and I say

wake up and be ~

miércoles, 30 de mayo de 2012

Diario de un alma n°32

Con el tiempo aprendí del tiempo, de los tiempos.
Y en cada desencuentro, que lo único constante es el cambio.
El cambio en vos, en los demás, en el mundo.
Por cada vez que perdí a alguien, comprendí
que la vida se pasa entre encuentros y desencuentros a través del tiempo.
Que a veces los desencuentros desembocan en encuentros.
Los encuentros en desencuentros.
Y también los encuentros en más encuentros.
Como los desencuentros en desencuentros que nunca se vuelven a encontrar.
Por eso, cada vez que te encontras, que te cruzas, que estás ahí
con alguien especial, o estás pasando por un buen momento de tu vida.
Tenes que sacarle el jugo, disfrutarlo, vivirlo con el alma.
Porque nunca se sabe cuándo será el próximo encuentro
o si acaso este vaya a suceder.
Y cuando te de una profunda nostalgia por aquello
que no tenes, que extrañas, que no vas a poder volver a ver
Puedas sentir en tu corazón el regocijo de que a pesar
de que el tiempo pase y no puedas volver atrás
ni volver a ese encuentro que tanto ansías
vos cuando estabas ahí, lo hiciste tuyo, tan tuyo
que es todo lo que te queda.
Ese encuentro en tu recuerdo, en tu alma
esas ganas de volverte a ver
aun cuando sé que eso nunca va a pasar.

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