and I say

wake up and be ~

lunes, 23 de diciembre de 2013

El pequeño monstruo ~

Había una vez - como siempre - un pequeño monstruo que vivía en un bosque encantado. No provenía de allí, pero ese paraíso de la naturaleza era su hogar, su verdadero y único hogar. Muchos podrían decir que estaba solo, porque no había otros monstruos, pero estaba más que acompañado. El cielo, el sol, la luna, las nubes, las estrellas, los árboles, las plantas, las flores, el pasto, el lago, las rocas, la tierra, todo insecto y animal, estaban con él; también habían seres sin forma física que le contaban historias y con quienes salía a jugar. Era feliz en aquel lugar, todo le daba paz y la pureza del aire le llenaba los pulmones con la hermosa sensación de sentirse vivo. Aprendió a compartir, a cuidar a sus amigos y su entorno, a ser independiente, a expresarse, a dar y recibir todo lo que tenía, que no era otra cosa que él mismo. Pero un día, cuando se adentró a explorar la oscuridad y profundidad de una cueva, se lastimó el pie. Lejos del cielo y todo lo que conocía, el pequeño monstruo tuvo miedo. 

No veía nada más que infinita oscuridad y aunque sabía que las rocas y el polvillo, la tierra, estaban con él, se sintió solo. Solo con su mente y su alma, empezó a naufragar por pensamientos que nunca antes había tenido. La existencia, la vida, todo lo que le quedaba por ver y conocer, el asombro y el temor a lo desconocido. Intentó salir, con mucho dolor se deslizaba sobre sus pasos pero no llegaba a la salida. Tenía hambre, estaba exhausto, la oscuridad era tan penetrante que sentía que podía dormir con los ojos abiertos. Así fue como ya le costaba diferenciar si estaba dormido, o si estaba despierto; incluso el paso del tiempo le resultaba confuso, ya que sin la luz no podía distinguir si era noche o día, las horas pasaban como días y los días como años. Llego un momento en el que había pasado tanto tiempo, o al menos eso sentía él, que no estaba seguro si su vida en el bosque había existido o acaso la había soñado. Cuando empezó a perder la esperanza, unos ojos brillantes se posaron sobre él, grandes y verdes. El pequeño monstruo estaba contento, al fin no estaba solo, y a su vez, se sentía algo amenazado. Aquellos ojos lo observaban desde lejos, nunca se acercaban y no importaba cuánto intentara llegar a ellos, siempre se movían y estaban lejos de nuevo. Habló, después de mucho tiempo; su boca había estado tanto tiempo sellada que se sintió pesada y sus labios se movían con lentitud. ¿Quién sos? - le preguntó - ¿Por qué no me dejas verte? Pero el silencio reinó y no tuvo respuesta. 

Rodeado de oscuridad y silencio, el pequeño monstruo empezó a reflexionar y pensar en toda su experiencia; también notó que el silencio lejos está de ser mudo, más en su aparente vacío encontró palabras. Sus dudas y preguntas oscilaban de un lado a otro en su mente, hasta que al fin dio con una respuesta. Lamió su herida y la abrazo con sus manos, dejó de moverse y esperó, esperó a sentir fuerza en su cuerpo de nuevo antes de buscar salir otra vez. No increpó ni buscó más a los verdes ojos brillantes, solo se quedó allí, sentado, abrazándose y esperando, esperando el momento. Cerró los ojos y se hundió en un sueño, recordó su anterior vida en la cual todo era feliz para él y se sintió bien, pero a la vez, sentía que ya no era lo mismo y no tenía el mismo sabor. Lo sentía algo irreal pero al mismo tiempo, mucho más fuerte. Cuando abrió los ojos vio los ojos verdes brillantes frente a él. No dijo ni hizo nada, solo se quedó mirándolo lo que pareció ser una eternidad. Entonces llegó el momento, sabía qué tenía que hacer; se levantó y camino dolorido con paso firme, sin mirar atrás, sin pensar en otra cosa que la luz de la salida, del exterior, de su hogar. Caminó y caminó, sin detenerse, sin flaquear, sin pensar en otra cosa que en el cielo nocturno y la luz de la luna acariciando su rostro. No perdió la esperanza porque ya no tenía esperanza, tenía la certeza de que saldría, esta vez saldría y todo sería diferente, nada sería como antes, y eso estaba bien.

Cuando quiso darse cuenta, sus ojos, tan acostumbrados a las profundidades, parecían quemarse de tanta luz; sin embargo en su cuerpo sentía la brisa, en su nariz el olor a pasto mojado, en sus pies sentía a las hormiguitas que lo saludaban. Caminó, ciego, por el bosque hasta llegar al árbol más grande y antiguo. Se sentó en sus raíces y cerró los ojos, al igual que como había hecho en la cueva. Esperó y esperó, cuando sintió la noche, los abrió y podía ver, en la oscuridad, otra vez. Temió entonces, acaso será que ya no podría ver la luz sin enceguecerse. Se alimentó, se baño en las frías aguas del lago, ayudó a sus amigos y charló con los seres de la naturaleza, les contó su historia y ellos le contaron la suya, lo habitual. Cuando llegaba el amanecer, otra vez la luz parecía lastimar sus ojos, y el dolor era insoportable. Cerró los ojos de nuevo y fue así, cada vez que el Sol estaba presente; pero siempre que el pequeño monstruo cerraba los ojos ante la presencia de la luz, los ojos verdes y brillantes aparecían dentro suyo, y lo observaban en silencio. Él sabía que sería así, quizás para siempre.

Sin saber si era acaso un sueño, su imaginación o la realidad, se vio de nuevo en la cueva ¿había salido? Pero esta vez no hubo miedo ni soledad. A lo lejos un destello lo guiaba; se dirigió sabiendo qué lo esperaba al final. Otra vez, aquellos ojos, en las profundidades, lo observaban. El pequeño monstruo fue hasta él, y él esta vez se quedó quieto, a la espera. Entonces, lo vio; los ojos verdes pertenecían a una bestia que se erguía ante él, sus dientes eran puntiagudos y tenían un leve rastro de sangre. Lo miro, limpió sus dientes y lo abrazo con ternura. La bestia a pesar de su apariencia, se mostró mansa. El pequeño monstruo guio a su nuevo amigo hasta la salida y cuando salieron de la cueva, se vio solo. Sentía un cosquilleo en su rostro, entonces abrió los ojos, unos ojos verdes intensos y vio la luz del Sol que lo invitaba a buscar una nueva aventura. El pequeño monstruo decidió aceptar la invitación y abandonó todo lo conocido y la comodidad de su hogar, para ir al encuentro de nuevas cuevas y nuevos soles.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Cosasquemehacensentirbien ~

A veces me resulta increíble que tan al alcance tenemos la posibilidad de sentirnos bien, y si no hacemos nada para sentirnos bien al menos cinco minutos no tenemos derecho a culpar a nadie más que a nosotros mismos. Porque convengamos que no necesitamos mucho más que mover nuestras piernas, hacer pie pie y caminar por ahí con o sin rumbo, observar el cielo, escuchar una canción, sonreír, dar un abrazo, acariciar el alma en esos pequeños actos de amor que nos llenan. Podría enumerarlos, pero para cada cual es distinto y cada uno tiene su lista. Mi lista es larga, pero lo que nunca falla es ver alguna película o serie, leer, caminar, el cielo, los animales tan puros, la música, la familia y amigos, observar a oscuras o con lucecitas el techo de mi cuarto mientras estoy tendida en la cama. A veces se pueden combinar, puedo mirar el techo a oscuras escuchando música acompañada de algún amigo, alguien especial o mis perras; o leer algún libro de esos que te giran el universo tirada en el pasto y de a ratos observar el cielo a través de las ramas de los árboles. La cuestión es simple, si no estás bien y no haces nada de tu lista de cosasquemehacensentirbien, creo que no entendiste nada y que deberías permitirte estar bien, aunque sea un rato porque ese rato, más no sean quince minutos, hacen que hasta el peor día, mejore. Hacelo, haceme caso, yo sé que no te vas arrepentir (:

domingo, 1 de diciembre de 2013

nº1

- ¿Sabes por qué sé que no me ves? Porque estoy agonizando y me crees cada vez que te digo que estoy bien.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Diario de un alma nº43

No somos imprescindibles, no somos un punto fijo en el tiempo, el mundo existiría con o sin nosotros; posiblemente sería distinto dependiendo de nuestra influencia en la sociedad pero lo más seguro es que una gran mayoría no haría una gran diferencia si desapareciera. Me pregunto si es eso lo que piensan las personas cuando se suicidan. Creo que nadie puede negar que alguna vez, al menos una, quisieron desaparecer. Es que la idea de la nada, el vacío, el descanso, el poder frenar y suspenderse en el tiempo es algo tentadora. Igual tiene su cuota de absurdo ya que, bueno, creo que no sabemos cómo se siente desaparecer; entonces solo idealizamos sobre eso y lo deseamos, lo deseamos porque fantaseamos con la idea pero no hacemos nada para concretarla.

Somos mentirosos y nos engañamos constantemente. No sé muy bien por qué, algunos dicen que es porque no podemos lidiar con la verdad o nos da miedo. Tampoco entiendo por qué siempre todo nos da tanto miedo, si la vida es como una especie de juego, una aventura y dejarse llevar por ella es una de las cosas más bellas e intensas que tenemos. De hecho, lo único que realmente tenemos, de donde parte todo, el resto son subtramas que se desprenden de eso. Pero de alguna forma el dolor parece malvado y está tan estigmatizado. Hay demasiadas cosas estigmatizadas, rechazadas y tratadas con tanta asquerosidad y rencor, bronca, ira, molestia, enojo.

A mí me gusta como mis emociones se mezclan dentro mío y vivo en la incertidumbre emocional, del alma, cuando no sé cómo voy a estar o reaccionar del todo, cuando se vuelve impredecible y puedo ser lo más espontánea posible. Obviamente todos tenemos patrones, y ciertas viejas mañas, nadie lo niega. A veces fantaseo con la idea de desaparecer, porque esa mezcla se vuelve demasiado homogénea en tintes grises oscuros y un gusto a insulso, desgastado y una pena profunda.

A veces todo me parece absurdo o un sin sentido. No entiendo del todo nada, entonces voy por la vida probando, equivocándome y tanteando opciones, caminos, lo que puede suceder. Algunas de esas veces, me quedo detenida frente a un callejón o un bosque infinito, no sé a dónde ir ni qué hacer, y entonces aparecen mis ganas de desaparecer. O mismo cuando siento que mis emociones superan mi ser, se hacen demasiado inconmensurables y no sé como manejarlo. Es cierto que algunas veces se siente increíble, como cuando me desborda la emoción de estar viva, pero otras es bastante tedioso. Camino y camino, sin rumbo la mayoría de las veces, viendo hasta donde puedo llegar; esa es una de las cosas que más me gustan, porque me encanta saber qué tan lejos puedo llegar, hasta donde llega mi voluntad, que tan alto puedo escalar para ver el mundo desde otra perspectiva.

Así y todo, tengo algunos objetivos, algunas ideas, anhelos. Saber hasta donde puedo llegar y hacer que mi ser sea imprescindible para el mundo. Quizás parezca algo egocéntrico, sí, pero eso es lo que siento. Yo quiero que todos mis infiernos en vida y tanta caminata valga la pena para alguien más que mi misma.

domingo, 24 de noviembre de 2013

La arena y la fría agua del mar en tus pies ~

Como las palabras, las acciones también están sujetas a factores, variables, circunstancias y tonos. No es por lo que dijiste, sino por cómo lo dijiste. El fino hilo de la comunicación y la comprensión amenaza con dar giros de 360º cuando las palabras son las indicadas pero no están en un buen orden o fueron dichas en un momento inoportuno o con una voz que expresó una emoción no buscada. También está el tono, el momento pero las palabras que faltan o una mala elección. A veces tomamos malas decisiones. Y no hay nada que les guste más a las malas decisiones que perseguirnos con su karma, consecuencias y la tristeza de darte cuenta que sos un ser humano pelotudo. No quise decir eso, quise pero no quise que lo interpretaras así. Cómo podes enojarte tanto ¿acaso no te das cuenta de la dificultad y complejidad de la comunicación? Sé que alguien me cae bien cuando quedarnos en silencio no es incómodo. También me hace bien cuando una persona me cuestiona, pregunta y le interesa saber mi razonamiento o el por qué, para qué de lo que hago. Me tratan de persona, amo ser tratada como la persona que soy. No soy un cálculo matemático ni un caso en tu libro de Freud. Antes de hablar de mi neurosis obsesiva deberías mirarte al espejo. Que fácil es ver lo tangible, lo obvio y predecible, que fácil es quedarse con lo poco que se ve a simple vista. Por eso vos ves un sombrero y no una elefante dentro de una boa; que en realidad también puede ser un elefante aplastando una boa porque tenía miedo o no la vio o se pelearon a muerte por una ensalada de frutas. La falta de creatividad o de imaginación, es algo que me perturba. Me pregunto seriamente cómo hacen los humanos que no tienen la capacidad de ver el mundo con cierta magia o no son capaces de crear algo que no existe para darle vida. Igual crean más de lo que creen; crean ilusiones, escenarios para que se den las situaciones que esperan, una mentira para seguir escapando, una excusa para no hacerse cargo. Lo bueno de que el río fluya es que nunca es la misma agua y cada vez que mojo mis pies, es única. Único el momento en el cual sentís que estás donde queres estar y todo cobra sentido. Sentido que quizás carezca esto para ustedes, pero para mí le sobra. Subjetividad, nuestro caballito de batalla para decir que todo es según lo que se me de la gana y vos no podes decirme nada porque soy yo, y es mío, mi subjetividad, mi mundo. Pero cuando nos resguardamos tanto en la subjetividad y lo relativo, nos alejamos de la idea de armonizar nuestras frecuencias para llegar a comprendernos o viajar ida y vuelta cuantas veces quieras de un universo a otro. Si siento la nieve en mis pies es porque el invierno ya llegó en tu parque de diversiones y la otra, la lejana, estaba jugando ahí. Soy la imagen que creas de mi en tu mente. Nunca soy yo si no es conmigo y eso también es mentira. Todo es mentira hasta que se demuestre lo contrario y casi nunca puede demostrarse. También aplica a la verdad. Que necesario el placebo para olvidar, que innecesario es olvidar de todos modos. Hacemos las cosas al revés. Recordar para no olvidar, no olvidar para crecer, crecer para no necesitar placebos. Pero es tan difícil, quién lo diría, que la vida no es justa me lo repitió siempre mi vieja. Pero mi justicia es subjetiva y hasta donde yo sé, todo tiene sentido. Víctima, victimario, culpable, juzgado y la muchedumbre que mira por morbo, todo eso somos. No sos diferente a cualquiera de nosotros. En algún lugar de la galaxia debe de haber una estrella muriendo que desde acá parece estar más viva que nunca. Hasta las estrellas nos engañan, qué podemos pretender de otros seres de nuestra raza. Pero ellas no quieren mentir, no creo que este en su naturaleza, lo hacen sin querer, por eso está todo bien con ellas. Solo son fenómenos de la ciencia. Cience, bitch. Cuando cuentes hasta cien posiblemente ya se haya ido aunque la veas ahí. A veces somos fantasmas, o una sombra. Cuesta abrazarte cuando pareces vivo pero ya estás muerto. Sos una estrella, pero a vos te destruyeron como a la estrella de la muerte. Ese es el problema, no te dejes desanimar, no te dejes matar. No, no te dejes, porque es tu decisión, como todo. Es mucha responsabilidad, es mucha presión. Más cuando si tomás una mala decisión el karma te sigue y parece que no importa que tan rápido corras, siempre te alcanza. Pero basta, no corras más, dejate alcanzar. Cuando con los pies descalzos sientas la arena y la fría agua del mar, vas a saber que lo lograste. Ya no va a importar el resto, está bien, porque el resto es historia. Lo que tenes que hacer es pensar en el no resto, que ahí es donde se define todo. Apostar, poner todo, correr el riesgo, no correr al riesgo ni dejar que el riesgo nos corra. Basta ya de presionarse. No hay esto es así, no hay una única manera, aunque a veces lo parezca, aunque a veces queramos creerlo. Encontrar mi manera, quizás solo yo la entienda, pero es el punto. Yo voy a estar conmigo toda mi vida, vos es posible que te pierdas en el medio o te quedes a un costado del camino. Por qué fue tan necesario, estar lejos para estar acá, lejos estoy cerca. Abraza mi fantasma e invocame. Acá estoy yo, esperándote. Mojando los pies en el río, sintiendo el frío del parque de diversiones en plena primavera, y se viene el verano; ese verano en el que quiero estar, ahí, cuando te detengas y sientas la arena y la fría agua del mar en tus pies. Y ahí vas a entender, que sos vos y que es también el otro, el lejano, que está buceando conmigo. Esta es una forma excéntrica de decirlo, pero es la que me nace. Hola, quiero estar con vos cuando despiertes y que cuando me veas, me veas. De verdad. Te juro que esta vez no miento. Ni estoy escapando. Gracias hoja por otra noche. Buenas noches, para vos también.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Diario de una mente nº23

Tenemos una tendencia a lo absolutista. Hay una especie de necesidad en valorar algo de forma concisa y directa, como para evitar pensar en lo circunstancial, así no tenemos que analizar todo el tiempo cada hecho. Seamos honestos, ciertamente es cómodo y tenemos una tendencia a lo cómodo también. Lo típico es catalogar lo que está bien y está mal. Creo que ninguno de nosotros escapa a eso, e incluso los de mente más abierta caemos ante ciertos aspectos de la moralidad y prejuicios.

Me vi pensando en lo predecible, la rutina y lo inesperado. Dentro de la mentalidad moderna está esa ola de pensamiento que dice que lo predecible y lo rutinario es aburrido, nos desgasta, mientras que lo inesperado le da cierto sabor a la vida y es genial. Bueno, definitivamente entra dentro de ideas absolutistas que me resultan absurdas.

Lo predecible, la rutina, lo establecido. Casi siempre que salgo de casa me calzo mis auriculares y escucho música mientras camino, si viajo en colectivo suelo mirar por la ventanilla a las personas que vienen y van, el cielo y los árboles, hay días que tengo designados a ver a mis amigos o creo ritos, hoy es el día dé, hacer tal o cual cosa. Cada vez que llego a casa me muero de amor con mis perras, que me saludan a lamidas y saltos, cuando veo a alguien que quiero suelo darle un gran abrazo, los sábados o domingos en su defecto, veo a mi abuela. Hago cruces con las baldosas la mayoría de las veces, me encanta ver el cielo a través de las ramas de los árboles tanto como recostarme en mi cama y mirar el techo a oscuras, si es con música suele ser más lindo pero a veces el silencio es mi mejor compañero. Mi vida está llena de pequeñas rutinas, de actos predecibles, pero que nunca pierden su magia y siempre se sienten hermosos, cada momento a su manera, pero ahí están, predecibles y rutinarios como de costumbre, cómodos, y que me hacen bien. También hay rutinas que me desgastan y hago con desgano porque son una especie de obligación o algo que sencillamente no puedo evitar.

Lo inesperado o impredecible, sí, a veces es genial. Me encanta que algo me arranque de mi rutina y vivir alguna aventura, algo que estaba fuera de mis planes. Pero, no siempre está bueno, ya que a veces esos hechos son algo que me hace mal o no me gusta, viene de la nada, no sé cómo manejarlo y me angustio mucho.

El punto es simple, como este caso, está lleno de otros que son igual de circunstanciales. Y pienso que me molesta la forma en que todo se mide de una forma tan cuadrada o arcaica y a partir de eso lo juzgan a uno.

Creo que me cansé de que me digan cómo tiene que ser o sentirse lo que pasa en mi vida o mi vida misma. Y sí, me gustaría que hubieran más personas que detuvieran sus labios antes de definir algo de forma tan inamovible. Sería una de esas cosas impredecibles, pero de las lindas.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Calambres en el alma ~

Nos reímos porque lo necesitábamos, nos hacía falta, lo ansiábamos con todo el corazón y cuando nos reunimos utilizamos cualquier excusa para desatar las carcajadas ignorando el nudo en la garganta. Incluso brotaron lágrimas de felicidad de nuestros ojos, así de fuerte, estallaba más allá de nuestro cuerpo. Tomamos el momento, lo hicimos nuestro, pero sabíamos que la inconmensurable belleza deviene de lo efímero. No queríamos que termine, hicimos lo imposible para que perdure ese brillo en nuestras miradas donde las lágrimas de culpa querían escapar. Culpa de sentirse tan bien pasando por una circunstancia tan delicada. Entre los ecos, ya no estabas. Entre tu ausencia y aquel peso que quebraba los hombros, empezamos a desnudarnos y a mostrarnos de verdad. Poco a poco, palabra a palabra, mirada a mirada, entre movimientos de manos, café y la voz quebrada, se dejó ver la honda tristeza. Hablamos porque lo necesitábamos, nos hacía falta, lo ansiábamos desde el comienzo de la noche, poder desatar el nudo y poder deslizar letra por letra todas esas marañas de pensamientos que nos rondaban la mente hace días, días y días, esperando poder gritarlo sin gritar, decirlo sin decirlo, el miedo era poderoso y con él llegó afrontar una realidad que no queríamos que exista, que esté ahí. Porque no sabíamos qué hacer, cómo solucionarlo, porque no podíamos ser héroes y heroínas de alguien más allá de nosotros mismos, no podíamos hacer nada para salvarlo. Cuánta impotencia, indignación, cuánto sentir que ya no cabía en el alma, que ya dolía de su intensidad. Hacemos lo que podemos, intentamos, nos comprometimos a hacer, accionar, a tratar, quizás así podríamos lograr algo. Pero yo sabía que eso no bastaba, porque no era nuestra decisión. Lo mastiqué alrededor de una hora hasta que lo dije, el silencio fue tan denso como un golpe directo al pecho. No quiero aceptarlo, pero es verdad. Cuánto pueda, haré, pero no corre por mi cuenta, ni por la de ellos, sólo él puede hacer algo. Puede siempre que quiera, y asusta la idea de que no quiera, de que no se de cuenta lo importante que es, de que ya no sonría ni se ría cuando nos reunimos utilizando cualquier excusa para desatar las carcajadas ignorando el nudo en la garganta. Cuando la presencia es ausencia, cuando la ausencia es desoladora, cuando ya no sabes qué hacer. Queres, queres saber, queres tener una respuesta, queres hacer magia y que simplemente desaparezca, cargar con el dolor ajeno tan solo para verlo sonreír otra vez. Porque te das cuenta, que esa dulce sonrisa que se forma en sus labios es una falacia. Tragas humo, tragas dolor, tragas alcohol, tragas lágrimas, te sofocas en cualquier placebo que pueda hacerlo más llevadero. Querer abrazar tu sombra esperando que al menos un poco de todo este amor llegue a vos. No queda nada, más que la sensación de angustia. Si tan solo pudiera, si tan solo pudiera. Pero no, no podes. Asimilar la impotencia te destroza. Entonces, aguantamos como siempre, callamos, y así el nudo se forma aún más potente, esperando otra noche. Quiero una noche donde las risas no sean para olvidar, sino para recordar la dicha de estar juntos, de la vida, de que nos tenemos unos a otros, porque nos tenemos, aquí estamos, y nos abrazamos dándonos fuerza para seguir adelante. Y así, seguiremos, como siempre quizás hasta el día que no seamos más que una sombra que nadie puede abrazar.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Siempre todo estará bien ~

El presente tiene esa particularidad de percibirse intensamente, cuando desde ese pequeño e insignificante punto miramos hacia atrás todo parece más liviano de lo que fue y cuando proyectamos o tratamos de enfocarnos en el futuro, todo parece inalcanzable. En el momento, suele parecer de vida o muerte, que nunca vas a salir de ese poso, que esa intriga no será resuelta, el duelo no finalizará, el miedo se ve imponente y nos hace su puta esclava, nos sentimos débiles e incapaces, entran las dudas, se formulan y re-formulan preguntas; en el momento, lo sentimos como amplificado, más fuerte, más pesado, más intenso, sí. Pero si lo pensamos, en aquel ayer estábamos igual y seguimos adelante para darnos cuenta de que hayamos conseguido o no lo que queríamos, estamos bien o al menos lo estaremos; es una fórmula simple: si queres estar bien, tarde o temprano, vas a estar bien. Todo aquello tan urgente y tan extremista se ve con cierto melodrama; a veces pensé, por qué no lo tomé con más calma siendo consciente de que pase lo que pase, voy a estar bien. Porque quiero estar bien, todo va a ir bien y de alguna forma voy a dar vuelta todo el tablero para que el jaque mate lo haga yo, y a vos, te va a caber una bocha. Ayer protagonizaba un melodrama que hoy me parece insulso o sí, fue jodido, pero no fue para tanto; la lluvia de asteroides ya pasó, no fue para tanto. Entonces quizás haga bien, pensar un poco menos o enfocar la mente en lo positivo, sentirse menos presionada y dejarse llevar un poco por lo que pinte y algo va a salir, si sé que salga lo que salga, yo voy a tirar magia, todo va a estar bien. Eso, es lo que debería repetirme todos los días, ya que antes lo leía día a día en el pequeño techito de mi vieja cama: pase lo que pase, siempre todo estará bien. Porque sí, es simple, si yo quiero, puedo. No cabe duda entonces, voy a poder; las causas perdidas siempre serán mis favoritas porque poco es tanto cuando poco necesitas y entonces te das cuenta, que todo se fue con el huracán; ahora es tu turno, de volver a empezar. Vamos, cambiemos las cosas de una vez por todas. Después de todo, se resume a algo muy básico: encontrar la forma de ser feliz. Y si yo ya sé cómo ser feliz ¿qué tanto tengo que pensar? sólo a una cosa hay que darle la vuelta, al cómo, al medio, pero el resto, posta, de verdad, es historia.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Madrugadas perfectas ~

Hay un momento de la madrugada que es perfecto; no es siempre a la misma hora, tampoco podemos apreciarlo todos los días. Es como si el espacio y tiempo se vieran alterados, mi alma flota en una eternidad que se siente liberadora y llena de paz. Las pequeñas luces danzan y embriagan mi habitación con calidez, yo salgo de viaje con ayuda de mis auriculares que me hacen sentir dentro de cada canción. La música y su efecto placebo, tengo debilidad por las bandas de post-rock que con su armonía me hunden lentamente hasta que puedo visualizar el fondo de aquel lago del sur, donde el azul parecía cielo y todo estaba en su lugar, se sentía más real. Bebo un sorbo más de cerveza, el alcohol en la sangre me genera cierta tranquilidad y mi cuerpo es liviano como el suspiro de una persona cuando se siente realizada. Las burbujas a contraluz, la memoria se encuentra con la nostalgia y entonces florecen imágenes de aquellos momentos preciados y que se sintieron tan perfectos como ahora. Aún así, no hay pasado ni futuro, no hay más que esta eternidad, arrebatando de mi mente todos los miedos, inseguridades y presiones, hasta que me encuentro llena de felicidad y paz, sabiendo que al menos en este bendito momento no hay nada más y no tengo necesidad ni quiero otra cosa que lo que siento y estoy viviendo, logrando que el ser sea libre. Después de que pasa, se siente una pequeña tristeza, no porque haya duda alguna de que otro momento perfecto llegue, sino por el hecho de que a veces todo aquello que está en el medio, se siente insulso. Excepto, claro está, por esas otras perfecciones, que no se dan a la madrugada sino cuando abrazas a una persona amada, ves sonreír a un niño o el cielo a través de las ramas de un árbol, escuchas la lluvia o te reís tan fuerte que sentís que nada más importa.

jueves, 31 de octubre de 2013

Las hadas existen ~

Qué tan natural es sentirse incomprendido; tengo dos visiones respecto a eso. Una de ellas es bastante simple, la llamada incomprensión es una barrera ficticia que ponemos entre nosotros y los demás. La otra, es bastante triste si la pensas, y es que en realidad no existe el entendimiento, la comprensión se logra con mucha profundidad, confianza y empatía por lo cual lograrla realmente con alguien es bastante complicado. Tenemos un mundo lleno de millones de seres humanos, pero parece que siempre nos cruzamos con personas que no pueden comprendernos. Entonces ahí apelo a la primer simple opción, y es que se trata de ese muro que levantamos invisible frente a nosotros. Si lo pienso, con la cantidad de personas que están vagando por el mundo ¿es tan difícil encontrar a alguien que nos comprenda? parece una situación de película o novela. Digamos que las probabilidades en sí parecen altas pero al mismo tiempo son bajas. Sí, hay millones de seres humanos en el mundo, pero ¿con cuántos nos relacionamos de verdad? Entonces ahí pienso, bueno, quizás no es que mi coraza es tan resistente y ni siquiera yo puedo verla, sino que convengamos que sí, no conozco ni me relacioné con un grupo tan amplio de seres humanos como para decir "nadie me comprende" y pensar que es algo imposible de que suceda.

De todos modos hay una realidad, el sentirse incomprendido es una emoción que nos hace sentir solitarios, nos agobia y la tristeza se hace presente - aunque a veces pienso si alguna vez está ausente, ya que hasta en lo más bello y sublime hay un margen de tristeza. Creo que es como sentir algo muy fuerte dentro de uno y no saber expresarlo, o expresarlo y sentir que el otro te mira con cara rara sin comprender ni un poquito o a medias lo que estás diciendo. Pero no es eso lo que quise decir ¿te das cuenta? está todo a medias tintas, no ves el punto, crees que lo ves pero me doy cuenta que no, no lo ves. En mi caso, llega con eso una inevitable sensación de estupidez e impotencia. Me siento algo absurda al no poder hacerme comprender por otro, supongo que asumo una especie de culpa al respecto. Quizás es una forma de escudarme en darme cuenta o mi negación a creer que la otra persona es perfectamente capaz de comprenderme, pero soy yo la que no lo expresa bien o simplemente hay algún problema - de los infinitos - de comunicación entre nosotros.

Para las personas que como yo, pasaron la mayoría de su vida sintiéndose incomprendidos, no nos es difícil caer en cuenta nuestra relación con el arte ¿no? O eso creo. Cuando era chiquita me sentía tan diferente a todos los demás niños de mi edad, tan en otro nivel, otra frecuencia, otra dimensión incluso. Sí, bueno, obviamente me aquejaban complejos, miedos y conflictos típicos de un ser de esa edad, pero lo digo más allá de eso. A mí me ha pasado, durante muchos años, el hecho de sentirme increíblemente sola porque no podía conectarme con los demás. No podía porque nuestros intereses, forma de ver el mundo, mambos existencialistas eran distintos; en realidad yo sentía de pequeña que los demás carecían de pensamientos así y me sentía bastante rara por tenerlos. Del mismo modo que me hacían sentir una extra-terrestre por jugar con mi imaginación o ver dibujitos cuando tenía como 12 años. Ahora, es graciosa la forma en que esto está tan aceptado hoy por hoy donde las personas de mi edad podemos ver dibujitos y eso es "cool"; pero cuando yo era chica, me hacían sentir una loca por eso, por no estar pensando en chicos o queriendo adelantar etapas que yo no quería vivir aún porque estaba en otra. Ahí ya no es tan difícil comprender por qué de tan chiquita escribía.

La primaria fue cruel, mis compañeros eran muy denigrantes e hipócritas; eso no solo lo veo ahora, lo veía en aquel entonces, pero a la distancia puedo comprender qué tan necesitados de atención, afecto o de sentirse alguien atacando a otros, estaban esos pobres chicos que me miraban desde arriba porque en realidad se sentían ínfimos. Pero bueno, pasó, como pasó un secundario también donde nuevamente estaba yo siendo diferente a la mayoría, con la diferencia de que había otros diferentes a la mayoría y podíamos agruparnos a ser diferentes. Eso lo hizo más liviano en alguna medida, y también ayudo mucho a aceptar quién era y que estaba bien, ser rara ante los demás mientras yo me sienta bien y real conmigo misma. No es como si anteriormente hubiera dudado de ser quién era, pero a veces entre lágrimas a la almohada, había deseado poder ser un poco más como los demás y no sentirme tan extraña e incomprendida, no verme a mí misma como un rompe-cabezas que era difícil de armar o a nadie le interesaba ver qué había detrás dé.

Creo que cuando sos chico o estás en plena adolescencia es muy habitual sentirse más presionado por la falta de comprensión o de apoyo, de consentimiento, de que alguien te diga "hey, todo está bien". De alguna forma no te vales del todo por vos mismo, entonces las dudas te atacan, no tenes una tabla para medir ni valores concretos para poder darte un valor. Aunque, en realidad, no necesitas nada de eso, pero al principio es útil, no vamos a negarlo. La cuestión es que, no se queda ahí, porque creces y empezás a ser un adulto, a tomar tus decisiones, a planear tu vida, a concretar objetivos pero así y todo, aún estás ahí esperando que dada la mágica ocasión, circunstancia y momento, puedas abrirte, expresarte y que del otro lado haya un otro, un otro que no sé quién es, podría ser cualquiera, pero que te haga sentir comprendido. Supongo que los amigos cumplen bastante ese rol, en algunos casos las parejas - deberían, me parece - y la familia. Pero siempre se siente como a medias tintas, no sé bien por qué, quizás porque no somos del todo compatibles con todos, y hay cosas que unos comprenden pero otros no, partes que sí y partes que no de uno mismo. 

Puede ser que buscar una persona que nos comprenda al cien por ciento sea una fantasía, yo a veces pienso que no es tan loco; quizás es porque siempre me repito que si los niños no creen en las hadas, las hadas no existen y entonces no hay polvo de hadas, no podes volar ni ir a Neverland - o el país de nunca jamás, como prefieras. A veces me hace sentir un poco boba pensarlo así, tengo que creer para que suceda ¿sino cómo voy a verlo? posiblemente lo niegue o busque justificaciones para hacerme ver que es una falacia. Como de costumbre, las contradicciones no faltan, las dos corrientes en mí se chocan entre sí y ambas se sienten reales y auténticas ¿se supone que deba elegir alguna? ambas son parte de mí, ambas caras son mías. Quizás sea un sueño, como algunos dicen, pero no puedo dejar de creer que puede ser verdad, que puede pasarme. Definitivamente estar a la espera de que suceda, tampoco está bueno, porque termino por sacar de mi vida todo aquello que no siento suficientemente bueno; tampoco me conformaría con algo mediocre, pero hey, es un poco complejo como para hablar de posibilidades cuando las hay infinitas y cada acción es circunstancial. 

Todo esto venía a que, claramente no estoy segura de por qué me siento incomprendida hace tanto tiempo, como una persona a la que los demás no pueden ver; a veces creo que es porque me siento despreciada o no apreciada por quién soy. Es posible que muchos digan ego, pero no pasa solo por el ego, muchachos. Es algo así como sentirse invisible ante los ojos de todos, que por momentos, pueden vislumbrar quién soy pero como tanteando en la oscuridad. Tampoco es que yo sepa con certeza quién soy, pero después de tantos años ensimismada y en soledad, supongo que una idea me hago. Por momentos esa sensación o emoción es molesta, dolorosa, y se torna insufrible a veces, al punto de que me siento realmente inalcanzable, y el problema es que quiero que me alcancen. No sé si es una pared, si es que no conocí a suficientes personas de las millones de millones, si en realidad soy yo la que se escapa o lo que sea. Pero pienso cuántas veces desee con toda mi alma que alguien pudiera verme a los ojos y saber que estoy ahí, poder abrazarme y comprenderme de verdad; me ha pasado, pocas veces pero me ha pasado. Supongo que esa es una de las razones por la cual amaba a mi abuela, ya que ella tenía como un don default para comprenderme.

Quizás sí, es que somos millones y millones, solo tengo que esforzarme un poco más. Mientras tanto, siempre acaricia el alma poder entregarme acá, en esta maravilla del arte, mientras tomo un té, las horas corren en plena madrugada y me siento a observar el mundo con la creencia de que se puede. Sino, bueno, habría que aceptar que las hadas no existen pero yo no quiero un mundo sin hadas.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Ayunar pensando ~

No lo voy a negar, no sé qué pasa. Estoy bien pero estoy mal, no doy más pero tengo muchas ganas de cambiar todo. Vivo contento con el corazón triste; sí, ya lo entendí, es bastante simple. Es complicado igual. No entiendo nada. Por momentos ya no sé qué hacer, cómo generar acciones que conlleven a un cambio que me haga sentir más bien que mal, no tan confundida, no tan abrumada. No me entiendo con la mayoría de las personas, tampoco me termino de entender conmigo. Con los únicos con los que me conecto bien y felizmente son los animales. Quizás es porque no hablan ni opinan, porque no tienen la capacidad de ser pelotudos. O la hoja, pero la hoja me ayuda a ordenar mi cabeza para trasladar todo a ella. Aunque a veces, como ahora, es solo estallar en ella, tirar magia y que sea lo que sea. Hay tantas cosas que me hacen mal, que me entristecen, que me parecen injustas, que no sé qué hacer, que me hacen bien y sonreír, que me hacen amar la vida. Esta contra-corriente bastarda, contradicción impotente que siento. Quiero resolver, quiero estar bien, tengo muchas cosas que hacer. Mi cabeza no da más, no dejo de pensar, no me puedo ni dormir. Me da miedo la incertidumbre, hoy. No sé a dónde ir, no sé a dónde quiero ir, ni qué hacer, no sé absolutamente nada. Dudo de todo. Por primera vez en toda mi puta vida siento que no sé nada ni sé qué hacer en absoluto, ni una punta, nada. Soy una confusión ignorante con patas. Pero, también, pienso que está bien. Este caos es muy fuerte, muy fuerte porque el orden lo rompí, agarré todo y posta me zarpé tirándolo a la mierda. Se siente, un poco, como la grieta en el cascarón ¿será real? Será que estoy tan aterrorizada porque veo en los milímetros de la supuesta grieta un afuera con claridad que me da vuelta. No sé, aunque estaría bueno eso, sería un avance. Avance a no sé dónde, yo siempre creí que salir del cascarón era algo que me haría bien, libre. Y qué si las cosas no son como las espero. O lo que no espero está bueno también. Ya no sé, pierdo cada día un poco más y gano bastante. La habitación se ve cada vez más vacía, es raro. Me siento bien pero estoy mal, estoy mal pero me hace bien. Alguien me dijo que vaya al psicólogo, no sé, es una idea. ¿Cómo le explico al futuro hipotético psicólogo lo que me pasa? Ni siquiera me lo sé explicar a mí. En tres horas me tengo que levantar, no puedo dormir, Godzilla ronca y me molesta, tengo la nariz tapada, unas leves ganas de llorar, doy vueltas en la cama escuchando Beirut y ya no doy más. Basta, sí, basta pero no, de alguna forma está muy bueno esto aunque sea un batiquilombo. Algo va a salir, cuando salga veremos cómo la manejamos. Pero ya está, no voy a seguir descargando algo que vengo repitiendo sin saber como decir. Tengo que hacer ayuno y tengo hambre. Voy a ver Breaking Bad y a tomar agua. Si me da sueño, que maravilla y sino no será el primer Viernes lleno de cosas por hacer en el cual no pegue un ojo por no dejar de pensar tanto.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Diario de un alma nº42

Hola. Acá estoy yo. Entre estas palabras y las letras, se forman mis ojos. Te estoy mirando, pero lo más importante, es que vos, sin darte cuenta quizás, estás entrando en mí. Entre las líneas, voluptuosas manos te van agarrando. Vení para acá, te estuve esperando. Dejate llevar, vamos a explorar algo, vos y yo. ¿Sabes qué es lo interesante? Como un río, nos vamos arrastrando por la corriente de la voz en tu cabeza mientras me lees hasta acá, dentro, interno. Un túnel de recuerdos, sueños, anhelos y ganas de tantas cosas. Acá estamos, descubriendo este sub-universo. Para mí también es un descubrimiento, porque hay demasiadas cosas nuevas y desconocidas para mí de mí. De repente, como quien no quiere la cosa, me voy dando cuenta. Qué lindo que es esto y que linda que es la vida. Cuando sin saber bien cómo ni por qué, entendes y reconcilias la paradoja, ves con sublime claridad aquello que tantas veces se veía tan turbio en el fondo del estanque donde navego hasta encontrar por momentos, bajo el agua, un poco de aire para seguir bajando, hundiéndome en mí misma. Entonces, ese aire no es aire ni es más que esas pequeñas cosas que hacen que todo tenga sentido. No es más que la música, un árbol y como sus ramas hacen que el cielo se aprecie hermoso a través de ellas, las nubes y sus formas, la sonrisa de un desconocido en plena calle o tren, un padre tomando de la mano a su hijo, una persona que tiene miedo porque en su vientre crece una nueva vida, la perra durmiendo sobre mi cama llenándola de pelos, pero qué importa si se ve hermosa, es hermosa y su paz me llena el alma, sus ojos cerrados, la forma en que sus patitas se acomodan y se hace un bollito de pelos y me transmite tanta satisfacción, el abrazo a alguien que quiero o cuando me doy cuenta que dije boludeces y me animo, porque me cuesta, me animo a acercarme a mi mamá y darle un abrazo y ella no pide explicaciones, sólo pregunta si estoy bien y en sus palabras sinceras siento su amor, el sonido que hacen mis pies al caminar, caminar en pleno atardecer, ver las calles vacías y llenas de hojas, la lamida en mi cara cuando llego a casa de las perras y la forma en que saltan hasta mí para darme la bienvenida, un amigo invitándome a jugar y compartir unas horas de nuestras vidas para divertirnos juntos y reírnos un rato, olvidarnos de todo, los mensajes de los amigos que están mal o les pasa algo o quieren saber qué me pasa o incluso de un desconocido que sin razón aparente se preocupa por mi existencia, como se siente el agua cuando me ducho y las marañas que desenredo mientras le paso shampoo a mi pelo de colores, un suspiro, el sonido de las teclas de mi teclado mientras escribo esto, la máquina de escribir cuando escribo en ella, una palabra, una sonrisa, un silencio, los ojos que te miran y te ven, de verdad te están viendo, aquella compra super consumista y capitalista que por alguna razón gastar plata que tanto te costó conseguir en una boludes que te hace feliz, bueno, simplemente te hace feliz, las fotografías de las personas que ya no están ya sea porque se fueron o ya no son las mismas pero siguen estando, los mensajes en papel que guardo, tomar un sorbo de agua, respirar, saber que estoy acá, estoy viva y esto es hermoso, en cada una de esas cosas y las trillones que no digo. Pensar, sentir, creer, querer tener la certeza de que mientras me lees, te hundís conmigo y podes sentir aunque sea un poco, o mucho, o lo que sientas, si es que no te sentís como yo, el hecho de pensar, creer, querer que sientas un poco la dicha, la fortuna, el amor que siento por estar viva para que vos también te sientas feliz de estar vivo. Porque para eso escribo, para eso nos estamos hundiendo, para eso te hice ver dentro mío y por eso te estoy mirando, tratando de que entre las lineas, los puntos, las palabras, las letras, los conceptos y algo de todo lo que conforma la prosa, la poesía, esto que estás recitando en tu cabeza con la voz que te plazca se sienta auténtico, real, verdadero, porque lo es, porque llegamos al centro, porque estamos en mi alma y yo estoy danzando, sonriéndo, dándote todo de mí, a vos, que estás acá, conmigo, aunque me conozcas o no, ahora, tenemos un pacto entre nosotros. Ahora, tenemos que sonreír, antes o después, o a la cuenta de tres, porque hola, estamos vivos y eso es hermoso ¿no te parece?

lunes, 15 de julio de 2013

Vagando en la habitación laberinto sin tiempo ~

Me encuentro en un espacio sin tiempo, siento como todo está detenido. Puedo ver friends, escuchar los beatles, cantar, sonreír, pensar y reflexionar, tomar mis decisiones, y si no fuera por el reloj, creería que el tiempo no pasa. Quizás deba deshacerme de ese artilugio que me condena a pensar que todo se va de mis manos. No quiero prestarle atención, no quiero saber qué hora es. Sólo sé que acá estoy yo, bailando por la vida, divirtiéndome un poco, vagando en mi laberinto pensando si acaso debo encontrar la salida o modificar el laberinto, quizás crear una salida o directamente desaparecerlo. Mientras me decido, muevo mis manos y mi cabeza al son de una canción que me hace bien. Quizás muchos no puedan verme, pero qué más da, yo sé que acá estoy yo, caminando en círculos, tratando de volver a salir, quizás hacer una grieta en el cascarón.

sábado, 13 de julio de 2013

Nada es verdad ~

al hermoso lisi ~

Todo lo que
quedaba
de vos en mí
se fue desintegrando
en las manos inquietas
que sudaban sin saber
si abrazarte;
en los labios tibios,
nerviosos que con
taquicardia
se movían
estremecidos
pensando en si
debían decir
la palabra.
En mis ojos,
marea alta
y nubes grises,
que se sostenía
dudosa, confundida
en tus ojos
en ese fino
delicado
hilo
debatiendo
la dolorosa
decisión y
esa sensación
hermosa
ferviente
un atardecer
en mi pecho
como el día
en que supe
que te amaba,
todos esos
sentimientos
juntos
agolpados
bailando
batallando
para que
yo no me
resista más
me lance a tus
labios
en busca
del dulce
consuelo
recompensa
de volverte
a elegir.
Tambaleo
hago equilibrio
mientras
el hilo
se arremolina
y yo
sin saber qué hacer
lo corto
dejo de verte
a los ojos
bajo la mirada
y entonces
en el suelo
una flor me saluda,
creo que me dice
algo pero
no estoy segura.
Me acobardo
retrocedo
quiero llorar
aguanto
pienso sin pensar
las palabras
no tienen sentido
ni significado
todo es
tan insignificante
y me siento
pequeña.
Suspiro,
el suspiro de
la determinación,
la calma antes
de la lluvia
y ese punto
seguido
que sabes
va a
seguir.
Te digo
que no.
El mundo
se percibe tan
efímero
e insulso.
Me voy
sin mirar atrás
aún pensando
en la flor
y en si fue
lo correcto.
La mirada
se entrelaza
en una charla
con el cielo.
La música en mis oídos
y sin darme cuenta
no sé muy bien
por qué,
sonrío.
Duele pero
hace bien
decir
la verdad.

jueves, 11 de julio de 2013

Tu mirada no llega al infinito.

El frío de la distancia
con aroma a invierno
ralentizó tu cuerpo;
inmóvil te dejaste caer,
eso creyeron ellos,
pero vos estabas
bailando en cámara lenta
hacia la raíz.
Un suspiro y el juego
empieza,
ya te diste cuenta
ahora solo queres
saber la forma para
escapar
como lo hiciste cada vez
que pudiste.
Sobre tu piel, la luz blanca
del día nublado, las nubes
gríses, como tu sonrisa,
se desliza y forma
versos en tus vértebras,
tus costillas, los homóplatos,
las clavículas y tus ojos,
hondos como un mar
nocturno y noctámbulo
que arrastran toda
esperanza e idea
de intentarlo de nuevo
hasta las entrañas de tus
miedos negativos,
los recuerdos falsos
que quisieras fueran
reales, como el dolor,
las ilusiones hechas polvo
adornando el cielo y
acompañando a las estrellas,
se ven más brillantes
cuando en tus ojos
el mar empieza a sangrar.
No es que no lo supieras ya,
es que a veces, solo unas
pocas veces,
queres creer que puede ser
diferente
siendo vos la misma.
Si tan solo hubiera
otra oportunidad,
haría las cosas
de otra forma;
con forma de tus brazos
en la noche
o tus labios cuando decís
tiernas medio-verdades.
Pero no es acá,
ese barco ya zarpó,
ese tren ya salió,
esa herida ya se cerró,
tu sonrisa brilla hoy
lejos de la costa
y de nuestra
secreta promesa
de acompañarnos
hasta el fin del mundo.
Calmo el pesar con
música
mientras camino, helada
hacia algún lugar
persiguiendo el sol
mientras atardece,
siento las manos tiezas
y quebradizas,
los labios secos y tristes,
y aunque
nada tenga sentido,
si llego hasta donde
en el horizonte se pierde
la brisa cálida
voy a poder entenderlo.
Cierro los ojos,
veo la silueta desaparecer,
beso el aire y sé
que cuando lo diga
en voz alta,
un fragmento se va a
desprender hasta
el infinito para
darle hogar a estos
sentimientos tan
hermosos
pero que ya no
caben en mi cuerpo.
Escribí una hoja otoñal,
la deje escapar de mis
dedos hacia vos;
y cuando llegué
al horizonte
un árbol me contó
la historia del universo,
reímos y con total dicha pensé
que era todo lo que había
imaginado.
Lástima que
no estabas ahí,
que no quisiste ir.
Creo que fue lo mejor,
porque no quería
tener que traducirte
las palabras ni las sensaciones.
Veo las luces alrededor,
todo parece mágico,
el dolor se siente
dulce como
tu veneno;
el frío ya no me da
frío
y la distancia me sienta
bien,
como a vos
te sienta bien
tu desolación.

You're frozen when your heart's not open ~

A veces me sorprende cuántas cosas vemos con tal naturalidad, como si fuese habitual, sin cuestionarlas. Damos una impronta, creamos una idea, creemos que tal cosa debe ser de ese tal modo y nos quedamos cómodos y contentos con eso ¿Y qué pasa cuando no es así? Porque, por favor, creo que nada detesta más una persona que equivocarse. Pero, dale, a veces equivocarse está buenísimo. Seamos libres, equivoquemosnos. En esa idea colectiva, ese modelo de éxito, equivocarse está mal. Después llega el consuelo "ah pero equivocándose se aprende" and you got it. Es gracioso, como todo se ve desde una forma tan básica y chata. Equivocarse está mal, tener miedo está mal, hay que aprender de todo porque saber todo está bien. No sabes un carajo, empezá por sacarte esa idea estúpida de la cabeza. La vida no es tan lineal ni cuadrada, es efímera, platónica, circunstancial, espontánea. Tus patrones y comportamientos pre-determinados no te permiten ver la belleza de tomar cada experiencia y vivirla como lo que es: única. Deja de comparar a las personas que conoces con otras, no pienses que como tu ex te cagó el pibe que ves ahora también lo va a hacer, que tu viejo sea un cabeza dura no te da derecho a ser como él porque estás resentido. Let it go. No puedo creer lo atados que estamos constantemente a estas ideas tan default que vamos construyendo día a día. Let it be. Nadie tiene la posta y ya lo dijeron: no existe una escuela que enseñe a vivir. Entonces, quémate en el fuego fatuo, bañate en el verde lugar pero vuelve pronto a casa. Y casa, sos vos. No importante cuántas vueltas de todo, sos lo único eterno que tenes. Y el amor es eterno mientras dura. Todos somos eternos mientras no lleguemos al final. Sacar partido a eso. Tomar en serio lo que es digno de ser tomado en serio, y por favor, dejate de romper las bolas y reíte de todo lo demás. Porque así es más divertido, así es más copado, que la vida te sorprenda. Pero no te dejas sorprender si estás todo el tiempo con tu sistemita de seguridad, tus patrones y tus reglas. You're frozen when your heart's not open. No sé, conjunto de pensamientos mientras miraba friends y me acordaba de la canción de Madonna. Ufff, se siente mejor (:

lunes, 1 de julio de 2013

Cambié mi vida cuando quise cambiarla.

Entonces recordé una vieja frase
perdida en el polvo de la memoria
"cambié mi vida cuando quise cambiarla".
¿Queres decir que me gusta
esta vida inconforme
con altibajos de felicidad?
A veces, no sé bien por qué, parece
que tengo miedo de conseguir
lo que quiero.
O tengo miedo
de lo que quiero.
O me tengo miedo
a mí.
¿Existe algo de eso
en psicología?
Creo que sí.
Hola.
Aceptar el miedo es
mi primer paso.
El segundo, no sé, quizás
algo de eso
de
cambiar mi vida
queriendo cambiarla.
Pero no aseguro nada.

jueves, 20 de junio de 2013

Diario de una mente nº22

Si cada una de las decisiones que tomé y las acciones que tuve, no hubiese sido como fue, posiblemente esta realidad que hoy transito en mi mundo y yo misma, sería totalmente diferente. Muchos decimos eso y lo acompañamos de un: no me arrepiento de nada. Me parece una mentira.

Me arrepiento de muchas cosas. Cuántas oportunidades deje pasar, personas dejé ir o las veces que me fui, abrazos sin dar, palabras sin decir, cosas sin hacer, viejas mentiras, verdades antes de tiempo, y una ruleta que gira en mi mente. Todo sería diferente. ¿Y eso es malo? No lo creo. ¿Está mal así como está? Tampoco.

Quizás Juana no existiría en otras circunstancias, sólo sería yo, Sam. Más allá del bien y del mal. No sé cómo sería mi vida si tan solo hubiera tomado una decisión diferente, quizás sería más interesante o estaría más feliz, quizás nunca hubiera salido de ese pozo y hoy sería una persona mucho más oscura; podría haber salido antes o después o nunca. No lo sé. Me consta, esto es lo que tengo, esto es lo que soy ahora. Pero de algo estoy segura, seguiré cometiendo errores, me arrepentiré de muchas otras cosas y seguiré siendo yo, como sería si hiciese tal o cual cosa. Porque siempre sería yo, en las miles de posibilidades. ¿Podría elegir? Si conociera cada una de las posibilidades, creo que me explotaría el cerebro. Esto es lo que hay, y sólo hay una cosa que puedo hacer: lo que siento. Y tal vez así, no me arrepienta de tantas boludeces. O tal vez me enoje conmigo misma por hacer lo que siento ya que a veces lo que sentimos es temporal, efímero. Tan complejo. No tengo respuesta a este dilema de madrugada.

Me arrepiento de muchas cosas, pero aún así, me gusta esta versión de mí y mi vida. Espero seguir pensando así en el futuro.

jueves, 13 de junio de 2013

Diario de un alma nº41

Somos parte de una nueva humanidad tecnológica, de una red social y conectada, donde los ojos no se miran y las palabras se desvalorizan día a día. Se glorifica a los tontos, los mensajes insípidos, los conceptos superfluos, la banalidad, la imagen, el pretender, las palabras vacías, las fotografías sin emociones. Somos parte de un sistema donde las pequeñas de 13 años se sacan cientos de fotos sin sentido para exhibirse y ser valoradas a través de un like, donde la palabra amigo ya no significa amigo, donde quejarse es fácil y creen que con un click se soluciona el mundo. Personas se esconden tras internet y arman movilizaciones donde creen que un asistiré marca la diferencia. I don't question our existence, I just question our modern needs decía una vez Eddie Vedder. No desprestigio el alcance global de esta nueva etapa, pero pensemos dos segundos para que lo estamos usando y que estamos creando. Un mundo donde los pre-adolescentes creen que su valor como seres, como personas, se mide en amiguitos en facebook, en likes, en cuánto les posteen los muros, en cuán queridos se sientan por personas que, como ellos, buscan formar lazos superficiales, donde pocas veces trasciende de eso. Que para ser cool hay que tener el último celular que vale medio sueldo, trabajar para estar al corriente, al día, de una masa tecnológica que nos consume día a día. Cada vez menos pibitos se juntan en la esquina a tomar un tetra y hablar de su vida, ahora prefieren el chat a caminar o tomarse un bondi para abrazar a sus amigos. Donde ser amigo es aceptar una solicitud y no estar, acompañar y formar parte de la vida de una persona. Escondiéndose cada día más, privándose de la aventura de salir al mundo, de vivir la vida, de tener algo más que un perfil.

Yo quiero conocer a una persona. Una persona posta, no una imagen ni un perfil de facebook. No quiero evaluar sus gustos para ver si me cae bien. Quiero una persona, de verdad. Ni una imagen, ni un perfil, ni una lista de intereses, de gustos, de bandas, de películas, de series, de libros, de comidas favoritas, de estación preferida del año. Alguien con quién hablar de la vida, de su profundidad, de muchas cosas que sí me parecen realmente importantes. No quiero que me vendan más proyectos de seres humanos en las redes sociales. No quiero que las personas sean valoradas por su cantidad de amigos en facebook, cantidad de likes. Una persona, que piense por sí misma, que sea honesta, que no tenga miedo de ser diferente, que se destaque por ser ella misma. No tengo más ganas de intentar sociabilizar con la imagen de lo que parece ser un ser humano. A muchos les alcanzará eso, a mí no. Yo quiero charlas en la terraza una noche de verano, escribir un cadáver exquisito, abrazar a alguien en el pasto escuchando música, mojar los pies en el río. Quiero conocer a una persona, de verdad, quién es. Alguien que esté, que esté presente y de verdad, que sea parte de mi vida, no de mi círculo en google plus. A mí no me gusta, yo no lo quiero. Yo no quiero más imágenes ni perfiles de facebook, quiero personas en carne y hueso, llenas de emociones, de vida, de alma, de problemas, conflictos, de contradicciones, que se muestren sin miedo, que se dejen llevar, que se animen a la fantástica e inusual experiencia de conocer a otra persona y vagar en sus universos. ¿Es tan loco lo que pido?

Basta de darle cabida a esta idea de relaciones, a esos estereotipos, a esta nueva forma de conocer personas, de ser parte de la vida de alguien. Me parece atroz, terrible, triste. Los nuevos niños crecen creyendo que esta realidad está buena, que es natural este mundo en el que vivimos, y no se dan cuenta porque nadie les dice que hay algo más. Yo salía a andar en bicicleta, me hablaba con cualquier chiquito como yo para salir a jugar, pasaba horas mirando dibujitos y viciando con la sega y la psx, lo admito, pero no dejaba de jugar con mi imaginación, no dejaba de salir a la vereda a patear una pelota, no dejaba de ver a mis amigos para salir a caminar y contarnos que nos andaba pasando. Y ahora lo veo, cuánto cambio todo, no sólo para los chicos sino para los que estamos creciendo y ya somos prototipos de adultos o ya son adultos. Es una realidad que se ve día a día, de la una gran mayoría formamos parte. Todo esto es un medio, cada cuál elige como usarlo. No hay bien ni mal, cada cuál se expresa y hace lo que se le da la gana, como siempre fue y siempre será. Pero pensemos, reflexiones un toque, y tratemos de ver si realmente le estamos dando un buen uso a todo esto o solo nos dejamos arrastrar por una corriente muy fuerte capitalista y consumista que nos hace cada día más un objeto de juntar plata para ser un peón más en un sistema económico que no contempla persona, contempla compradores. ¿Qué somos después de todo? ¿Quién sos vos? Yo tengo mi respuesta ¿vos tenes la tuya?

Yo soy Juana, una persona, un ser humano, un alma que se transmite en palabras y letras, que da y hace con todo su ser; soy un almita que todavía cree en salir a caminar, escuchar música a oscuras y compartir cositas lindas de la vida. Si vos sos ese tipo de persona, te espero en mi universo. Ahora, si te gusta formar parte de este sin sentido social de mentirita, nada, no me cabe y no me interesa. Busca gente que este en tu misma movida, yo no quiero más ser parte de esa masa que me parece tan temible. Te invito a conocer una persona, a hacerlo a la vieja y tradicional forma. Tomemos un té.

jueves, 6 de junio de 2013

Diario de un alma nº 40

¿podrías construir nuestra sociedad y humanidad
conociendo la actual y hacerlo completamente diferente?
el contexto, el mensaje implantado.
todos tenemos la idea, idea de que
podemos ser diferentes pero ¿podemos?
técnicamente sí, pero si nos trasladamos a lo
práctico, más de uno empieza a tambalear
y cuando te das cuenta
ya estás de nuevo en el círculo
dentro del cascarón
creyendo que ya estabas afuera.
ser uno mismo es difícil cuando
todo el mundo te dice como ser vos mismo
cuando crees que ser vos mismo es
el discurso de alguien que dice
como ser vos mismo
y sobre todo cuando la idea de
"vos mismo" es la idea de "vos mismo"
de alguien que no sos vos.
discurso, palabras, ideas, reflexiones
filosofía, pensar, sentir y razonar
cada una de ellas significa
para vos, lo que significa porque
alguien te dijo lo que significa.
sin darte cuenta, perteneces a un plan
un plan que no sabemos quién hizo
pero todos siguen al pie de la letra.
la sociedad te dice como vivir
la vida misma te dice como vivir
los libros te dicen como vivir
tus viejos te dicen como vivir
tus amigos te dicen como vivir
y vos solo juntas pedacitos de todos lados
y crees que vos te decís
cómo vivir. cómo queres vivir.
pura falacia.
te sentís culpable si no seguís
las reglas, el plan, el discurso, lo que hay qué
debes hacer, tenes qué y bleh qué
porque tenes la fucking idea
incertada en su cerebro, en tu ser
porque creciste toda tu vida
viviendo como te dijeron
que hay que vivir.
y si te pones a pensar, encontras
mil excusas de por qué no.
porque la vida es así
el mundo es así
la sociedad es así
no podes cambiar las cosas
todo va a seguir igual
un granito de arena no hace nada
pero ahora, escuchame
una cosa
es muy simple lo que te voy a plantear
no tenes que
cambiar al mundo
ni cambiar a las personas
sólo te tenes que cambiar a vos.
re-planteate, empezá de cero
borra todo lo que decís que sabes
porque posiblemente no sepas
nada.
todas las ideas, discursos
que otros te dieron
los dichos ya dichos, muy dichos
y la idea de cuál es tu lugar
en el mundo.
no te des más excusas
siempre podes encontrar excusas
para no enfrentar el miedo.
el miedo hijo de puta
de toda la vida, de siempre
ser vos mismo
tan fundamental
tan irónico
tan difícil
porque recién te das cuenta
que ser vos mismo
nunca fue el vos mismo
que creías
y se fue todo a la mierda.
¿y ahora qué sigue?

lunes, 13 de mayo de 2013

Diario de un alma nº39

¿Qué es lo que te molesta? ¿Por qué tenes esa cara? Tenes los ojos hinchados ¿estuviste llorando? ~ ¿Para qué me preguntas si no te importa la respuesta? ¿Si no vas a escuchar? El murmullo continuo, tenue, ruidoso, abrumante de todas esas voces que hablan y hablan, pero no dicen absolutamente nada. Vacío, insípido, hipócrita, más mentiras para la colección. Cierro los ojos y me hundo; podría desmayarme, podría desaparecer, podría escapar, salir corriendo, apagar el aparato asqueroso, caminar y sola buscar una salida entre las calles, los árboles y la luna. Pero no, sigo acá y por más que cuente hasta tres eso no va a cambiar. No hables por mí, cuando no sabes que decís, no me conoces, no sabes quién soy, qué siento, qué me pasa, qué hago o dejo de hacer, no entendes ni sabes nada de mí; así que cerra la boca y deja de masticar violentas palabras como si no fuera nada, como si cada punzante letra que pronuncias con tu venenosa lengua no fuera un ataque, directo, que pretende herir, lastimar, sangrar. Estoy cansada, el callejón tiene paredes altas y mis manos ya no tienen fuerzas. No tengo solución ni escapatoria, solo me dejo caer hasta hundirme lentamente en tu odio disfrazado de amor, de interés. Ya no te creo nada, ya no sé cómo perdonarte, apreciarte, como no fantasear con enterrar mis dedos en tu garganta hasta que te calles y no vuelvas a pronunciar ni una palabra más, ni un bramido y tus ojos blancos ya no puedan verme con voluptuosa ira, envidia, con tanto rencor. 

Todo está mal, todo me sale mal. Yo soy una fracasada, una inútil, no sirvo para nada, molesto, soy un parásito, no valgo la pena, no soy nadie, no importa, yo no importo. Eso fue lo que me enseñaste toda mi vida. Y si ahora lo soy, según vos ¿Por qué te molesta? Si te encanta tener razón.

martes, 30 de abril de 2013

sigo despierta ~

La noche se hizo para esto.
Mientras las cabezas reposan
en tibias almohadas, viajando
entre galaxias y nubes de sueños;
yo saboreo con todos mis sentidos
la música, el té, un cigarrillo,
la brisa del ventilador
en mi pelo mojado y mi cuerpo limpio,
teniendo pensamientos esporádicos
acerca de la vida, el mundo
y mi propia existencia;
pero la mayoría del tiempo
solo me dejo suspender
en la oscuridad y el silencio
de la ciudad, dejando fluir
en todo mi cuerpo, mi alma
la paz y bienestar
de esta encantadora, bella
enamorada soledad.
¿Qué podía hacer,
además de disfrutarlo,
si no era escribirlo?
Yo también estoy viajando
entre galaxias y nubes de sueños,
pero estoy
despierta.

miércoles, 20 de marzo de 2013

otra noche ~

no entiendo el mundo
me molesta que un autor
se ponga de moda
porque sus libros
salen más caros
acabo de conectar
un aparato que
me conecta al mundo
a 220 porque se tomó
un descanso
como yo
y en realidad
no nos conecta
nos desconecta
la mayoría
de las veces
leo un libro
entusiasmada
pero lo cambio
por un cigarrillo
agua
y escribir
al menos un momento
no entiendo el mundo
tampoco me entiendo a mí
todo es confuso
a veces la noche
trae a esas reflexiones
sobre la vida
y su sentido
pero esta será otra noche
en que el aparato
quedará mudo
yo desconectada
y mis preguntas
que cada vez son más
sin responder
porque ahora mismo
no quiero nada
de todo eso
sólo otra noche
siendo noche
y nada más.

jueves, 7 de febrero de 2013

no sé cómo dejartelo claro ~

siempre vuelvo
a mí
aunque me desvíe
pero puedo
afirmarte
que vos no siempre
vas a volver
a mí.
hoy elijo
a, b, z y d
y mañana
será otra
historia.
no pretendo que
me entiendas.
aún así
lo podes
intentar.
pero las palabras
son tan
erráticas
como nosotros.
nunca vamos
a saber
si nos entendemos.
lo creemos
hoy y ahora
como un día
podemos dejar
de creer
que nos entendemos
porque nunca
lo sabremos
ni lo voy a
afirmar.
si vos lo
afirmas
es porque
no entendiste
ni siquiera el
entender.
te digo
entonces
no creas
que nos entendemos
porque no,
no nos estamos
entendiendo.
ni nos vamos a entender
ni hoy
ni mañana
ni nunca.
¿entendiste?

lunes, 7 de enero de 2013

uno ~

el ser humano está cansado de que le digan qué hacer o qué pensar o qué decir. sin embargo, muchos no se cansan de decirle a otro ser humano qué hacer o qué pensar o qué decir. en algún momento, no sé cómo, al ser humano le pareció lógico que lo que le molesta no le molesta al resto. somos diferentes. pero somos muy parecidos. en algún momento, no sé cuándo, los seres humanos van a pensar antes de decir qué hacer o qué pensar o qué decir pero a ellos mismos. ese día, va a ser hermoso.