and I say

wake up and be ~

miércoles, 14 de agosto de 2013

Diario de un alma nº42

Hola. Acá estoy yo. Entre estas palabras y las letras, se forman mis ojos. Te estoy mirando, pero lo más importante, es que vos, sin darte cuenta quizás, estás entrando en mí. Entre las líneas, voluptuosas manos te van agarrando. Vení para acá, te estuve esperando. Dejate llevar, vamos a explorar algo, vos y yo. ¿Sabes qué es lo interesante? Como un río, nos vamos arrastrando por la corriente de la voz en tu cabeza mientras me lees hasta acá, dentro, interno. Un túnel de recuerdos, sueños, anhelos y ganas de tantas cosas. Acá estamos, descubriendo este sub-universo. Para mí también es un descubrimiento, porque hay demasiadas cosas nuevas y desconocidas para mí de mí. De repente, como quien no quiere la cosa, me voy dando cuenta. Qué lindo que es esto y que linda que es la vida. Cuando sin saber bien cómo ni por qué, entendes y reconcilias la paradoja, ves con sublime claridad aquello que tantas veces se veía tan turbio en el fondo del estanque donde navego hasta encontrar por momentos, bajo el agua, un poco de aire para seguir bajando, hundiéndome en mí misma. Entonces, ese aire no es aire ni es más que esas pequeñas cosas que hacen que todo tenga sentido. No es más que la música, un árbol y como sus ramas hacen que el cielo se aprecie hermoso a través de ellas, las nubes y sus formas, la sonrisa de un desconocido en plena calle o tren, un padre tomando de la mano a su hijo, una persona que tiene miedo porque en su vientre crece una nueva vida, la perra durmiendo sobre mi cama llenándola de pelos, pero qué importa si se ve hermosa, es hermosa y su paz me llena el alma, sus ojos cerrados, la forma en que sus patitas se acomodan y se hace un bollito de pelos y me transmite tanta satisfacción, el abrazo a alguien que quiero o cuando me doy cuenta que dije boludeces y me animo, porque me cuesta, me animo a acercarme a mi mamá y darle un abrazo y ella no pide explicaciones, sólo pregunta si estoy bien y en sus palabras sinceras siento su amor, el sonido que hacen mis pies al caminar, caminar en pleno atardecer, ver las calles vacías y llenas de hojas, la lamida en mi cara cuando llego a casa de las perras y la forma en que saltan hasta mí para darme la bienvenida, un amigo invitándome a jugar y compartir unas horas de nuestras vidas para divertirnos juntos y reírnos un rato, olvidarnos de todo, los mensajes de los amigos que están mal o les pasa algo o quieren saber qué me pasa o incluso de un desconocido que sin razón aparente se preocupa por mi existencia, como se siente el agua cuando me ducho y las marañas que desenredo mientras le paso shampoo a mi pelo de colores, un suspiro, el sonido de las teclas de mi teclado mientras escribo esto, la máquina de escribir cuando escribo en ella, una palabra, una sonrisa, un silencio, los ojos que te miran y te ven, de verdad te están viendo, aquella compra super consumista y capitalista que por alguna razón gastar plata que tanto te costó conseguir en una boludes que te hace feliz, bueno, simplemente te hace feliz, las fotografías de las personas que ya no están ya sea porque se fueron o ya no son las mismas pero siguen estando, los mensajes en papel que guardo, tomar un sorbo de agua, respirar, saber que estoy acá, estoy viva y esto es hermoso, en cada una de esas cosas y las trillones que no digo. Pensar, sentir, creer, querer tener la certeza de que mientras me lees, te hundís conmigo y podes sentir aunque sea un poco, o mucho, o lo que sientas, si es que no te sentís como yo, el hecho de pensar, creer, querer que sientas un poco la dicha, la fortuna, el amor que siento por estar viva para que vos también te sientas feliz de estar vivo. Porque para eso escribo, para eso nos estamos hundiendo, para eso te hice ver dentro mío y por eso te estoy mirando, tratando de que entre las lineas, los puntos, las palabras, las letras, los conceptos y algo de todo lo que conforma la prosa, la poesía, esto que estás recitando en tu cabeza con la voz que te plazca se sienta auténtico, real, verdadero, porque lo es, porque llegamos al centro, porque estamos en mi alma y yo estoy danzando, sonriéndo, dándote todo de mí, a vos, que estás acá, conmigo, aunque me conozcas o no, ahora, tenemos un pacto entre nosotros. Ahora, tenemos que sonreír, antes o después, o a la cuenta de tres, porque hola, estamos vivos y eso es hermoso ¿no te parece?