and I say

wake up and be ~

miércoles, 29 de febrero de 2012

innombrable.

una cosa
no quita
la otra.
y yo
te extraño.
innombrable.
es una mezcla
de orgullo
que nunca supe
bien para que sirve
e instinto
para poder estar
bien.
por eso
sos innombrable
por eso
me alejo
pero te extraño
igual.
será cuestión
de tiempo
¿será?
no sé
eso espero
que pasen
las horas
los días
los meses
y quizás
algún día
ya no importe.

sábado, 25 de febrero de 2012

Catarsis y liberación nº1

Últimamente muchas cosas me pasaron y afectaron lo que sería este nuevo año, mi 2012. 2012 en el cual tenía, o mejor dicho, creo que aún tengo, muchas expectativas.

Para empezar, el año no termino muy arriba que digamos y tampoco empezó como yo hubiese querido. En estos casi dos meses que lleva el año, me pasaron tantas cosas que me desequilibraron. Y es, sí, es injusto. Es injusto, así lo siento. Porque yo venía tan bien y decida. No me esperaba este huracán de cosas. Me molesta, y no tengo porque ser siempre tan positiva y comprender todo lo que me pasa. Tengo derecho a molestarme y enojarme. Sí, lo tengo, y creo que lo había olvidado. Me molesta porque me había re-encontrado a mí misma y ahora siento que estoy en cero de nuevo.

Una persona muy especial para mí, falleció. No supe aprovechar el tiempo con él, no supe darle mi tiempo, cegada por todas esas cosas que quería hacer o por personas que no lo valían como él sí lo hacía. Y eso me hizo sentir mal, inútil y pelotuda. Al mismo tiempo, no podía saberlo, pero ahora lo sé. Sé que no vale mi pena ni mi tiempo darme a personas que no saben apreciarme a mí, como persona, ser y alma. Esa es una de las cosas que me hizo aprender el perderlo. Lamentablemente, no fue una lección que haya aprendido hasta que pasó, hasta que fue demasiado tarde.

Dos personas que consideraba amigos, siento que me traicionaron. De alguna forma lo hicieron. Porque yo deposité tanto en ellos y siento que me devolvieron cenizas. Y eso me hace sentir mal, no sólo por el dolor que esto me causa, sino porque está directamente relacionado con el hecho anterior.

Tuve que darme cuenta de estas cosas a las patadas. Y con todo el dolor que estas perdidas me implican, sé que no puedo simplemente hacerme la boluda otra vez. Tengo que hacerme cargo de esto. Aunque cueste y mucho.

Sé quién soy, conozco mi capacidad y sé a dónde quiero llegar. Sé que no tengo un camino fácil por delante, y eso a veces me asusta. Pero está bien, no tengo porque temer a tener estos miedos, son naturales. No voy a negarlos. Para mí sentir estos miedos es algo nuevo, diferente. No sé cómo reaccionar o cómo afrontarlos. Y eso me genera confusión, me siento abrumada.

Las relaciones humanas siempre son tan, tan complicadas. Todo aquello que escapa de uno mismo, es complicado. Porque uno no sabe cómo manejarlo, por momentos. Más cuando tu forma de ver las cosas y hacerlas, es diferente a la corriente. Yo decidí ir contra la corriente, y no tengo que olvidarlo. Porque, me guste o no, las personas que van con la corriente, no son compatibles conmigo por mucho que me gustaría.

Y cuál es la forma en que yo puedo expresarme, en la hoja. Y no necesito escribir poemas ni cuentos, necesito sacarme todo esto de adentro. Por una vez, ser tan Juana como no pude ser muchas otras veces, no callar y decirlo. Sacarme estos nudos de mierda y gritar, llorar y patalear. Porque yo también puedo y quiero, porque no siempre puedo reaccionar bien a todo, porque yo también soy humana. Y tengo que permitírmelo. Quiero permitírmelo.

Todas estas cosas a simple vista parecen absurdas. Ok, seguramente nadie ajeno a mí pueda entender su profundidad o cómo se sienten. Y bienvenidos sean aquellos que quieran juzgarme, porque no me importa. Ya pase esa etapa, no necesito su enferma aprobación, ni que nadie me apoye o diga que lo que hago está bien. Aunque me gustaría el apoyo, lo admito. Porque casi nunca lo tuve, porque lo que más encontré en mi vida fueron personas que me cuestionaron, me rebajaron, me basurearon y no apreciaron lo que hacía o era. Pero eso se terminó, ya basta. Ya lo dije, BASTA.

No voy a ser otra vez la pelotuda que se eche la culpa por cosas que no hizo. No, papá, mamá, su familia es un desastre porque ustedes la hacen ser así, no es mi forra culpa. No soy una persona atada y unida, no soy el siamés de mi hermano; él es una persona autónoma y tiene que empezar a actuar como tal, tenemos que empezar a actuar como tal. Tengo que dejarlo hacer su vida y no sentirla como propia. Por dios, me preocupa, sí, pero tiene que ser libre, sólo quiero que sea libre. No quiero que seamos más siameses, no estamos atados, ni unidos, ni fundidos. Somos un equipo, y un equipo precisa dos personas. Y eso somos, dos personas diferentes. Y tenemos que aceptarlo, aunque nos duela en alguna parte.

No voy a seguir rebajándome ante persona que no me aprecian o no me valoran para recibir migajas de su cariño. Valgo mucho más que eso, y lo sé. Y ninguna baja autoestima por cómo me traumó mi forra infancia va a hacer que siga cometiendo este error una y otra vez. No soy puta de nadie, no le pertenezco a nadie, nadie puede tratarme como a un objeto a menos que yo se lo permita. Y es tan simple como eso: NO SE LOS PERMITAS.

No te vas a victimizar ni a lamentar por todo lo que fue tu vida. Ya está hecho, el pasado está arraigado a tu piel. Dejalo ir, porque YA SE FUE. Pero vos no, vos estás acá y podes hacer algo al respecto. HACE ALGO AL RESPECTO.

A la mierda con todo esto. Aprendí a escuchar a los demás, tengo mucha empatía, los comprendo, entiendo, me pongo lo más que puedo en sus zapatos. Pero ¿Quién mierda se pone en los míos? No puedo poner a los demás siempre frente a mí. ¿Dónde estoy yo en todo esto?

No quiero ser tu psicóloga, ni tu madre, ni tu amante. Te lo dije ¿te acordas? Un montón de veces. Pero lo fui, y ahora, ahora se acabó ese juego.

Juana está naciendo. Juana, todo lo que ese nombre significa. Y ella no va a cometer los mismos errores, no va a repetirse. No voy a permitir que lo hagas. No. Porque con todo el dolor que siento dentro mío, puedo decir: no quiero esto. Tengo voz, tengo las palabras, tengo la fuerza y la voluntad. Nunca nadie pudo detenerme. Pero nadie me detenía, era yo la que se frenaba. Pero esta vez, va a ser diferente. Tranqui, 120.

Que el huracán se lleve todo, la casita y lo viejo. Que el caos de lugar a la libertad, a algo nuevo, propio y más cercano a mi ser, mi alma. Tengo dos promesas que cumplir. Y como toda mi vida me decepcionaron y toda promesa que se me hizo, no se ha cumplido; no voy a hacer lo mismo. Tengo dos promesas que cumplir, y lo voy a hacer.

Dar, hacer y crear con el alma. ¡Plop!

jueves, 23 de febrero de 2012

veintidós

Después de los quince los años se pasan volando. Solías decirme eso. Cuánta razón tenías. Se pasan volando porque yo vuelo y porque, naturalmente, todavía recuerdo navidad y ya pasaron casi dos meses desde entonces.

Una fecha, muchos años. Y me olvidé. Por un momento el acostumbramiento me ganó. De repente, después de tantos años, te extrañe mucho.

Es importante no olvidar, de donde venimos. Nuestros cimientos, nuestros infiernos. Una vez superados, parece una vieja historia que recordamos de vez en cuando. Una vez que ya cumpliste, el luto, la superación, parece que puede convertirse en nada. No me gusta.

No recuerdo tu voz, ni tu mirada. Pero sí tus rodillas, algunas palabras a las que no puedo ponerle tono, matiz, color.

A veces me pregunto, si me vieras ahora, si me reconocerías. Si estarías orgullosa. Si acaso me apoyarías con todas estas cosas que hago y están formando mi vida.

No sé ni qué escribir, ni qué sacarme del pecho. Tengo una nebulosa, un huracán, una ensalada de emociones, nudos, dentro mío. Siento que no puedo deshacerlo, que no puedo manejarlo. Siento que por momentos, me domina.

Me encantaría poder llorar, llorar mucho. En la almohada, en el abrazo de alguien, en tus rodillas.

A veces, simplemente, me gustaría que vengas a mí y me digas algo, me des un abrazo, me des un pedacito de luz para que pueda entre-ver todas estas cosas que me pasan. A veces, necesito que estés ahí para mí. Y no lo estás, ya no. Y muchos otros, tampoco están. Me siento tan sola.

Me pregunto cómo te sentís vos.

Desconfío tanto. Tengo algunos miedos. No estoy acostumbrada. Me nace la necesidad de huir, pero no me lo permito. Y me quedo acá, tiesa, sangrando en la hoja.

Te extraño tanto. Y no sé qué hacer. Me siento perdida. Y ojala estuvieras acá, para guiarme. Pero como no es así, me desangro, otra vez. Un poquito nomás, porque sabemos que así no funcionan las cosas. Hasta que pueda encontrar-me otra vez.

Te amo. Perdón por acostumbrarme.

lunes, 20 de febrero de 2012

Diario de un alma n°29

pies descalzos
pálidos
juegan con 
verde y tierra
tu sonrisa
desgastada de tanto
sonreír
ya se olvido que hacías
y por qué importa.
tu mirada es
un túnel
envuelve, atrapa
telaraña
veneno
y dolor
quizás nunca
te liberes.
una mano al cielo
un pie al agua
close your eyes 
and turn off
the light
turn off
turn on
turn off
and maybe
someday
comes again.
mariposas
garganta
y la voz
que baila
luce
brilla
besa
el silencio
la paz
la soledad
y tu espalda.
en algún lugar
entre el abrazo
la lejanía
la imagen
desvanecida.
respirar bajo el agua
las lágrimas
los nudos
y este
dolor
constante.
respiro hondo
me elevo
floto
nado
vuelo
en algún lugar
entre el estanque
y las lunas.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Diario de un alma nº28

everybody lies
tengo una sensación
que hace mucho
no siento
o al menos no recuerdo
cuándo fue la última vez
que la sentí.
tengo la sensación
de que no puedo
confiar
en las personas.

últimamente no le creo
nada a nadie
nada a todos
últimamente
no me creo
nada.

miércoles, 1 de febrero de 2012

ideas sueltas nº2

Hoy es un buen día
para decir
SÍ.

Silencios no mudos en la oscuridad ~

La oscuridad de la habitación es tenue y suave, como el primer beso de una pareja, al despertar por la mañana juntos. La persiana cerrada con esas lineas entrecortadas. La luz las atraviesa y al pasar por las albinas cortinas, se dispersa, se deshace. Esas lineas que se truncan, se retuercen, pero se quedan completamente quietas. El sonido constante, como un quejido leve, del ventilador. La brisa que la acaricia y la hace sentir fresca y libre. Ella, estira sus piernas entre las sábanas, las sube por la pared. Su pálida y desnuda piel se siente tersa cuando bailan en el remolino de aire y oscuridad. Su voz, baja, se expande por la habitación, choca en las esquinas y en el techo, vuelve a ella y la toca. Hola - repite ella, pero no está saludando. Cierra los ojos y sonríe. 

Cerca, aunque para ella muy lejos, él esconde su cabeza en un rincón, escapando de la luz que atrevida entra por esa ventana, ventana sin cortina. A penas está amaneciendo, todavía la oscuridad lo abraza y acoge. Mueve sus dedos, ansioso. Cierra los ojos y se deja caer al río de voz que ella traza, que lo lleva a un lugar tranquilo, un lugar donde no existe esa distancia que los separa y están juntos. Quiero verte - le dice él, desde lo más profundo de su sentir. Ella puede sentirlo, cuando lo dice, cuando pronuncia esas palabras y la golpea. La golpea su necesidad, que es tan suya como propia, de los dos. 

El silencio abruma el momento. Es un silencio no mudo, que bien quisiera enmudecer. Ambos con los ojos cerrados, respiran despacio y a su lado tienen la imagen del otro. La sienten, la disfrutan. Ese silencio que dice y pide, que expresa a gritos ese deseo tan palpitante de estar juntos, acostados en la misma cama, perdidos en la oscuridad, abrazados y dejando latir en sus cuerpos un sentir que los atrapa. Los atrapa como la marea del mar, los arrastra con fuerza al fondo, para que no puedan volver nunca más. Y ellos nadan en ese silencio, no mudo, que ojalá no existiera porque estuviesen juntos. Pero allí está, lo disfrutan, nadan en ese deseo, se sumergen y se llenan de regocijo. 

Pero la razón principal por la cual lo disfrutan, no es sólo por el goce que les da, sino porque tienen la certeza de que el día en que el silencio no mudo enmudezca, está cerca de llegar. Sonríen al mismo tiempo, suspiran. Él estira los pies y se siente libre; ella mueve sus manos, ansiosa.