and I say

wake up and be ~

viernes, 29 de junio de 2012

¿Sabías que podes cambiar tu vida?

Estás ahí, parada o sentada, quizás acostada
viendo la vida pasar, ir y venir
y vos te quedas ahí
parada o sentada, quizás acostada
sin saber bien qué hacer
o qué decir.
Guardas silencio
cómo si se fuera a gastar
encerras palabras
como si se fueran a escapar
y en tu lugar secreto
hondo y profundo
cultivas amor.
A veces lo das, a veces
lo dejas crecer
hasta que estalla dentro tuyo
y surge una explosión
de colores.
A veces crece tanto
que sentís que te sofoca
y necesitas brindarlo
como un río fuerte
que impacta, purifica
las rocas de los demás.
Y te preguntas qué podes hacer
para sentirte diferente
bien, para que haya un cambio
en tu vida.
Porque necesitas y queres
algo nuevo.
Entonces, te da pánico
y algo de miedo;
quiero pero me da miedo
necesito pero no sé
no sé y no sé
por dónde empezar
ni donde terminar
ni nada de nada de nada.
Me voy a cortar el pelo
me voy a comprar un libro
voy a  ver una película vieja
vamos a hablar toda una noche
hasta que digamos esas
tantas cosas que guardamos.
Una pequeña cosa basta
una sola, para el cambio.
Hoy sonreíste y
alguien te dijo que tu sonrisa
es linda.
Hoy diste un abrazo
y una persona pensó
en querer abrazarte de nuevo.
Hoy te vestiste diferente
y alguien te dijo que te queda bien.
Y así, de pequeñas cositas
sin saber bien por qué o cómo
de repente, de esas pequeñas
pequeñas y grandes cositas
surgió algo nuevo.
A veces te olvidas
te olvidas de que podes
cambiar tu vida.
Cambiarla con pequeñas
pequeñas y grandes cositas
que de repente se hacen enormes
y traen con ellas
otras pequeñas
pequeñas y grandes cositas.
Cada día hacer algo nuevo
diferente
animarse
decir
abrazar
amar.
Y cuando te des cuenta
tu vida cambió
es otra
y vos sos otro.
Estás ahí, parada o sentada
quizás acostada
y de repente
te levantas
caminas
corres
volas.

*

¿Hace falta ya que te lo diga?
¿Sabías que podes cambiar tu vida?

viernes, 22 de junio de 2012

¿Alguna vez viste un cielo perfecto?

Todo aquel hombre que mire el cielo
puede sonreír.
Nos brinda un abrazo en sus nubes
una bocanada de aire puro
para el alma y los ojos
cansados del gris y la monotonía.
Siempre que se tiene oportunidad
no hay que dejarla pasar
levantar la cabeza, alzar las alas
mirarlo, observarlo, contemplarlo.
Ni hablar cuando el cielo está
recortado por las ramas
de un árbol.

Hoy cuando viajaba
como dicta mi rutina
diaria.
Sentí una atracción magnética
y despegue mi mirada
de la autopista
((me encanta la autopista))
la dirigí hacia lo alto y lo vi.
Me quede pensando
sintiendo
mientras veía el hermoso
cielo lleno de nubes
de la tarde.
Pensaba y no podía dejar
de repetirme
mientras me pecho se abría
que ese cielo era
perfecto.
No era sencillamente
lindo o hermoso
no era increíble
era puramente
perfecto.
Desde las profundidades
de mi ser, mi alma
((que no sé señalar
donde quedan))
se iba acumulando
creciendo
un sentimiento
tan sublime.
Era amor
amor a la vida,
al universo, al mundo;
a la vida.
Este amor me iba colmando
llenándome
lentamente
y podía sentirlo
palparlo
degustarlo.
Me sentía hipnotizada mirando
las nubes
y pude ver
dos dragones en ellas.
Bendecida soy
y no tengo duda de eso.
Estalló en mi pecho
me sentía tan viva
emocionada
que sentía como
mi cuerpo físico
no alcanzaba para
contener, llevar
tanto sentimiento dentro suyo.
Podía ver como salía de mí
se irradiaba con mi energía
y volvía a donde vino
al universo;
se genera un ciclo interminable
de amor eterno.
Y lloré, las lágrimas
no salieron de mí
fueron mí misma
y se unieron al mundo
como yo,
íntimamente conectada.
Me sentí tan feliz
que me dije a mí misma:
la vida es hermosa
tiene sentido
y necesito vivirla.


Sí, lo necesito.

jueves, 21 de junio de 2012

Un segundo ~

~ a mi hermosa laika

Abrir una puerta
tener la seguridad
de que voy a verte
en aquel rincón
y que vas a venir
a mí.
Es un segundo de
seguridad
certeza.
Que se choca
y es aplastado
por el siguiente
segundo en que
soy consciente
de que la única
fatal certeza
es que no estás
y eso no va a volver
a pasar nunca más.
Ese traicionero segundo
que me engaño
y por un segundo te creí
conmigo de nuevo.
Por un segundo
estabas viva.
Ese segundo en que
con total naturalidad
te esperé;
seguido de otro segundo
que con total dolor
te esperé
porque no lo quería
creer.
Y al tercer segundo
cuando ya no supe
cómo seguir creyendo.
El cuarto fue el decisivo
te extrañé
quise llorar
sentí cuánto
te amo
quise abrazarte
te extrañé
quise llorar
sentí cuánto
me haces falta.
Y seguido a eso vino
el momento que más
aborrezco.
Me dije a mí misma
que no vas a volver
y que debo seguir
adelante.
Yo no quería seguir
sin vos.
Pero lo hice.

*

Quise quedarme cuando
morí de pena,
quise quedarme pero
me fui.

Diario de un alma n°34

Estás ahí, pero soy tan ciega
ciega y necia
que no sé verte.
Me hablas a mí pero soy
tan sorda y necia
que no sé oírte.
Puedo inventar
cada día
miles de tácticas
para seguir ignorándote.
Porque estás ahí
y yo no hago otra cosa
que negarlo.
No sé, sí sé
pero no me lo permito.
I know you are there
so don't be sad
but I can't 
I can't.
Si te veo, fingiré
que es un sueño.
Si te escucho
creeré que estoy loca.
I know you are there
so don't be sad.
Pero deberías estar triste
porque sé que estás ahí
pero no quiero
verte ni oírte.
Si te veo, me veo.
Si te escucho, me escucho.
Puedo inventar
cada día
miles de tácticas
para seguir ignorándome.
Pero ninguna es tan efectiva
como no verte
ni escucharte.

domingo, 17 de junio de 2012

Diario de un alma n°33

¿Alguna vez sentiste que no podías más?
¿Qué no habían motivos para levantarse
de la cama, del suelo, de tu pozo?
¿Cuántas veces quisiste dejar de intentarlo?
¿Acaso la angustia te oprimió el pecho
hasta sentir que no podías respirar o moverte?
¿Dónde se fue toda esa fuerza
que sentías dentro de tu corazón?
¿Cuándo te van a salir las cosas bien?
¿Alguna vez vas a dejar de escapar
o te vas a hacer cargo de tus errores?
¿Te vas a perdonar por no ser
todo aquello que los demás quieren de vos?
¿Por todas esas culpas?
¿A dónde vas cuando la vida
parece no tener sentido?
¿Existe un paraíso donde puedas
ser libre y feliz?
¿Cuándo vas a dejar de llorar?
¿Se pueden deshacer los nudos de la garganta?
¿Cómo se quitan los calambres en el alma?
¿A quién le podes echar toda tu mierda?
¿Puede ser que nunca estés bien?
¿Aprecias lo que tenes?
¿Cómo podes hacer para cambiar (deunavezportodas)?
¿Tenes ganas de irte y no volver nunca más?
¿Dormir y no despertar?
¿Cuánto más bajo se puede caer?
¿Podes decir basta?
¿Cuándo se va a detener este intenso dolor?
Porque se convirtió en lo único que podes sentir.
¿Alguna vez sentiste que no podías más?

Te tengo una noticia.
Si estás leyendo esto,
No te diste por vencido (ni aún vencido)
y no estás solo (creeme, yo te entiendo).

*

Siempre seguir ¿adelante?
quizás, o arriba, diagonal,
media luna, escaleras y serpientes;
pero el punto es seguir.

¿Tenes otra opción?
Seamos honestos:
No queres otra opción.






[[éste escrito va desde el alma, como cada fragmento de "Diario de un alma". se lo dedico con toda mi alma y amor, a una persona que es muy especial para mí y que, a pesar de tener siempre motivos para dejarse vencer, sigue y sigue. sos mi orgullo y te amo infinitamente.]]

viernes, 1 de junio de 2012

Burbujas de papel ~

Hay momentos en los cuales, cuando vas caminando por la calle, podes ver a las personas encerradas perfectamente en una burbuja. Como una burbuja de papel de calcar. A través de ella se puede ver qué hay del otro lado, si es que no le dibujaron encima. Las personas se narran a ellas mismas. Dicen ser, dicen cómo actúan, dicen y dicen tantas cosas. Si ves como se calcaron ellos en su burbuja y lo comparas con lo que hay dentro, efectivamente no coincide. No conozco a nadie que coincida. Ni siquiera yo. Y no es por mentir, aunque muchas veces sí. A veces es mentir descaradamente, a veces simplemente es nuestra propia visión subjetiva sobre nosotros mismos. ¿Qué acaso uno no se ve como realmente es? No. Uno se ve como cree ser, como se analiza a sí mismo desde una construcción hecha por sí mismo. Mentirse a uno mismo, es legal y natural. Mentirse, engañarse, negarse. O bien no darse cuenta, no poder verlo.

Te veo en tu burbuja de papel de calcar. Sos tan diferente a lo que decís ser. Es difícil creerte. A veces me pregunto ¿alguien se lo cree? Pero suponiendo que no tengas un buen ojo, no seas buen observador, existe la posibilidad de que tengas problemas para comparar el dibujo en la hoja con lo que es la otra persona. Encima, dibujas sobre ese dibujo, tu propio dibujo. Como yo te veo a vos. Y ningún dibujo coincide. Nunca coincide. Y si tenes la posibilidad de conocer a personas que conozcan a la misma persona en cuestión. Sobre su dibujo, está el tuyo, y sobre el tuyo, el de ellos. Y hay tantos dibujos, uno sobre otro, que ya es confuso. ¿Quién sos vos? Empiezo a pensar que no lo sé. Y de hecho, no lo sé. Sé de tus dibujos, pero no de vos. Aunque en algún punto los dibujos se crucen o te toquen.

Una buena forma de conocerte, es entrar en tu burbuja. Pero no va a pasar mucho tiempo hasta que empiece a dibujar sobre tu piel. Y así, no serás más que una deformidad conceptual. Entonces me pregunto ¿podes ver a alguien tal cual es? No, nunca. Pero entonces ¿tiene sentido atravesar la burbuja? No lo sé, pero al menos yo sé que me gusta más dibujar en tu piel.

Viajar ~

Una autopista, de noche. Siempre me gustó manejar de noche. No sé bien por qué, supongo que es porque me gusta la noche, la oscuridad. Las luces encendidas, esos pequeños círculos formando dibujos en cielo, la pena es que tantos no permitan ver las estrellas. Una autopista, de noche. Manejo, tranquila. La música, fiel compañera. Como las nubes, el viento, el mundo que late. Puedo sentir su vida dentro mío. 

Viajar, ir de un destino a otro. Siempre significa un cambio, aunque sea pequeño. Siempre significa moverse, puede generar desequilibrio. Pueden pasar tantas cosas. Aun dentro de tu madriguera, pero cuando viajas te expones y te pones a merced de la hojarasca.

Todo viaje, al menos para mí, empieza siendo placentero. Poder desapegarse del lugar actual, de la comodidad, en busca de algo nuevo. O de algo ya conocido, pero siempre nos aguarda con una sorpresa. Lo impredecible, existe incluso en la rutina. Pero a veces, el placer del viaje se transforma en una sensación de angustia, cuando sentís que no llegas nunca a destino.

La autopista parece eterna, no veo su final. No hay ninguna bajada, no puedo salir, no puedo escapar, no me puedo bajar. Ya empecé y tengo que terminar. Lo inconcluso tiende a repetirse. Y la repetición a tocar la vieja herida, hacerla sangrar. Y así, nos regodeamos en el goce de nuestro error. Muchas veces nos torturamos innecesariamente. Pero lo decidimos. Siempre hay que ser conscientes de eso; lo estamos eligiendo.

No veo ni una salida y me preocupa no llegar. Me ataca la ansiedad, a veces el miedo, a veces el vértigo de sentir que estoy cada vez más y más alto. Y cuando caiga, va a ser terrible. No sé por qué tenemos el pre-concepto de que caer es un proceso abominable. A veces podemos caer de pie y salir caminando. Tengo que dejar de pensarlo como una tragedia. No es una tragedia a menos que yo quiera que lo sea.

Pero siento que no puedo hacer más que viajar, que seguir adelante, más rápido o más lento. Ahora ya no sé siquiera si eso hace alguna diferencia. Acaso como si eso cambiara mi llegada al destino. Es sólo mi percepción, mi ansiedad, mi temor. Y tengo que aprender a manejarlo, como a este auto. Yo soy quién domina, quién lleva las riendas. Y soltar las riendas es también llevarlas. Dejarse fluir es también tener el control, control de lo que yo siento y a lo que yo me dispongo. A lo que me dejo ser, después se verá donde desemboca tantos kilómetros. Como si fuese más importante llegar que el camino. A veces somos demasiado cerrados, estrechos. Tenemos que abrirnos más.

Cuando me doy cuenta, respiro profundo. Tomo fuerza. Es difícil, es verdad. Pero puedo, quiero, así lo decidí. El viaje tendrá sus alti-bajos, pero seguiré a la deriva de esta hojarasca. Me dejaré llevar por todas estas emociones que me mueven. Sé que voy a llegar, no tengo que preocuparme. Sé que voy a estar bien, no hay razón para estar mal o llorar. Sé que este viaje, está lleno de nuevas enseñanzas, de nuevas ideas, vidas. Puedo sentirlo, gestándose dentro mío, como en los demás. El mundo late dentro mío, puedo sentirlo.