and I say

wake up and be ~

miércoles, 10 de agosto de 2016

Ritos ~

Todos tenemos nuestros pequeños hábitos y algunos de ellos han llegado a evolucionar en ritos. Un rito es una costumbre que repetimos siempre de la misma forma, una ceremonia personal que mantenemos a lo largo del tiempo. Algunos ritos llevan años y años existiendo, otros recién están empezando a gestarse. Yo por ejemplo tengo un rito en cómo abro la caja de cigarrillos, los que me conocen saben cómo es que lo hago para replicarlo y algunos directamente me dan el atado cuando hay que abrirlo y quieren que les convide un cigarro. Tengo noción de tener ese rito desde aproximadamente los quince años, así que llevo doce años realizándolo. A esta altura de mi vida creo que va a ser un rito que mantenga siempre y cuando fume. También tengo un té predilecto cuando necesito despejar mi cabeza y pensar sobre algunas cosas, es el té verde puro. Para mí, hacerme una taza de té por las noches no es un rito porque no lo hago siempre pero cuando lo hago con esa idea, es siempre el mismo té y siempre fumo cuando lo hago. Eso no sé cuándo empezó pero creo que lleva al menos unos pares de años siendo parte de mí. Los ritos nos caracterizan, son parte de nuestra forma de ser y nos definen, de algún modo. No siempre son sanos y felices, a veces tenemos un rito tóxico que habría que emancipar para poder crecer y mejorar como almitas. Yo tengo unos pares de esos y en éste último tiempo he estado muy abrumada por la forma en que no estoy demasiado feliz con mi vida y fui identificando los ritos y errores que perpetúo que terminan por dañarme y llevándome a no permitirme ser feliz. No, bueno, no fue fácil identificarlos no porque fuesen difíciles de encontrar, sino porque eran complicados de enfrentar entonces llevaba un buen tiempo ignorándolos como si así fuesen a desaparecer por arte de magia. Me acostumbré a ellos, al punto de que directamente acepté que es así y no tengo alternativa. La cuestión y lo loco al respecto es que sí, existe una alternativa, una en la cual los erradico y cambio esos ritos, posicionándome en un lugar más sano para mí. Obviamente lidiar con esto no estuvo siendo fácil, he tenido momentos de severa tristeza y soledad, hiper sensibilidad, aislamiento, enojos y sensaciones negativas, agresión y auto-destrucción; pero todo aquello que es sencillo de leer pero muy pesado de sentir, me llevó a la determinación de decir basta y romper con esas cadenas, esos ritos, ese ciclo. Claro que hay varios que no voy a romper, como tomar la taza de té verde como estoy haciendo ahora, fumando un cigarro armado, e incluso me atrevo a decir que estoy a punto de crear nuevos ritos: de esos que hacen bien, que me hacen estar bien conmigo, sentirme más cerca de mí, conectada conmigo misma y por consiguiente más abierta a los demás, siendo más consciente de mis acciones para con los otros. En el proceso la pasé mal y sé que las personas que me quieren también lo hicieron, se preocuparon por mí y por el hecho de que no les dejaba acercarse, pero hoy empiezo a dar pequeños pasos hacia ellos con la cabeza baja diciéndoles lo que me pasa, tratando de demostrarles cuánto aprecio su compañía incluso cuando a veces no puedo corresponderla porque estoy demasiado adentro mío. Quienes me conocen hace varios años saben que soy así, que es algo que me lastimó mucho y seguramente comprendan la magnitud del hecho de que eso va a cambiar. Afortunadamente estoy adquiriendo nuevos ritos, más lindos, pero el más hermoso de todos es el que vengo gestando y empezando a aplicar: buscar nuevas formas de ser feliz y hacer felices a los demás.

No hay comentarios.: