, le daba el espacio y aprobación para sus experimentos, para no tener que lidiar con esos típicos problemas que debe atravesar una madre que educa a su hijo. Emilce, aplicaba honradamente el dicho “ojos que no ven, corazón que no siente”. De esa forma, ignorando las hazañas de Federico, aunque a veces, realmente debía esforzarse bastante para hacerlo, pretendía tener una buena relación, sin conflictos, de las cual presumía con sus amigas cuando ellas se quejasen de sus problemas maternales.

Gran parte de la curiosidad de Federico fue heredada de su padre, Jerónimo, a quién lo presumen muerto desde que desapareció en una investigación en la selva amazónica. Federico no sólo cree que está vivo, sino que tiene la ferviente hipótesis, aunque él dice que es una certeza, de que se disfraza para estar cerca suyo y no vuelve a casa porque no soportaba que su esposa no lavase los platos de la cena en la noche, sino hasta la mañana siguiente.

Así es como Federico realiza un monitoreo exhaustivo todas las tardes, después del colegio, desde su ventana, al barrio, esperando encontrar a su padre. Ya hubo varias quejas de vecinos al respecto, tras sentirse observados por el joven y sus binoculares. Emilce, lo niega a toda costa, y justifica dichos reproches con la paranoia en la que vive la sociedad de hoy.

Cómo era de esperarse, la llegada de un nuevo vecino, alteró a Federico, quién dobló sus observaciones al recién llegado incluso en la noche antes de dormir. En su cuaderno, donde lleva el seguimiento de la vecindad, tenía varias páginas dedicadas exclusivamente a este extravagante hombre, al cual le costaba seguirle paso.

Hasta ahora, Federico sólo tiene el dato de que es un hombre mayor de cuarenta años, que no pasa casi tiempo en su casa, vuelve a las 23 hs. y saca a las 23:15 hs. una bolsa de basura de tamaño considerable. Por la tarde, una señora se encarga de la limpieza, de las 16:30 a las 18 hs. Federico está más que extrañado y excitado por estos hechos. Incluso, una noche intentó hurgar en la basura del individuo en observación, pero fue sorprendido por el señor Collins, el anciano chusma y cascarrabias del barrio, y tuvo que abortar la misión en pleno procedimiento.

No sólo a Federico le llamaba la atención el señor Faraday, así decían que se apellidaba las vecinas, quienes se juntaban religiosamente todos los Jueves a tomar el té su casa, con el propósito de hacer críticas destructivas pero aparentemente inocentes e intercambiar rumores. El señor Faraday era el blanco perfecto para ellas, quienes decían que habían escuchado de la señora Collins, que dijo que le dijo su marido, el señor Collins, que una noche vio al señor Faraday sacando una enorme bolsa de basura que se movía. Esto despertó el interés de todas las protectoras de animales y amigas de la ecología, que asumían que el señor Faraday asesinaba gatos y perros que traía de algún lado, o aún peor, los comía.

Federico, lejos de creer tales chismes, escuchaba atentamente desde la escalera todas las charlas, para conseguir información extra. Él estaba seguro que se trataba de su padre, pero no se atrevía a acercarse y preguntarlo directamente. Podría hablar con la mucama, pero eso levantaría demasiadas sospechas si no tenía un objetivo claro a la hora de hacerlo.

Era un Jueves, la noticia era que el señor Faraday era un veterinario loco que realizaba operaciones y cometía mala praxis, entonces para que los clientes no se enteraran de dicho horror, traía los cuerpos de los animales y los arrojaba a la basura desde su domicilio, el cual todos desconocían, puesto que se había mudado recientemente. La coartada parecía muy coherente para Emilce y para casi todas las mujeres, pero no para Federico, quién se reía alevosamente de lo absurdo de la misma. Pero sería ese Jueves, cuando después de escuchar tales blasfemias hacia su padre, que lo llevaría a la decisión de tomar el asunto por mano propia. Esa noche se acostó tarde, ideando el plan que terminaría con tanta intriga y mentiras.

Viernes por la tarde, 17:30 hs. justo después del colegio, Federico se puso a jugar a la pelota en la calle. Tenía que ser un tiempo antes de que la mucama saliera de trabajar, sino la tan esmerada táctica se denotaría como táctica para acercarse a ella, lo cual no le era conveniente. Llegadas las 18 hs. cuando Federico escucho que la puerta se estaba abriendo, pateo fuerte la pelota que venía guardando desde los seis años sabiendo que en un futuro le sería útil. Se escuchó un estruendo que alarmó a todas las personas que recorrían la calle como transeúntes, la ventana delantera de la casa estaba hecha añicos, y la mucama tenía una expresión de miedo y enfado. Federico corrió, atravesando el jardín, hasta llegar a la puerta principal. Tratando de esconder lo mejor posible su emoción, intentaba esbozar alguna mueca de tristeza o vergüenza. Emilce estaba expectante a la situación desde la ventana de la cocina, y se escondía tras la cortina para que no la vieran. No podía creer que justo, justo Federico hiciera algo así, y la haya puesto en la difícil situación de actuar como madre frente a los ojos de todos, que estaban esperando su aparición.

La mucama empezó a los gritos, diciéndole a Federico que se haría cargo de los daños y que él mismo le explicaría al señor Faraday lo que había sucedido, ya que ella no se haría responsable de los daños que no había cometido. Aunque el plan no había salido literalmente como lo esperaba, estaba más que contento con los resultados, ya que lo guiaron a una irremediable reunión con su padre. Emilce, a paso militar, fuerte y seguro, atravesó la calle con el rostro desfigurado de la rabia, claramente fingida, y tomó del brazo a Federico a quién arrastró hasta la casa, diciéndole a la mujer que se quedara tranquila, que ella se encargaría de los gastos y de que su hijo se disculpara debidamente.

Esa noche, no eran ni las 22:30 hs. y toda la vecindad se estrechaba contra los vidrios de sus ventanas, entusiasmados por el espectáculo que se aproximaba. Cuando el señor Faraday estacionó su auto, notó como miradas se le incrustaban por todos los ángulos habidos y por haber.

Antes de poder entrar a su casa, sintió como débilmente le tironeaban el traje; al darse vuelta vio al pequeño Federico, que tartamudeando la explicaba lo sucedido, desde la expedición al amazonas, los chismes del barrio y sus planes para romper su ventana. El señor Faraday echó a reír tanto que sus carcajadas hacían eco. Federico, que miraba hacia el suelo, estaba lagrimeando y pensaba en salir corriendo a su cama. Cuando un movimiento le advirtió su idea al señor Faraday, este le apoyó su mano en el hombro, y agachándose para estar a la misma altura de Federico, lo miró fijamente. Este será nuestro secreto, no se lo digas a tu madre – y le guiño el ojo.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Cuenta cuentos nº1; El Hombre que empequeñeció hasta desaparecer

Me desperté, asustado. Era como si a partir de ese momento, comenzara mi vida. ¿Alguna vez les ocurrió levantarse de un sueño profundo y no saber qué día es o dónde están? Algo así, pero aún peor, porque llegaba al punto de aterrorizarme.

Desconocía la cama, me parecía más grande, las sábanas de otro color. Tenía frío, cuando suponía debería tener calor, y ya estaba injuriando al tiempo por indeciso. Veía mis manos, y no las reconocía, y mis piernas me parecían demasiado largas.

Tanteé mi cara, mi pelo, mi cuello y pecho, y estaba seguro de que no era yo, aunque efectivamente lo era. Es cómo sí me hubieran cambiado de cuerpo, de casa, de cama, como si estuviera donde no correspondía; una broma pesada, de mal gusto.

No era que no me reconocía literalmente, como sí no supiese quién era, sino que sabía quién era y no me veía o sentía como tal.

Fui al baño, me pegué una ducha, me afeite, y seguía sintiéndome extraño, más que extraño, otra persona. Pero por alguna razón, tenía apuro de salir a la calle, a caminar, sin tener idea de a dónde ni con qué objetivo, pero tenía que hacerlo.

No hizo falta ni llegar a caminar tres cuadras por inercia, para cruzarme con alguien, que sabía conocía, me brotaba afecto y confianza para hablarle, pero no sabía quién era, a qué se dedicaba. Cómo cuando alguien te parece familiar, pero además de eso, sabiendo que lo conoces y tenes una íntima relación que no recordas.

Albertito, querido ¡nos levantamos temprano eh! Es raro cruzarte a estas horas – me dijo. Yo me quede entre sorprendido y alegre. Me preguntaba cómo pudo reconocerme sí yo no me veía como en realidad era.

Uh ¿qué pasa? ¿Estamos dormidos? – mientras se echaba a reír, dándome unas palmadas amigables en el hombro.

Me sonreí y trataba de recordar cómo se llamaba este hombre que sabía, era un muy buen amigo mío.

Che, escuchame, turro – me dijo mirándome a los ojos – no te olvides que mañana es la fiesta sorpresa de Nati. Vos tenes que llevarla engañada como quedamos, ¿tamos?
Sí, sí, obvio, cómo me voy a olvidar, querido – respondí con un tono de confianza para darle cierta seguridad. Entonces él empezó a reírse de sobremanera y yo me quedé impactado.

- Claro, justo vos viniéndote a hacer el que nunca te olvidas nada. Tomatelas, Gonzales, no te crees ni vos. Ojalá hubieras heredado la memoria de elefante de tu vieja.

Seguía sin entender del todo la situación, pero al nombrar a mi madre, de quién sólo se me vino el nombre a la cabeza, supuse era alguien de demasiada confianza.

Bueno, che, no te zarpes – le reproché levantando la ceja y haciendo un ademán con la mano. Después de pensarlo un momento, y considerando que la situación de esta mañana no venía avanzando en lo más mínimo, ni tenía pinta de hacerlo, supuse que lo mejor era consultarlo con este amigo.

¿Tenes un momento libre ahora? Necesito hablar algo importante con vos – le dije dirigiéndole una mirada muy seria, para que notase la urgencia del asunto.

Gonzales, es imposible, estoy llegando tarde a la oficina y ya sabes lo bravo que es mi jefe. Ahora que se entero que la noviecita le metía los cuernos, está que arde el viejo. Pero a eso de las seis, nos vemos en el barcito para tomar unas birras y charlar ¿te parece? Le aviso a Diego por sms y nos juntamos los pibes a hablar cosas de hombres – riéndose.

Con la mirada perdida, indagando en mi mente dónde quedaba el susodicho y tan habitúe bar, repetía que sí a todo lo que decía, haciendo un gesto afirmativo con la cabeza.

Che, Gonzales, posta estás raro hoy eh – mientras me cacheteaba la cara cariñosamente – Seguro que te llamo de nuevo Fernanda con esos aires de superada histérica y te dejo maquinando. Ya te dije yo que esa mina es una loca de mierda, no le des pelota. Anda, anda, nos vemos a la seis. Me saludo con un beso, me guiño el ojo y se fue caminando.

Aún más desorientado que al principio, me quede parado en la calle, viendo como él se iba. ¿Cómo puede ser que alguien sepa más que yo de mi propia vida? Y aún más ¿Cómo es posible que no recordara yo nada de ella?

Me reincorpore después de unos minutos y seguí caminando con la misma inercia de antes, sin saber a dónde iba, pero sintiendo que inconscientemente mi cuerpo me estaba guiando a un lugar puntual, dónde suponía podría conseguir ayuda.

La gente caminaba por la calle y me saludaba amablemente. Yo respondía de igual forma. Cuando llegue a una puerta blanca, me detuve pensante. Al resultarme esta puerta, esta casa, familiar, del mismo modo que mi amigo, toque timbre.

Después de escuchar una seguidilla de ruidos, y la llave dar una vuelta, la puerta de abrió y vi detrás de ella una mujer de pelo largo y castaño claro, que me recibía con enojo.

Me quede mudo y la miraba con cierta tristeza y melancolía. Una presión fuerte me tomo el pecho.

¿Qué haces acá, Sergio? ¿No te dije que no vinieras más, que nos dejases en paz? ¿Vos no me entendes cuándo te hablo? ¿Hablo chino yo, o a vos no te entran las cosas en la cabeza? – me dijo con un tono agresivo.

Para, Fernanda, para. Esto no es una joda – dije con tono cansado, suponiendo que se trataba de la chica que me había nombrado mi amigo.

¿Fernanda? Todavía seguís con esas boludeces vos, pero si no cambias más, pelotudo. No podes venir a esta casa así como así, sos un cara dura; y encima a hablarme de esa trolita de cuarta. ¿No te bastó con todo el daño que nos hiciste? No quiero volver a discutir el tema. Haceme el favor, andate y no vuelvas más - me dijo, cerrando la puerta.

Con mi mano me interpuse. Ella retrocedió pero reacciono espontáneamente a golpearme, pero no de forma violenta, sino como quien está herido.

Déjame verlo – le dije – déjame ver al nene. Yo ni sabía que decía, era como sí de adentro mío emergieran las palabras, un libreto ya escrito y memorizado.

Me empujo con fuerza sacándome del medio, sus lágrimas brotaban y en sus ojos se percibía un profundo dolor.

¡Hijo de puta! Dejame en paz. No vuelvas más, no te quiero volver a ver nunca más en mi vida – me gritó y cerró de un portazo la puerta blanca.

Supe que su agresión era producto del dolor, y que no era que no quisiera verme, en realidad, lo deseaba desde lo más hondo de su ser, me amaba. Pero yo, de alguna forma, le había hecho mucho daño como para que su dignidad y orgullo, le permitiesen aceptarme nuevamente.

Una honda angustia me poseía y hasta creí haber derramado una lágrima muda. ¿Qué debía hacer? En mi mente todo se había enmarañado y no concebía una maldita idea para proseguir desde ahí.

Germán, Germán – gritaba alguien desde la esquina. Es como sí esos gritos me hubiesen despertado, como sí realmente despertara esta vez, porque todo lo anterior lo sentía como un sueño.

Me volteé para no mirar más esa puerta, la puerta blanca, y comencé a observar la calle, a ver a quién le gritaba esa anciana que venía apurada, como sí alguien se le escapase.

Miraba de un extremo a otro, pero no conseguía ver a nadie, hasta notar que la señora se acercaba a mí extendiéndome el brazo y yo, con un gesto le preguntaba “¿me habla usted a mí?”.

Ay querido, hace años que no te veo ¿cómo está tu abuela? Hace mucho que no sé de ella. Con Juan siempre nos acordamos de ella – me dijo mientras respiraba agitadamente.

No supe que responder y me quede perplejo ante la situación. La señora me miraba con sus ojos grandes y brillosos, expectante.

- Ah ya entiendo, lo siento mucho. Mi más sentido pésame, corazón. Seguimos viviendo en la casa de siempre, cuando estés mejor, podes venir a hablar con nosotros. Yo no tengo problema ¿sabes? Si necesitas una oreja o un hombro, podes contar conmigo, Germancito. Saludos a tu madre, imagino que debe estar destrozada.

Baje la mirada, no podía sentirme peor. Todos saben más de mi vida que yo. Además ¿por qué? ¿Por qué todos me llaman con diferentes nombres? No lo entiendo. Definitivamente este es un mal día.

La señora me agarro fuerte la mano y se fue caminando despacio. Yo ya no tenía fuerzas para mantenerme en pie, sentía como mi cuerpo se iba derrumbando. Tenía que volver a casa, aunque no recordaba bien cómo regresar. Empecé a caminar sin rumbo, otra vez, pero esta vez, fueron durante largas horas. Las casas me parecían similares, por un momento creí caminar en círculos. Fuera a donde fuera, siempre veía esa puerta blanca y me destrozaba.

Miré el reloj y eran las seis de la tarde. Me parecía imposible que fuese tan tarde, en un tiempo ya iba a oscurecer y no tenía aún a donde volver. Y aunque tuviera a dónde volver ¿acaso tenía sentido?

Don Lucio ¿otra vez huyo de la casa? – escuché detrás de mí y me sobresalté. Al darme la vuelta vi que se trataba de un niño, de unos siete u ocho años. En ese momento mi cuerpo accionó sin pensarlo. Le di un fuerte abrazo al niño y comencé a llorar.

Don Lucio, por favor ¿no tomo la pastilla? ¿Tiene otro ataque? – me decía con total calma.

Perdón, hijo, perdón – repetía entre lágrimas. Todo el dolor acumulado empezaba a brotar de mí y no podía detenerlo.

- Don Lucio, otra vez con eso. Venga, lo acompañaré a su casa.

Entonces me sentí aliviado, calmado, sin razón aparente. No entendía nada en absoluto, pero no me importaba. El niño me tomo de la mano y caminamos en silencio unas cuantas cuadras. Nos detuvimos frente a una puerta, el niño soltó mi mano y me sonrió. Lo observé con una tristeza que me consumía lentamente. La atravesé sin mirar atrás, como si estuviera desprendiéndome de viejas ataduras.

Ahora me veo frente al monitor, escribiendo esto sin tener un motivo particular para dirigirme a quién fuere que lo leyera. La casa está vacía y escucho el silencio de una forma casi perturbante. Sólo me resta agregar, que esta es mi última oración porque me iré a dormir y sé que esta es la clase de historia que termina donde empieza.

la cobarde valiente

Yo quiero, pero tengo miedo
¿A qué? ¿Por qué? ¿Dónde? ¿Cuándo?
No sé, si sé, no quiero, no me animo
Soy cobarde, muy ilusa
Soy como el lobo que viste de cordero
Parezco valiente y decidida
Pero en realidad vivo escapando
Evadiendo la realidad
Porque vivo en mi mundo
Pienso y creo que así es mejor
Me justifico, me excuso
Criticando a todos los demás
Diciendo que la irrealidad es
Más real, que así soy fiel
A mí, mi alma y mis sentimientos
Pero soy cobarde, soy una egoísta
Egoísta, mimada y caprichosa
Solo me importa lo que siento
Y vivo para eso, para sentir
Sentirme viva y real
Me miras como si me entendieras
Como si mereciera tu puta compasión
La loca, la enferma, la débil
Aquella frágil figura que se destroza
Ante una realidad de papel
Papel, carbón y arena
Y quizás sea verdad
Pero no dejo de sentir
Que hay que ser bastante fuerte
Para aceptar y asumir
Que no se está hecho para este mundo.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Open your eyes and turn on the light.

abrí los ojos
ahí está lo que tanto
querías y deseabas
abrí los ojos
yo sé que no me crees
pero está ahí
enfrente tuyo
aunque no lo puedas ver.

no extiendas tu mano
hacia él, no
abrí los brazos
y dejá que vaya a vos
sin miedo, que te elija
a vos, como vos
lo elegiste a él.

y si eso sucede,
sonreí y llorá
de felicidad
sentí el tumulto de emociones
en tu pecho
liberate y dejate
dejate ser.

bienvenida
a la vida ~

martes, 30 de noviembre de 2010

can't go back

Y vos me decís, que tal vez no es así, que quizás yo me equivoqué, que deberíamos volver. Pero yo no sé volver, no puedo caminar hacia atrás, pisar sobre mis pisadas e ignorar la realidad. Es difícil decir que está bien o que está mal, sólo depende de cuánto lo sepas asimilar. Error, la mutación de mi imprudencia, la consecuencia de mi cobardía, la negligencia de mi mente, que suspira intranquila. Otra vez lo volviste a hacer. Una vez más y esto se termina. No sé porque me amenazas, como si tuvieras vida, como si tuvieras cómo, como si me importase aunque sea, un poco, un trozo, una nada. Igual, igual es la mitad de lo pretendías, y si hacemos cuentas, no es mal negocio. Hay que aprender a conformarse en la vida, siempre me decía eso mi tía. Pero se conforma quien desiste, quién se resigna a que un hecho es inmutable y jamás podrá cambiar. Descreo de eso, de esas aparentemente sabias filosofías, filosofía barata y absurda. ¿Quién sos vos? Y mejor que me lo digas, porque te voy a hacer bailar con el plomo de mis dedos, mi mirada de pólvora y las palabras de fuego. Creer que no puede cambiar, es creer que todo está perdido. Constante cambio y mutación, esa es la movida. Vos no digas nada, quedate callada, a ver si aprendes algo. A mí no me vas a decir qué hacer. ¿Qué? No, te dije que no te creo. A mí no me preguntes, soy de palo y tengo orejas de pescado. Ella no sabe, no te malgastes. Ahorra energía. El árbol de la esquina es un buen cuenta cuentos, pero para psicólogo me quedo con el cielo. Y ojo con las nubes, que les da por ser caretas y después pasan el chisme por ahí, como quién no quiere la cosa. ¿Qué estás mirando? No despidas a quién aún no se ha ido. Y no te adelantes a lo que no ha sucedido. Siempre apurada, nena, siempre apurada. Así es como la vida se te pasa. Tan apurada, tan acelerada, que cuando te diste cuenta, ya tenías arrugas en la frente, y no conservabas ni cinco recuerdos en que se te halla llenado el alma. Eso es un mal negocio. Yo no compro. Ese grillo me tiene podrida. Callate, te digo. Mejor hagamos los distraídos, y esto jamás sucedió. ¿Cómo que no podes? El olvido voluntario es cosa simple, sólo hay que quererlo. Sino cómo olvidas todas aquellas cosas de las que no queres hacerte cargo. Vivo para lo que te conviene. Siempre lo mismo. Cuando te quieras acordar ya es tarde. Y cuando es tarde, ya no hay consuelo. Lo que pasó, pasó y no regresa. Sólo se vive una vez, una vez cada momento. Momento, momento, que me estaba olvidado de decirte que hay una luna que espera por tu llanto. Y no me digas que no te diste cuenta, que estabas en otra. Vos y yo sabemos que estás mintiendo. ¿A quién queres engañar? Yo no me la creo. Anda a rezar a la iglesia, que en mi suelo no hay perdón que valga para tu descontento. Y si sonreís, es porque tenías ganas. La voluntad sigue siendo el pilar de la acción, la motivación. El objetivo, puede ser una excusa. Para mí que no queres aceptar que no te cabía lo que tenías. Me hablas de conformismo. Todos hablan, y el pez por la boca muere. Uno es preso de lo que dice, no lo olvides. Las palabras son cadenas que te apresan o te liberan, todo depende como las uses y como te usen a vos ellas. Te digo que no se puede volver, no tiene sentido. Hay que seguir caminando, aún sin destino. En la niebla se aprende a ver con claridad, el aura de las cosas brilla si vos te animas. No te des vuelta, ya no hay retorno. Cuando te quieras dar cuenta ya fue ayer, y hoy no es tarde. Pero volver no es una opción, para aquel que busca expresarse.

jueves, 18 de noviembre de 2010

una desgraciadamente tiene demente
y así es feliz, así le gusta
aunque muchos crean que está demente
no está demente, no, no, no
tiene demente
tiene demente una desgraciadamente

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Diez cosas que... nº2

...no me banco de mí misma.

porque el palo no podía ser sólo para los demás.



1) No poder llegar a horario a ningún puto lugar por más importante que sea la cita acordada o por más que se este cayendo el planeta. No sé como me las ingenio para perder el tiempo, colgarme o lo que sea y no llegar a horario incluso cuando estaba lista o casi lista como media hora antes del momento en que se supone que debía salir. SOY UN DESASTRE.

2) Psicoanalizo y observo a las personas constantemente. Vivo deduciendolos y conociendolos desde "afuera", porque veo a las personas como ecuaciones a descifrar y me divierte el desafío de resolverlos. Muchas veces incluso digo cosas que no pienso o hago "pruebas" para ver si lo que deducí está encaminado o ver como se defienden o hablan de determinados temas, etc. Lo que me lleva al punto tres.

3) Muchas veces no puedo evitar manipular a la gente, y lo peor de todo es que lo hago algunas veces a consciencia. Me jacto de ser elocuente y uso eso a mi favor para conseguir lo que quiero de los demás, incluso siendo totalmente honesta con mis intenciones. Aclaración: con esto último quiero decir que le hago saber al otro que estoy intentando que haga lo que quiero.

4) Auto-mentirme o auto-boicotearme, incluso muchas veces me doy cuenta que lo estoy haciendo y me cuesta tomar el impulso de no hacerlo, aunque casi siempre logro superarlo.

5) Ser una obsesiva, incluso obsesiva compulsiva, neurótica, nerviosa e insomnica sin remedio.

6) Ser consciente de mis problemas, saber que puedo superarlos y no poner lo mejor de mí para hacerlo.

7) Vivir una constante y cósmica paja, vagancia y pereza.

8) Hacer lo imposible para que una persona dude de sus puntos de vista, ideologías, etc. Pero yo creo que de la duda nace la certeza, y si las personas discutimos desde la certeza no podemos crecer. Dudar hace bien, nos guía a la reflexión. En dicho caso, me gusta esto de mí y lo que me desagrada de este punto es que puedo ser obstinada a la hora de discutir sólo para lograrlo.

9) Me cuesta de sobremanera expresar mis emociones. Creo que hacerlo es sano y bueno, y lo intento constantemente. Lo que me molesta es lo muchísimo que me cuesta.

10) Pensar demasiado las cosas, y por demasiado, me refiero a DEMASIADO.

Diez cosas que... nº1

...no me banco de los demás.



1) La soberbia y egocentrismo de cierta gente que se cree saber todo, que busca constantemente tener la atención y la razón, y llega hasta a utilizar recursos bajos para denigrar a alguien con tal de enaltecer su figura.

2) Las relaciones superficiales que tengo que vivir por ser parte de una sociedad que vive la enajenación del ser, porque la gente le tiene miedo a darse a conocer y compartir su intimidad con los demás.

3) Los prejuicios.

4) La mentira, pero sobre todo, la mentira sin razón de ser.

5) Que me apuren o/e intenten hacerme vivir o hacer las cosas al ritmo de ellos.

6) El autoritarismo y/o que me exijan en vez de pedirme como si fuera mi obligación hacer favores o ser buena persona. soy lo que soy porque lo elijo, no firme ningún contrato que me ordene ser moral/buena/comprensiva.

7) Las personas cerradas que no escuchan, pero aún más los cerrados que se creen abiertos, te dicen que te escuchan pero lo único que hacen es hablar más fuerte que vos para tapar lo que decís, o cuando dicen "escucharte" no le dan pelota a lo que decís y siguen enfatizando un punto que ya repitió diez veces.

8) Que las personas no comprendan, tengan empatía o consciencia de su projimo ((sobre todo los ansianos y los niños)), los animales y el espacio que ocupan ((el mundo y la naturaleza)).

9) Que sean interesados o te usen, y para colmo intenten caretearlo.

10) La gente que no va de frente y habla por atrás, que no se toma el tiempo de hablar las cosas, que no es capaz de sincerarse con vos y hablar bien las cosas.

sábado, 30 de octubre de 2010

nota mental nº12

Vamos che, porque dejar
que tus sueños se desperdicien.

Si no sos vos, triste será
si no sos vos será muy triste.

Porqué falsear, si ser uno es ganar
porqué engañarse y mentirse.

Sé vos, no más, que al mundo salvarás,
aunque muchos lo hagan dificil.

Sigamosnos, como hasta acá,
prometiendomé que lo entendiste.
digamos fue si algo anda mal
cumple sus sueños quien resiste.

Yo sé, dirás...
muy duro es aguantar.
Mas quien aguanta,
es el que existe
.

Si aquel, se va
no llores, ni mires atrás.
aunque muchos te lo hagan triste.

Sé vos, no más, que al mundo salvarás
porqué engañarse y mentirse.

Yo sé, dirás...
muy duro es aguantar
mas quien aguanta
es el que existe.

Porqué falsear, si ser uno es ganar,
aunque muchos te lo hagan triste.

Si aquel, se va
no llores, ni mires atrás
la vida busca instruirte
.

No quiero

Y agarrate fuerte de mi mano – dijo. Más lo único que sentí fue que no quería tomar esa mano, tan fría y helada, tan distante y dura, pero lo hice. Lo hice y no me sentí bien, como se supone debería de haberme sentido. Un escalofrío me recorrió desde los dedos del pie hasta la garganta, donde se formó un nudo tan grande como un nido de pájaros. Es por acá – dijo, y empezó a caminar. Más lo único que sentí fue que no quería ir por ahí, que ese camino no me gustaba, que todo eso me estaba alejando de mi madriguera, pero lo seguí. El nido de pájaros en mi garganta ya tenía tres huevos y un ave los empollaba. Miraba el pasto de verde gastado, con la cabeza gacha, mientras el cascarón se rompía y las palabras emergían de él. No puedo – dije. Más lo único que sentí fue que estaba mintiendo. Sí podes – dijo. Entonces solté mi mano, y dije – No quiero.

Y ahora, sola y con la cabeza en alto, miro al cielo de un negro tan negro, que me absorbe.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Diario de una mente nº18

Y tu boca se abre sólo para criticar, gritar y herir; y no te das cuenta lo hondo que llegas, lo fuerte que impactan tus palabras o la falta de ellas. El silencio de tus ojos o la ausencia de tu boca. Doler, todo duele, decís. Siempre repetís el mismo repertorio; que la vida es así, que el mundo no espera, a nadie le importa quién sos o que te pasa, que tenes que acostumbrarte, acostumbrarte a sentirte un don nadie, aunque no lo seas pero te lo creas. Te crees todas esas palabras que te chocan y te golpean, no importa quién las diga pero bienvenido sea ese dulce dolor, ese frío martirio y todo aquello que te haga mierda y te destroce; porque te ayuda a sufrirte, a lastimarte, a castigarte. Castigarte por quién sos, quién no sos, quién no pudiste ser, quién no serás jamás, quién quisieras ser, quién no, y no sé quién pero pero seguro lo hay.

¿Quién sos? ¿Quién queres ser? ¿Quién no sos? ¿Quién no podes ser?

Y ahora que lo pienso, porque no te vas a la mierda vos, tus culpas, tus ilusiones, tus boludeces, tus miedos y tus sandeces. Y deja, deja de llorar por dentro y desear desaparecer y morir. Asumí, asumite y hacerte cargo de todo, todo esto.

lunes, 18 de octubre de 2010

ecuaciones

necesito escapar de mis paradigmas mentales
y de esas ecuaciones accionales predeterminadas
no necesito escapar, miento, como de costumbre
el ser humano es un mentiroso por naturaleza
nos mentimos a nosotros mismos y a todo aquel
que se cruce en nuestro camino
necesito derribar mis paradigmas mentales
y esas ecuaciones accionales predeterminadas
si pasa tal cosa, actúo de tal forma
me siento de tal modo, digo tales palabras
puras ecuaciones, como el dos más dos es cuatro
si me mentis, me enojo, me siento herida
y no te hablo, no te hablo porque
estoy enojada y me enojo porque
estoy herida
causa y consecuencia, ecuaciones, matemática
mecanización del actuar porque está
pre-establecido
mecanización, como máquina
¿quién es la máquina?
¿mi mente o yo?
¿yo soy mi mente o mi mente soy yo?
paradigma, paradoja
sinónimos, pre-establecido, ecuaciones
matemática
nos alejamos de la espontaneidad
ahogamos el sentir y el ser
en ecuaciones, paradigmas, paradojas
máquina mecanizada, matemática
matemática es un sinónimo a mente
a mente que obra por lógica
la lógica es matemática, es consecuente
es causa-efecto, es ecuación
si vos te alejas, yo te extraño
me siento herida
te extraño porque te alejas
extrañarte me hace necesitarte
cuando necesito y no recibo me siento vacía
vacía como una ecuación con una incógnita
incógnita que hiere, porque no la quiero
porque la incógnita me obliga
a tener que resolver la ecuación
de forma no mecánica
la mecánica nos da seguridad, se repite
repito una y otra vez, la mecánica
que aprendí
de vos y de los demás, que aprendí
a repetir
vivimos repitiendo, como un uroboros
al infinito, derivada que tiende a infinito
vos herís y yo te hiero
vos decís y yo digo
repetición, ecuación, matemática
derivada al infinito
repetición al infinito
infinita repetición
carencia, vacío
negación a la espontaneidad
negación a la falta de mecánica
negación a obrar por propias manos
negación a decidir y actuar
negación a la propia vida.

necesito derribar
mis ecacuaciones mentales
pre-establecidas
y dejar de repetirme.

porque repetir lo que aprendí
de vos y los demás
a mí, no me sirve
a mí, no me hace bien
a mí, no me funciona
porque mi ecuación
siempre da
cero.

miércoles, 6 de octubre de 2010

¿Qué es una ventana?

- ¿Qué es una ventana?

- Una abertura en la pared para que entre luz.

- Además de eso.

- No sé, qué sé yo.

- Libertad.

- ¿Por qué?

- ¿Qué me dirías si te encierro entre cuatro paredes y un techo?

- Claustrofobia.

- Ahí está la clave.

- No entiendo.

- ¿Qué es la claustrofobia?

- La fobia a los lugares cerrados.

- Entonces, podemos decir que te sentís encerrado.

- Sí.

- ¿Te sentirías encerrado si hubiera una ventana?

- No.

- Pero estarías encerrado de todos modos.

- Es verdad.

- Pero esa ventana te permitiría ver que hay más allá de esas cuatro paredes y eso te haría sentir libre. Porque la ventana te abre un espectro a algo más allá de lo que tenes, permitiéndote sentir que tenes una opción, la posibilidad de estar en otro lugar que en el que estás.

- ¿Y por qué querría estar en otro lugar?

- Por el simple hecho de que siempre necesitamos sentir que podemos cambiar la realidad que vivimos. Esa ventana te da la posibilidad de un mundo nuevo. ¿Con qué podrías asociar una ventana?

- No sé, déjame pensarlo.

- Ya me contestaste.

- ¿Cómo?

- Mientras lo pensabas, estabas uniendo conceptos e imaginando situaciones hipotéticas en las cuales podría haber una conexión con lo que te dije.

- ¿Entonces?

- Justamente eso, nuestra imaginación es nuestra ventana en la realidad. A través de ella podemos ver más allá del mundo que tenemos y vivimos, y nos da la posibilidad de elegir algo que nos excede a nosotros mismos y nuestra realidad. Nuestra imaginación nos hace sentir libres, porque nos da la posibilidad de optar entre nuestra realidad y nuestro mundo creado.

- Bueno, pero donde juega uno, juegan dos.

- ¿Qué quisiste decir con eso?

- Que quizás nuestra realidad es la ventana que tiene nuestra imaginación, en la cual encuentra su propia libertad.

domingo, 3 de octubre de 2010

ser el ser

y esto es lo que soy,
huesos, músculos, carne, grasa
piel, órganos, sangre, líquido
agua, venas, arterias, hormonas
químicos, residuos, tendones
pelos, y unas cuántas cosas más
que no sé decir o no tengo ganas
de enumerar hasta el cansancio
eso es lo que se supone que soy
un rejunte, una especie de frankestein
que se complementa y es
funcional
por definición, esto es lo que soy
nada más y nada menos
pero que suerte que tenemos un cerebro
que opera totalmente en contra
de todo aquello que controla
y me dice: no sos sólo eso
sos mucho más
sos ideas, creación, alma
pensamientos, ideales, sueños
sos una caja de pandora
que se abre día a día
sin saber que habrá de nuevo
en tu cabeza, en tu cuerpo
y en tu alma
sos una oportunidad a ser tomada
de ser todo aquello que quieras ser
mientras puedas imaginarlo
y/o puedas concretarlo
alcanza sólo con imaginarlo, pensarlo
si me pienso asesina, soy asesina
si me pienso hermosa, soy hermosa
si me pienso reina, soy reina
de qué, para qué y por qué
de mí, porque quiero y porque quiero
entonces esto es lo que soy
lo que quiero ser
lo que pienso que soy
lo que soy
y que bueno para mí y para vos
que nuestro cerebro es tan
mentiroso
porque gracias a esa mentira
nace la verdad más ansiada
y ahi está nuestra paradoja
cuando la mentira es la verdad
y ya no hay forma de diferenciar
qué es mentira, que es verdad
qué es real y que no lo es
y todo se convierte, a nuestro
absoluto y ridículo antojo
en lo que nosotros queremos
nuestra mentira, nuestra verdad
y no somos más que eso
una eterna paradoja
una eterna contradicción
una eterna transmutación y metamorfosis
de ser el ser.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Alicia perdió la cabeza

Que le corten la cabeza – gritó la reina de corazones, que lo que nunca ha tenido es un corazón. Debería pedir que le corten el corazón a alguien y injertárselo en el pecho hasta que se llene de sangre, lata por sí mismo y le brinde un poco de vida a su gris y enfermo cuerpo.

No hará falta, ya la ha perdido – respondió un caballero de gran armadura de aluminio con formas espirales y colores opacos y pasteles.
¡Piedad! ¡Piedad! – gritaba la acusada, de rodillas y desparramada por el suelo de rudos pastos. No puedo seguir así, no puedo perder la cabeza que ya he perdido y que ya he perdido y que ya he perdido y he vuelto a perder, y he vuelto a perder y he vuelto a perder, una y otra vez, y otra vez, y otra vez – repetía incesantemente, con su mirada perdida y una pupila que expresaba tal profundidad, que parecía llegar hasta el fin del universo.

¡Silencio! – Exclamó de un bramido agudo y feroz la reina – entonces busquen su cabeza, póngansela y luego cortéensela de nuevo, tantas veces como ha repetido su maldito monólogo ausente.

La joven doncella repetía a sus adentros una oración tras otra, y por momento se escapaba de su boca alguna palabra o un susurro ininteligible. Dos guardias la tomaron de las muñecas y la arrastraron a un calabozo de piedra fría llena de musgo.
Ya lo pensará dos veces antes de expresar un pensamiento libre y opuesto a la mayoría ¡Se creen especiales! ¡Se creen originales y revolucionarios! ¡NO! ¡Esto no es más que un síntoma de lo locura que los consume! ¡Ilusos! ¡ILUSOS! – la reina alzó su bastón, se dio media vuelta y se fue a paso firme.

Alicia en su pleno trance, se enroscaba como una babosa cuando le arrojan sal. Sus extremidades se retorcían de una forma que parecían invertebradas. En su mente un sinfín de columnas horizontales de palabras en diferentes idiomas se atravesaban ante ella en un pasillo sin final. Las saltaba, pasaba por debajo y a veces hasta rompía de un soplido. En el fondo se percibía una figura amorfa que no podía descifrar. Un tic tac, tic tac, retumbaba en sus tímpanos. El tiempo se acaba – le advertía una voz asexuada. Y Alicia continuaba atravesando columnas en una especie de danza desarticulada. Tic tac, tic tac, y de repente tronó una campana. El ritmo se aceleraba y el tiempo parecía pasar a la velocidad de la luz. Se alzó ante ella un ojo carmesí que la inspeccionaba. Ya es tarde – decía el ojo entre tanto parpadeaba. No, nunca es tarde – respondió Alicia, molesta. Ya es tarde – repitió el ojo. A veces se hace tan tarde, que vuelve a ser temprano – explicó Alicia. El ojo se cerró unos segundos y tras abrirse, en su iris se formó un túnel. Alicia se introdujo allí y gateo, mientras ranas de colores saltaban a su alrededor.

Los guardias, con una expresión desfigurada, miraban a Alicia sin comprender lo que sucedía. Entonces entró el cabellero de armadura en espiral – ya tengo la cabeza – dijo mientras elevaba con su mano desde el cabello rubio, una cabeza sin ojos.
Alicia montó uno de los sapos y llegando al final del túnel encontró un inmenso lago. Se zambulló en él y nado hasta fondo, donde un pez plateado que bebía té la recibió. Lamento decirte, Alicia, que ya es tarde – le dijo. Que no es tarde, me he cansado de repetir – contestó ella. Pues sí, es tarde, pequeña Alicia, ya has perdido la cabeza tantas veces que no hay retorno para ti; estás encerrada para siempre – mientras de su boca escapaban burbujas brillantes.

Los guardias tomaron a Alicia como pudieron, ya que se movía excesivamente y la llevaron hasta el centro del jardín de jazmines, donde la reina la esperaba. El caballero, con sumo cuidado, introdujo la cabeza sobre la cabeza de Alicia y estas se fundieron hasta crear una sola.

Alicia, abrió los ojos y despertó al fin. Ya sus ideas en su lugar y todo bajo un nuevo orden se hallaba en su mente. La reina dictó su sentencia – Ahora sí, te cortarán la cabeza.

Alicia, totalmente abrumada, respondió – Cortadla ya, no soporto tenerla conmigo. La reina se quedó muda. El caballero dio la orden y con un hacha invisible, cortaron su cabeza. Alicia se veía exactamente igual, pero de ella se desprendieron ojos, bocas, algo de cabello y dedos. Entonces Alicia sonrió y se levantó – Gracias, reina mía, ahora puedo ser libre de nuevo. Todos que quedaron atónitos ante dichas palabras que en forma de huracán derribaron todo lo que encontraron a su paso.

Alicia se elevó hasta el cielo y desapareció.

lunes, 20 de septiembre de 2010

summer love ♥

Me despierto con esa sensación de verano en los pies, en la piel y en el gusto que tiene el aire. Y pienso – Esta primavera, no voy a enamorarme. Quizás me estaba condenando, o prediciendo, o poniéndome una meta. Quizás simplemente no quiero enamorarme o ya estoy enamorada. Y cuando el sol pega perpendicular en picada a la puerta, a la ventana y en el suelo se dibujan sombras, siento que es verano, y si es verano es paz, descanso, vacaciones, aire fresco, alas abiertas, pies descalzos y negros, y todo un remolino de sentimientos y emociones, de pasados, de navidad y de cerezas con frutillas, los juguitos y el animé, y cómo me gusta despertarme y verte ahí, sonreír y saber que nada importa.

Y sí, alguna vez fuimos felices. En cada verano fuimos felices y bailamos con perdices, y quizás por eso la nostalgia y las ganas, por eso ha de caerme tan bien el verano.

Verano, te necesitamos para volver a ser felices. Está todo bien con la primavera, pero ¿no podes venir más rápido?

viernes, 3 de septiembre de 2010

sacar la basura nº2

¿a cuántas otras les mentiste como a mí?
les has dicho todas esas patrañas
sos hermosa, me encantas, me gustas mucho
tu risa me pone feliz, tus piernas me calientan
me gustan mucho tus labios, y tus ojos son profundos
tu cuello es masticable, tu nariz es chiquita
me gusta darle besos a tu panza
tus pies son pequeños y simpáticos
me encanta cuando te levantas despeinada
tu voz de camionero cuando estas destruída
como se pone roja tu nariz cuando estás resfriada
como cocinas, como preparas el jugo y el fernet
me gusta como me la chupas, como me cojes
como te dejas, como te dejas maltratar
como te tragas mi leche, como te reís después
y me das un beso tierno, me abrazas y me decís
lo mucho que me amas, para que yo después te diga
yo también
cómo te enojas, o te ofendes, cuando pones caras
los regalos que me haces, las boludeces que decís
como también cuando te colgas horas hablando existencialismos
y tus locuras, y tus fantasmas, y tus culpas
y que aunque deberías ir a un psiquiatra porque
realmente pienso que estás loca, me encantas así
libre, suelta, delirante, enferma, lunática
paranoica, celosa, orgullosa, caprichosa
cuando hablas con la boca llena o eructas
estornudas o toses y no te tapas
que tengas la planta del pie negra por andar descalza
los mimos que me haces en la cama
los besos en la nuca, los susurros
tu inteligencia e intelecto, tu ganas de aprender
tu ganas de jugar, de divertirte, de que seamos
libres, compañeros, que compartamos todo eso y aquello
que no compartiste con nadie más, que soy única
que me amas a mí y sólo a mí como a nadie jamás has amado
y toda una zarta más de patrañas y mentiras
viles mentiras, asquerosas, dolorosas y viles mentiras
¿sabes por qué?
porque sé que cuando te vayas
le vas a decir todo esto a otra;

y lo peor, es que yo también
se lo dire a otro.

¿cómo hacemos para saber que esta vez
es real y de verdad, y que realmente
vos y yo seremos esas dos almas libres
que prometimos ser, juntos
y para siempre unidos?

el amor, a veces, puede ser
muy hijo de puta.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Diario de una mente nº17

y me doy cuenta, que hay muchas cosas que no deberían ni que importarme, pero me cuesta sacarlas, derribarlas de mi vida; pero mientras tenga aquello que impulsa mi andar y me motiva, todo puede caerse alrededor. porque a pesar del dolor, mi pies se moverán, quizás por momentos por inercia, pero seguirán peleando por aquello que les da sentido, que me da sentido.
entonces, si el resto es cuasi indiferente, debería despreocuparme un poco por todo. mientras tenga aquello que me hace vivir, el resto puede morir y aunque llore, todo estará bien.
aunque llore, todo estará bien.
pasará y mañana sólo será un recuerdo lejano de algo que alguna vez me dolió.
¿cómo puedo tomarme así las cosas en serio?
esto parece un chiste...

martes, 31 de agosto de 2010

hojas

Y me pregunto, hoja mía, como soportas tantas palabras y sentimientos dentro tuyo. Sos como una especie de universo que todo lo sostiene. Contenes aquello que mi boca no se atrave a decir más que en un susurro cuando nadie escucha, o que mi mente formula a tientas y ciegas, cuando el mundo pasa, el tiempo arrasa y algo dentro mío me dice palabras ordenadas o desordenadas en una especie de monólogo. Monólogo supuestamente es, pero es supuesto, porque sé que aunque no estes ahí, estás absorbiéndolo. Retenes, guardas y eternizas. ¿Cómo lo soportas? Si yo no puedo contenerlo y lo derramo, lo escribo, lo vomito, lo arrojo dentro tuyo. ¿Vos dónde derramas, escribís, vomitas y arrojas?

Tu fortaleza es admirable. Quisiera ser como vos, hoja. Quisiera soportarlo y sostenerlo todo, pero no puedo, y te uso; porque te necesito para poder ser quién soy. ¿Vos a quién necesitas? ¿Te hago ser quién sos cuando soy quién soy?
Y pienso que somos un buen dúo, hoja mía. Porque cuando escribo dentro tuyo, sé que vos también estás escribiendo. Entre cada palabra y espacio, está tu voz. Y vos derramas, escribís, vomitas y arrojas dentro de mí y juntas hacemos una melodía de palabras para ser quienes somos, sentirnos libres. Pero sobre todo, para ser hojas.

martes, 24 de agosto de 2010

Diario de un alma nº7

no sé cómo se las ingenia
la vida, para poner
las circunstancias
que vos querías
en tu contra.

y te das cuenta
que parece que nunca
vas a estar conforme
pero si sucede
y pongamosle que suceda
va a ser sublime.

si fuera con vos
sería sublime
pero no, no y no
debe ser por eso
que no siento
cosquillas.

últimamente siento
que sólo me late
el corazón
si tiene que ver
con vos.

es triste
hermosamente triste.

la tristeza pocas veces
fue tan dulce
como esta condena
de quererte sin tenerte
que me mortifica
cada día
y sin embargo
es lo que me hace sentir
viva.

vos, el dolor
el dulce dolor
la distancia
y los latidos
fuertes
del corazón
cuando te escucho
reír.

quisiera hacerte reír
por siempre
y es egoísta
muy egoísta de mi parte;
quisiera hacerte reír
por siempre
porque siento que
sólo así
yo podría reír
por siempre.

¿es así como
se supone
debe sentirse
el amor?

y vos
los latidos
las risas
hacen que el tiempo
caiga rendido
y se quiebre
frente a mis ojos;
cuando te contemplo
parece que
no existe nada más
en el mundo
que vos.

vos y mis latidos
fuertes.

martes, 17 de agosto de 2010

para escribir [[ catarsis y descarga ]]

para escribir dicen que hay que sentarse
todos los días en un horario determinado
a escribir, para hacerlo un hábito
para entrenarse, para mejorar;
parece que la idea de mecanizar un proceso
tan hermoso y espontáneo como es
para mí, la escritura, está bien
porque si queres vivir de esto
hay que ponerle onda al asunto;
lo que comprendo con esto es que
ni siquiera trabajar de lo que amas
está libre de rutinas o cosas
que te hinchan las pelotas;
lo peor? voy a intentar escribir
todos los días a la misma hora un rato.

otro tema; ya van muchas personas
que me dicen que un buen artista
es una persona infeliz;
¡me da por la re contra cajeta!
¿acaso para ser buena en lo que amo
tendré que sacrificar mi felicidad?
¿qué clase de paradoja enferma y morbosa
es esa? ser infeliz para ser feliz;
no podría vivir sólo de la felicidad
que me da el escribir, necesito llenar
otro tipo de vacíos y necesidades.
yo creo que el buen escritor
capitaliza
todo lo que le sucede, piensa o idea
y de ese modo siempre tiene con qué
trabajar
ahora, estás pueden ser emociones
sentimientos o momentos fuertes
como no, puede ser un mambo cósmico
en la cabeza del creador
o un haz de luz que nos ilumina;
descreo totalmente de que
para ser bueno hay que ser infeliz
y pienso demostrarlo.

casi todo escritor ha hablado
alguna vez de las iluminasiones
y de los hilos que lo mueven
como una herramienta para escribir
algo que alguien o algo nos dicta;
yo creo que es verdad, pero
no siempre es así.
a la hora de escribir creo que soy
esclava de mi alma, mi mente, mis emociones
o sentimientos, o sea, si hay algo
que me mueve a escribir:
soy yo misma
alterada o movilizada por algo
interior o exterior.

me molesta un poco la visión
que hay del escribir como profesión, oficio
pero supongo que al menos un poco
deberé de amoldarme a eso
para ver qué onda, si funciona
y en caso de que lo haga
supongo que para llevar billetes
al bolsillito ito
de la forma que más amo.

¿puede ser que siempre
la vida se las ingenie
para no dejarnos vivir
a pleno nada de todo
aquello que disfrutamos?

y por decir la vida,
hablo de nosotros;
pobre vida, no tiene
nada que ver con
nuestra neurosis severa
y nuestra incesante necesidad
de controlarlo todo
que termina por
dominarnos.

me estoy preguntándo
¿a qué hora debería
sentarme todos los días
a escribir un rato?

sábado, 7 de agosto de 2010

alma mía

Y es así, estamos ella
ella y yo
de acá a la eternidad.

pero no me molesta
podría decir que
es una dulce condena
que cumplo con gusto.

pero es raro que
no me moleste
que alguien decidiese
mi destino.

ella me cae tan bien
es tan hermosa y
tierna que se deshace
en mis manos.

cuando veo la luz
de la luna entrar
apacible por la perciana
sé que esa caricia azul
es su mano dibujando
una sonrisa en mi pecho.

no puedo no pensar en ella
cada vez que mis ojos
se llenan de luz y agua
ella está tan cerca mío
abrazándome y me hace sentir
tan bien, que no parece real.

camino sola por la ciudad
paso a paso, el viento susurra
y su voz es una melodía
que no tiene fin
que me da fuerza para dar
un paso más.

y cada vez que veo las estrellas
ella baila cuál doncella
el polvo fugaz brilla
en la mirada levita
el deseo de ser una con el cielo
cielo alto que te alza
y te llena de colores.

me doy cuenta entre
más lo pienso, más lo siento
que por ella daría el mundo entero
y si no me molesta
la dulce y hermosa condena
que más que condena es
el mejor regalo
que me ha hecho el destino
es porque debo admitirlo
y con mucha honra
que me he enamorado
de ella.

ay alma mía
me llevas y me traes
como una loca
por tu amor
por tu libertad
por esa sensación
que das cuando
vuelas alto.

viernes, 6 de agosto de 2010

nota mental nº11

aunque no quiera aceptarlo
me parece que sucede
estoy a punto de decirlo
la palabra me enmudece

miércoles, 4 de agosto de 2010

Diario de una mente nº 16

Vos estás allá, lejos, en la realidad; yo estoy acá, lejos, en mi fantasía. En mi fantasía existe un jardín con flores y mariposas. En la realidad existe un jardín con flores y mariposas, pero no viven como viven en mi fantasía. Es por eso que hay un muro, un enorme muro que nos separa. Tu realidad no puede hacerme vivir lo que vivo en mi fantasía. Me pregunto porque ha de ser tan cruel, ha de ser tan cruel esa realidad que tenes; yo no la quiero, a mí no me gusta. Puede ser que por eso me esconda y me refugie en mi fantasía. Es que a vos puede que te llene tu realidad, pero a mí no. A mí me llena mi fantasía, mi fantasía que es mía y sólo mía. Podría ser tuya, quizás, si quisieras, pero le tenes miedo a lo que no podes explicar, a lo que no podes palpar con tu mano. Y es mentira, es mentira si pensas que la fantasía es inverosímil, intangible. Es porque vos no te estás entregando a ella que no podes vivirla, es porque te reprimís que no podes sentirla. ¿Es acaso por eso que yo no siento o vivo la realidad? Error, si la vivo y si la siento, pero no me alcanza. Nunca es suficiente. No puedo conformarme solo con esa realidad, no puedo. ¿Por qué? Porque esa realidad no me ofrece todo lo que yo quiero, mi fantasía sí, lo hace, hace todo lo que yo quiero, se amolda a lo que yo quiero. ¿Tu realidad hace eso? No, tu realidad te exige que te amoldes a ella; yo no quiero amoldarme a tu realidad, porque no me gusta. Repito, no me gusta, no me llena. Es por eso que soy como soy, y es por eso que me escapo. ¿Qué haría si no existiera mi fantasía? No lo sé, porque la necesito. Sería estúpido pensar que vivo sólo la fantasía, necesito vivir ambos mundos para encontrar mi armonía. Mi armonía está en ese cruce, en donde ambos mundos, mi fantasía y la realidad, se vuelven uno. ¿Pero qué es exactamente ese cruce? Ese cruce es cuando realizo mis fantasías en la realidad, eso es lo que realmente me llena. Será porque eso que yo no puedo rendirme y amoldarme, que no puedo aceptarla sin más y resignarme a vivir algo que no elijo. Será por eso que yo puedo cambiar la realidad, y vos no.

martes, 3 de agosto de 2010


Sólo ella y su soledad saben de su dolor, 
de su martirio, sus culpas y frustraciones. 
No puede mostrarle su corazón a nadie, 
porque podría morir en el intento, 
por eso se cierra, por eso se escapa, 
por eso mira al atardecer; 
porque sabe que el Sol al morir 
guardara su secreto eternamente.

jueves, 29 de julio de 2010

Agosto

Me gusta el mes de Agosto
Porque por alguna razón
Me parece un lindo mes
Asumo es por su singular nombre
Que me recuerda a frutas
Soles, risas y felicidades.

Agosto me remite al pasto fresco
A la hoja de un libro
A tu sonrisa que se desborda
A ese juguetón rayo de luz
Que me da en la cara.

En Agosto es el día del niño
Y debe ser por los recuerdos infantiles
Felices recuerdos infantiles
Que me gusta.
Todavía soy una niña.

Prendo un cigarrillo
Y veo las líneas de mi mano
Alumbradas por el fuego
Y me parece hermoso.

Es Julio, otro de esos meses
Que me agradan, pero siempre
Me termina asqueando
Llegando a su final
Porque quiero que sea Agosto.

Es que Agosto antecede a Septiembre
Mes de la primavera y las flores
El amor y el calor.
Agosto es esa calidez que te invade
Antes de ser feliz, mientras sonreís
Emocionada y ansiosa.

Agosto es una sonrisa tibia
Palabras desordenadas
El brillo en los ojos
La espera placentera
Esa canción que me gusta tanto
El pasado-presente conviviendo
La armonía, el silencio y la melodía.

Sobre todo la sonrisa tibia.

sábado, 24 de julio de 2010

el bosque perdido

El bosque perdido, secreto, laberintico, que sólo yo conozco, donde me puedo esconder. Mi paraíso íntimo, único, creado, donde los colores definidos se mezclan con el sabor a arroz agridulce y el olor a incienso. Escucho el agua caer, de esa fuente de caña, débil y eterna cascada que me representa el tiempo. La tierra fértil, puedo sentirla entre los dedos de mis pies, como un cosquilleo, algo frio pero que entibiece. El verde absorbe todo, escucho murmullos entre las hojas. “No olvides” dice el bosque, dice él, digo yo.

sábado, 17 de julio de 2010

vos me entendés ~

no te olvides
nunca
absolutamente
nunca
de esa promesa
que pactaste
vos y ella
ella espera
tanto de vos
como vos de ella
prometiste
ser fiel
ser honesta
dejarte y dejarla ser
vivir
vivir lo que sientas
y te toque vivir
sea esto
lo que fuere que sea
te guste o
no te guste
es lo que elegiste
tómalo
o
déjalo
lo tomo
yo digo que sí
sí, siempre
porque el no
tendrá seguridades
pero no tiene
emociones
sí, digo que sí
por la promesa
marcada por siempre
en la piel
que nunca se borra
jamás
como esa bendita
y hermosa
palabra
SÍ.



[[ estamos juntas en esto
para siempre ]]

domingo, 11 de julio de 2010

Me gusta entregarme al azar del tiempo, a las locuras de mi mente, a la inmensidad de mis sentimientos y emociones.
Me gusta jugar con todo lo que soy, lo que podría ser algún día y lo que me es, de alguna forma, totalmente imposible.
Me gusta desplegar mis alter ego's y tener largas charlas conmigo misma.
Me gustan tantas cosas, que no quiero dignarme a enumerar, pero todas forman parte de ese hábito, de ese derecho al que llaman vivir.
Podría decir, entonces, con suma complacencia, que me gusta mucho vivir. Sí, eso, me gusta mucho vivir.

sábado, 3 de julio de 2010

basta
para

basta
de
jugar
a
ese
juego
morboso

basta

basta

yo
digo
que
no

al
menos
hoy

basta.

viernes, 2 de julio de 2010

Reflexiones con una imagen desvanecida

¿a quién le importa tu dolor?
es tuyo y nadie puede sentirlo.

se apiadan, te compadesen,
sienten culpa e incluso lástima
pero en realidad, no les importa.

no les importa porque
no lo comprenden
ni quieren comprenderlo.

¿por qué alguien se tomaria
la aparente molestia
de intentar vivir o comprender
tu dolor?

sólo harían algo así por amor
y ni siquiera, ni siquiera por amor
lo hacen incluso.

no entiendo como hace
la mayoría
para tener tan poca empatía
con su entorno.

no sé cómo hacen para
ignorar tan fácilmente
que uno se parte al medio
frente a sus ojos.

ya no sé si la gente se hace
la boluda
o realmente lo es.

comienzo a pensar que se hacen
muy bien los boludos
y es eso mismo lo que los hace
unos pelotudos importantes.

¿y a quién mierda le importa
mi puto y forro dolor?
por mí pueden irse todos al cárajo
estoy cansada, realmente
muy cansada
de su intento de humanidad
de su humanidad vana
su humanidad de mentiritas.

¿puede ser que haya tan pocas
personas en este mundo?

jueves, 1 de julio de 2010

Reflexiones con la cama

comprendí que el fin último del ser humano
es expandir y dispersar su alma por el mundo
que es nuestra forma de eternizarnos
de inmortalizarnos, de ser el 'todo'
es por eso mismo que compartimos nuestra alma
ya sea desde el arte, el trabajo, el amor
como un sin fin de formas mas.

entonces ¿qué sucede con aquellos que
intentan sin cesar apropiarse de su alma, egoístas
apresándola dentro de ellos mismos, cerrándose
y obligandose a mantenerla aislada?

el alma, al igual que el amor
no tiene sentido si no se comparte
y se marchita lentamente hasta
perecer.

nuestra alma es el todo y debe ser libre
porque liberando el alma, poco a poco
es como nosotros mismos somos libres
y volvemos al todo del que partimos
alguna vez.

viernes, 25 de junio de 2010

si yo digo que no
vos vas a decir que sí
he ahi la trampa
el paradigma del juego
cuando yo no quiero
vos queres
cuando yo quiero
vos no queres
¿sabés qué es lo
más difícil?
decir que sí
o que no
al mismo tiempo.

por eso cuando pasa
es demasiado
hermoso.

martes, 22 de junio de 2010

Diario de una mente nº15

y quizás me gustaría, entenderlos
a todos ellos, todos ellos
cómo pueden poner su vida
su sonrisa, su felicidad, su alma
en la mano de alguien más.

no, no puedo, no lo entiendo
no, no lo entiendo
si justamente eso es lo que
busqué tanto tiempo poder
desechar.

no quiero pertenecer a la mano
de nadie
no quiero depender del calor
de nadie
no quiero llamar falsamente libertad
a ese encierro consentido.

pienso que me gustaría
por momentos
tener ese valor, esa cobardía
de poder ser peso muerto
para otro, y no para mí
y así, puedo decir
es tu culpa, tu culpa
es tu culpa no hacerme feliz
es tu culpa no estar, no venir
no hacerme sonreír, no darme
no amarme, no sentirme
es tu culpa, y tu culpa
y nada más que tuya
si yo me entregué a tu mano
fuiste vos el que me fallo
el que me desprecio y desperdicio.

pero no, no podría
me sentiría tan absurda
y más que absurda
me llenaría de asco mi actitud
infantil y cobarde
y no puedo evitar sentir
esa repulsión cuando los veo
a todos los demás haciéndolo
es que, me dan asco
mucho asco.

es que acá nadie valora
su vida, su libertad
sólo quieren ponerse
en las manos tibias de
alguien más, casi no importa
quién
mientras esa mano sostenga
esa mano brinde algo para
conformar su vacía e insulsa
alma, alma devastada y menospreciada
por esos mismos que la entregan
sin pena ni gloria
que la tratan como un "algo".

puede que por momentos
me den envidia y quisiera
sentir, al menos un minuto
algo así
pero al fin y al cabo
me dan lástima
porque ninguno de ellos
sabe el verdadero valor
de su alma
ni son verdaderamente libres.

prefiero mi soledad y locura
esta libertad y esta amargura
dulce amargura
a ser una mariposa volando
en la mano de alguien más
esperando que me saquen
el tedio trabajo de
vivir por mí misma.

lo admito,
soy muy orgullosa.

viernes, 18 de junio de 2010

El pasado ~

Pienso que el pasado
construyó lo que hoy es
presente
y lo que hoy es presente
contruye lo que mañana
será presente
y el hoy presente
será pasado.

Esta secuencia es lógica pura
innegable por dónde se la mire
aunque podamos discutir que
el presente en sí mismo no existe
pero esos son temas más filosóficos.

Cosecharás lo que siembras
es un viejo dicho que
corrobora mi planteo.

Si hay algo que comencé a notar
que no soporto
es cuando el pasado comienza a
entremezclarse y desbordarse
al presente.

¿Por qué ahora? ¿por qué?
porque mierda no te quedas ahí
dónde perteneces, lejos e intangible
para mí
no, no podes, tenes que aparecer
una y otra vez, sin que te llame
o incluso cuando te llamo
no vengas más.

No entendés y no, no entendes
que no te quiero más en mi vida
quiero desaparezcas
o eso quiero querer
porque en realidad
lo que tanto dolor produce
es justamente esta sensación de mierda
de saber que el pasado es irrecuperable
y no porque no podamos intentarlo
de nuevo, una y otra vez
porque podamos volver a estar juntos
unidos, cercanos e íntimos
compartiendo otros tantos momentos
como los que solíamos compartir
sino que es el hecho
maldito y puto hecho
de saber que es imposible.

Saber que te perdí
para siempre
eso me hace mierda.

No quiero que me refriegues
en la cara el hecho de que estás
por ahí, vivo y feliz
mientras yo ya no puedo
ser feliz con vos.

lunes, 7 de junio de 2010

Diario de un alma nº6

sentir el sentido
me guiará
al momento adecuado
y al lugar apropiado.

ahí podré dar a la luz
lo dejaré nacer
para que sea libre
y tome forma y vida.

no me gusta apresarte
pero me gusta sentirte
cerca
me encanta dejarte libre
pero temo te alejes demasiado.

debo admitirlo
es miedo
es miedo de perderte.

y es que nunca podría
perderte
porque desde el momento
que tomaste forma y vida
ya no eras mío, eras tuyo
ya te perdí, pero te gané.

tengo miedo
lo admito
tengo miedo a perderte
y es irracional, ilógico.

tengo miedo

tengo miedo a que
me olvides.

¿tengo derecho a exigirte
porque yo te di a luz,
te construí para que tuvieras
vida?

es un proceso complejo
poder dejarte ir
pero bien sé que es lo
correcto.

estoy orgullosa de crear
vida y expresión
no importa si
no vuelven nunca más.

decirlo es más fácil
que sentirlo
será un largo proceso.

sentir el sentido
para poder
darte a luz
y puedas vivir.

mereces vivir
tenes que vivir.

martes, 1 de junio de 2010

condena

tus muros son de papel, una palabra o una mirada, los pueden romper,
y vos te sentis segura, cuidada, como si estuvieras a salvo del mundo,
de ese bicho enorme y amorfo, que balbucea y no entendes,
pensás que así te estás salvando, pero bien sabe el destino, te estás condenando;
ni siquiera ese mostruo al que llamas mundo, al que tanto temes
tiene tanta fuerza para destruirte, como vos misma,
y vos misma es todo lo que te dejas tener.
bang! tarde o temprano, estarás muerta bajo tu propia mano y decisión.

Reflexiones con la madrugada

si lo creo,
sucede.

lo que doy,
me lo doy.

lo que no doy,
me lo quito.

si no me doy,
me estoy quitando.

si no me doy,
no existo.

si lo creo,
sucede.

si lo hago,
sucede.

si "poder, se puede",
entonces puedo.

si puedo,
pienso.

si pienso,
creo.

si creo,
hago.

si hago,
sucede.

si sucede,
soy.

si soy,
me doy.

si me doy,
existo.

si existo,
puedo vivir.

si puedo vivir,
pienso.

si lo pienso,
siento.

si siento,
estoy viva.






si estoy viva,
puedo cualquier cosa.






[[ asumir ]]

y así fue como un día
se atrevió a ver más allá
de sí misma y de su
apretada burburja.

ese día, ella descubrió
que podía ser libre.

lunes, 31 de mayo de 2010


romper las cadenas
de lo cotidiano,
abrir las puertas
a lo extra-ordinario.