and I say

wake up and be ~

sábado, 22 de agosto de 2009

Carta de un alma disgustada ~

Samanta:

Estoy segura es consciente del amor y aprecio que le tengo. Y yo soy consciente de cómo intenta co-existir, y el esfuerzo que realiza para no dejarme de lado en la cotidianidad del vivir. Aún así, lamento decir, que me acerco a usted con el fin de comunicarle mi disgusto conforme a ciertas actitudes que usted realiza.

Comprendo su posición, aunque usted dude de esto. La superficialidad de la sociedad es algo que la va consumiendo, y sus deseos más humanos y carnales la ciegan de lo realmente importante, no sólo para mí, sino para usted también.

El hecho de ser usted consciente de la inmensidad, infinidad y eternidad del mundo, universo, y nosotras mismas, me parece sencillamente admirable. Pero aún así, usted, decidida, no es capaz de deshacerse de esos impulsos meramente humanoides que la sacian unos instantes, para luego otorgarnos un vacío de dimensiones considerables.

Sabe usted que deseo, y sabe usted que desea. Ambas coincidimos en que es lo mejor para ambas, y de todos modos, actúa neciamente frente a situaciones que la estimulen emocionalmente, aunque sea en lo más mínimo.

Usted se acerca a mí y me sonríe, abraza y dice: “vamos a estar bien”. Pero a la hora de los hechos, usted se ve invadida por superficialidades, que sabe lo son, y sin embargo, no puede resistirse a ellas.

¿Por qué no es capaz de cumplir con lo que usted me promete? ¿Acaso realmente lo intenta? Sí todo está claro en su mente y en mí, ¿por qué actúa contradictoriamente a su sentir? ¿Qué es lo que la posee para traicionarnos de tal manera?

Sabemos como funcionan las cosas, decidimos apartarnos del camino, y aún así, este la llama. Y usted, casi sin dudar, asiste a su llamado. Entonces ¿qué es lo que realmente quiere?

Quisiera nos pusiéramos deacuerdo, para saber concretamente sí usted y yo buscamos lo mismo. En caso afirmativo, pues, es hora de que luchemos por conseguirlo y dejar tantas banalidades de lado. En caso negativo, temo entonces decirle, que me veré obligada a partir. Y aunque tarde o temprano vuelva, en mi regreso, la veré con otros ojos.

Sí usted no está dispuesta a sacrificarse por mí, entonces dígalo, deje en claro su punto, hábleme, cuénteme que le sucede, que la atormenta. Pero sí entre nosotras no nos entendemos, no podemos estar bien, no podemos convivir en paz, pues entonces, no podrá usted hacerlo con nadie, incluso con quienes más ama.

Estamos juntas en esto, y sí no está dispuesta a colaborar, deberemos dividir caminos. Me causa una honda pena tener que ser tan dramática, pero sinceramente, la situación no da para más. Y créame, que sí conmigo le parece difícil, sin mí le parecerá sencillamente insoportable.


Con amor,
Alma.

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