and I say

wake up and be ~

jueves, 26 de marzo de 2015

Love is one of the scariest things

Lo realmente escalofriante y aterrador de sentir amor, es su poder, su dualidad, su intensidad, el poder y control que ejerce sobre vos incluso en contra de tu voluntad. Vos no lo pedís, vos muchas veces ni siquiera pretendías sentirlo, pero ahí está, luciéndose abrumador, místico e invencible. Y no importa cuantos golpes sufra, siempre se las arregla para estar ahí, invicto, quizás no intacto, pero irrefrenable. Porque no importa qué hagas, qué pase o las circunstancias, se rehúsa a irse, a alejarse, a morir; como si desaparecer fuera algo imposible para él, tanto como para nosotros. Podes discutir con él, darle razones, argumentos, de por qué no debería estar más ahí, con vos, pero se aferra a su existencia como nosotros a la vida, y no quiere desaparecer tanto como nosotros, aún dolidos y derrotados pero no vencidos, no queremos que desaparezca.

Amar es como una promesa, las de verdad, las que no se rompen; es saber que el amor se instaló and you know and I know, se va a quedar, por siempre. Incluso cuando sufras, te pierdas, flaquees y tengas miedo; sobre todo cuando tengas miedo, porque ese es el momento en que te hace fuerte, te hace tan invencible como él es. Quizás se dice que el amor todo lo puede, justamente por su inmortalidad y como hace que explotemos todo nuestro potencial, solamente porque no queres renunciar a él tanto como sabes que renunciar a un sentimiento así, es como renunciar a vos mismo. Y esa, la mayoría de las veces, no es ni siquiera una opción.

La parte más hermosa de amar, es saber que nunca vas a estar solo, porque el amor siempre estará ahí para vos, para alimentarte, para darte la certeza de que podes salir adelante, de que todo es posible en la medida que vos quieras hacerlo posible y hagas lo que sea necesario para que sea posible. Porque ese amor es tuyo, vos lo llevas adentro tuyo, lo alimentas tanto como te alimenta, y nos necesitamos mutuamente para seguir siendo eternos. Por eso la parte más hermosa de amar, es saber que siempre vas a poder amar y vas a tener amor dentro tuyo; y la parte más tierna y feliz, es poder entregar ese amor a cada persona y ser (hacer lo que amas es una forma de amarte) que queramos tocar con él, sabiendo que así, quizás, no sé, tal vez, estemos avivando su amor también y quien te dice, los amores danzan como las almitas llenas de alegría para lograr uno de esos instantes increíbles e inexplicables, sobre todo eternos.

Sentir amor es como ya sabemos un misterio, pero lejos está de ser algo ajeno a nosotros. Jugamos y nos divertimos con él, crecemos juntos, experimentamos juntos y nos dejamos ser, los dos. El amor no va a juzgarte, aún cuando vos lo juzgues y lo critiques; tampoco va a dejarte aún cuando te vayas y jures una y otra vez que se terminó; mucho menos va a dejarte solo/a cuando más lo necesites. Porque sí, hay una relación muy estrecha entre vos y el amor, y es que sin vos no hay amor y no hay amor si no es por vos, y tampoco hay vos si no tenes amor por vos mismo.

Quizás por eso da tanto miedo, porque te sentís responsable y hasta culpable, porque no importa que hagas, siempre va a estar ahí, quizás no intacto, quizás escondido, quizás dolido pero nunca jamás vencido. Como vos, aferrándote a la vida, sin entender bien por qué; como él aferrándose a vos, sabiendo exactamente que hace, aunque vos no lo sepas. Y si bien nada de esto requiere explicación, aunque te encantaría que la hubiera y aunque hubiese no te vendría bien ninguna, siempre vas a buscar razones para decir que no lo mereces.

But believe me. You do.

sábado, 14 de marzo de 2015

Sunday morning

There is only one way to get the best of you: never give up. I mean it. Never. And you have to give it all you've got even what you don't have.

martes, 10 de marzo de 2015

Today is the day ~

Nunca es demasiado tarde para cambiar, para proponerte ser todo lo que queres de vos, librarte de todos los fantasmas del pasado, proyectar sin ataduras un futuro donde realizarte dependa de que hoy hagas la diferencia, empezar cuantas veces sea necesario el ciclo, el proceso, la procesión que va por dentro. Que la vida te sorprenda, que lleves encima solo lo que te hace falta, que el corazón lata fuerte, que intensidad sea mucha, y sobre todo, que nuestra almita baile de alegría.

viernes, 6 de marzo de 2015

Re-play

En la vida un final es un nuevo comienzo - dijo ella, sin tener idea cuánto había hecho resonar su voz, sus palabras, su gesto, la forma en que el viento despeinaba sus cabellos, en mi mente. Podía repetir esa escena como un loop en mi mente, sentirla, saborearla, re-significarla. Ella no lo supo, pero ese momento era recurrente en mis pensamientos, cuando estaba sola o acompañada, me acechaba, me perseguía, no me dejaba tranquila. Así es como, a veces frases o palabras dichas quizás hasta por azar, se instalan en nosotros y nos perturban; no podemos sacarnoslas de encima, como si se hubieran aferrado a nosotros, se repiten una y otra vez, a veces hasta perder sentido, otras hasta ganarlo.

Tuve una reconciliación con el silencio; aprendí a apreciarlo, a degustarlo y comprendí que en él existen tantas palabras como cuando se abre la boca para hablar. Siempre pensé que los silencios no eran mudos; mantengo esa postura. El silencio a veces no es otra cosa que un re-play de esos loops almacenados en nuestra memoria, o esas frases que construimos y redactamos una y otra vez hasta sentirlas justas, para que cada palabra tenga peso y significado.

Ella caminó por la rambla, mientras el mar se agitaba frente a sus ojos; yo no veía el mar como un cúmulo de agua, yo veía mi ser resurgiendo, acomodándose, buscando una posición cómoda. Eso no sucedió. Después tuvimos un día como cualquier otro, caminar, películas, risas, charlas, cielo, segundos, miradas, comida, y silencios. Silencios donde no habían palabras, sino ganas que se acumulaban como el agua del mar para volverse revoltosas, insaciables, caóticas, hasta ser irrefrenables. Ese día le di un beso y esperaba que en ese simple gesto pudiera entregarle una escena, un momento, que repita los siguientes días en la ducha, al acostarse a dormir, mientras escuchaba hablar a otra persona, mirara el sol o se fuera de compras. Para que pudiera degustarlo, sentirlo, llenarse de preguntas, dudas y conclusiones.