and I say

wake up and be ~

sábado, 25 de agosto de 2012

You're gonna carry that weight ~

Vas a tener que hacer espacio en ese placard, te está quedando chico. Muchos muertos sin enterrar, y todos los que vienen detrás. Hay hechos que simplemente no se pueden borrar ni olvidar; de hecho, ninguno se puede. Pero algunos están ahí, latentes, bajo tu piel, latiendo desde tus huesos. Y esos cadáveres, tus viejos yo, se pudren y su hediondo olor te perturba. Ojala se pudieran ir, pudieras mirar atrás y no ver ese rastro de sangre y lágrimas detrás tuyo. Ese llanto, que se hizo lluvia y empapo con tu dolor los rostros de desconocidos, que ni siquiera conocen tu sentir. Es divertido. A veces, cuando lo pensas, mientras una lágrima se desliza salvadora y sanadora por tu rostro. Aunque a veces te gustaría poder enseñarles a todos, como por dentro morís cada día. Y que puedan sentir todo ese caudal incontenible de emociones tan puras como un color primario, como el rojo de la sangre, como el azul de tu estanque, como el amarillo de tus ojos por la tarde. No queres compasión, no queres que sientan pena por vos, sólo queres exhibir ese núcleo, esa estrella de galaxia, que hay dentro tuyo. Y mentirías si negaras que es lo que estás haciendo, mientras estás escribiendo ahora. No nos gusta ser hipócritas, ni a mí, ni a mis otros yo, ni a mis pútridos viejos yo. Y heme aquí, de pie en el escenario, como un árbol que muere de pie, deslizando sus ramas procurando tocar sus cabellos o su piel, quizás rasgarla, quizás acariciar, quizás un segundo. Ese preciado segundo. Y cuando la paradoja se reconcilia, y la mentira es verdad, la verdad también es mentira. Y todo parece tan absurdo que asusta, y a su vez te causa una leve gracia. Te reís del patetismo de tu ser, y de tu raza. Que buscan incansables la noche para esconderse, porque se sienten seguros tras ese manto de oscuridad que procura que nadie los vea. Y muchas veces, no lo comprendo. Por qué si el universo de tu ser es tan grandioso, guardarlo como un secreto sólo para tu alma. Pero vos también lo haces, y tenes esa coraza tan invisible para algunos. Que es, otra vez, gracioso, pensar que muchos creen que pueden ver a través de vos cuando todavía no vieron nada. Como si no supieran que podes desplegarte como un abanico y ser lo que quieras ser, porque tenes ese increíble potencial de actuar cada papel y encarnar cada libreto, haciéndolo tuyo. El mejor secreto ni siquiera se dice que es secreto. Confesar que se tiene un secreto, hace que el secreto deje de ser secreto. Y vos no tenes ninguno. Y si estiras tu mano y tocas ese brazo que ya es una pierna, y esa pierna que nunca fue lo que aparentaba ser. Nadie puede creerte, y vos no le crees a nadie. Sólo a veces, cuando necesitas un nido donde acurrucarte un tiempo, para descansar. Porque el viento fluye y corre, vive para correr y correr le da vida. Su eterna bendición y karma. Como es arriba es abajo, y abajo hay tantas cosas que los demás no ven que tampoco van a ver arriba. Ni aunque suban hasta lo más alto, ni desciendan al séptimo círculo del infierno. La humanidad me resulta graciosa, patética y triste. Y al mismo tiempo profundamente hermosa. Qué es de nosotros sin esta contradicción, sin esta corriente y contra-corriente, que empuja y nos hace sentir su poder, su fuerza, y nos tumba mientras la creciente del río nos ahoga con su intensidad. La tierra fértil, de la lluvia de tus lágrimas, y los árboles que crecen para volver a morir de pie. Otra vez, y ese ciclo de repetición que a veces es tan injusto, tan molesto. Pero sin embargo no podes concebir tu vida sin él. La única necesidad es estar vivo, sentirte vivo. La forma en que lo logres, corre por tu cuenta. El resto es accesorio, es tu voluntad buscando un hálito de aire, de luz, de sangre y esa opresión en el pecho, para creer que tiene sentido. Buscar sin cesar. Fácil es buscar, fácil no encontrar. Y muchas veces creíste era al revés. Pero depende en qué y por qué, para qué. La relatividad y la subjetividad a veces son unas putas traicioneras y vos te arrodillas ante ellas como si fuesen tu Dios. Y vos sos el único Dios que tenes. Y yo no me oraría ¿vos sí? Si mi corriente de destrucción, me llevaría a contradecirme y buscar, nuevamente ese dolor que de alguna forma todavía tiene un dulce sabor. Sólo te queda el goce de estar triste. Porque ser feliz, por momentos, carece de matices. Y los matices le dan un agregado interesante a la pintura de tu mente. A veces creo que pasas toda tu vida buscando un sentido, una motivación para darle sentido. Y al mismo tiempo, buscas motivos para sentir que la muerte no es una mala opción, te estás preparando para lo que va a llegar. Quizás por eso las personas a veces se vuelven tan grises, como la ceniza que se voló de aquel volcán cuando con su lava creó un nuevo ser para después cubrirlo todo y no dejar rastro de esa nueva forma. Fluir como un beso, o una palabra cuando la decís con naturalidad y se despliega de tu boca hasta un oído. Dejar que todo pensamiento y emoción, brote de vos sin maquinarlo, sin darle vueltas a esa rosca y dejarlo ser como esa canción que te surge escuchar a la mañana. La primera canción del día. Quizás necesitas un placard más grande, acabas de morir, otra vez. Que buena noticia, mi sentido pésame a mí, y mi fiesta de inauguración. Bienvenida a esta paradoja que sólo se reconcilia algunas noches, mientras te ocultas en la oscuridad. Tenes mucho por aprender y creeme, mucho por cargar. Perdón y de nada.

No hay comentarios.: