and I say

wake up and be ~

sábado, 25 de febrero de 2012

Catarsis y liberación nº1

Últimamente muchas cosas me pasaron y afectaron lo que sería este nuevo año, mi 2012. 2012 en el cual tenía, o mejor dicho, creo que aún tengo, muchas expectativas.

Para empezar, el año no termino muy arriba que digamos y tampoco empezó como yo hubiese querido. En estos casi dos meses que lleva el año, me pasaron tantas cosas que me desequilibraron. Y es, sí, es injusto. Es injusto, así lo siento. Porque yo venía tan bien y decida. No me esperaba este huracán de cosas. Me molesta, y no tengo porque ser siempre tan positiva y comprender todo lo que me pasa. Tengo derecho a molestarme y enojarme. Sí, lo tengo, y creo que lo había olvidado. Me molesta porque me había re-encontrado a mí misma y ahora siento que estoy en cero de nuevo.

Una persona muy especial para mí, falleció. No supe aprovechar el tiempo con él, no supe darle mi tiempo, cegada por todas esas cosas que quería hacer o por personas que no lo valían como él sí lo hacía. Y eso me hizo sentir mal, inútil y pelotuda. Al mismo tiempo, no podía saberlo, pero ahora lo sé. Sé que no vale mi pena ni mi tiempo darme a personas que no saben apreciarme a mí, como persona, ser y alma. Esa es una de las cosas que me hizo aprender el perderlo. Lamentablemente, no fue una lección que haya aprendido hasta que pasó, hasta que fue demasiado tarde.

Dos personas que consideraba amigos, siento que me traicionaron. De alguna forma lo hicieron. Porque yo deposité tanto en ellos y siento que me devolvieron cenizas. Y eso me hace sentir mal, no sólo por el dolor que esto me causa, sino porque está directamente relacionado con el hecho anterior.

Tuve que darme cuenta de estas cosas a las patadas. Y con todo el dolor que estas perdidas me implican, sé que no puedo simplemente hacerme la boluda otra vez. Tengo que hacerme cargo de esto. Aunque cueste y mucho.

Sé quién soy, conozco mi capacidad y sé a dónde quiero llegar. Sé que no tengo un camino fácil por delante, y eso a veces me asusta. Pero está bien, no tengo porque temer a tener estos miedos, son naturales. No voy a negarlos. Para mí sentir estos miedos es algo nuevo, diferente. No sé cómo reaccionar o cómo afrontarlos. Y eso me genera confusión, me siento abrumada.

Las relaciones humanas siempre son tan, tan complicadas. Todo aquello que escapa de uno mismo, es complicado. Porque uno no sabe cómo manejarlo, por momentos. Más cuando tu forma de ver las cosas y hacerlas, es diferente a la corriente. Yo decidí ir contra la corriente, y no tengo que olvidarlo. Porque, me guste o no, las personas que van con la corriente, no son compatibles conmigo por mucho que me gustaría.

Y cuál es la forma en que yo puedo expresarme, en la hoja. Y no necesito escribir poemas ni cuentos, necesito sacarme todo esto de adentro. Por una vez, ser tan Juana como no pude ser muchas otras veces, no callar y decirlo. Sacarme estos nudos de mierda y gritar, llorar y patalear. Porque yo también puedo y quiero, porque no siempre puedo reaccionar bien a todo, porque yo también soy humana. Y tengo que permitírmelo. Quiero permitírmelo.

Todas estas cosas a simple vista parecen absurdas. Ok, seguramente nadie ajeno a mí pueda entender su profundidad o cómo se sienten. Y bienvenidos sean aquellos que quieran juzgarme, porque no me importa. Ya pase esa etapa, no necesito su enferma aprobación, ni que nadie me apoye o diga que lo que hago está bien. Aunque me gustaría el apoyo, lo admito. Porque casi nunca lo tuve, porque lo que más encontré en mi vida fueron personas que me cuestionaron, me rebajaron, me basurearon y no apreciaron lo que hacía o era. Pero eso se terminó, ya basta. Ya lo dije, BASTA.

No voy a ser otra vez la pelotuda que se eche la culpa por cosas que no hizo. No, papá, mamá, su familia es un desastre porque ustedes la hacen ser así, no es mi forra culpa. No soy una persona atada y unida, no soy el siamés de mi hermano; él es una persona autónoma y tiene que empezar a actuar como tal, tenemos que empezar a actuar como tal. Tengo que dejarlo hacer su vida y no sentirla como propia. Por dios, me preocupa, sí, pero tiene que ser libre, sólo quiero que sea libre. No quiero que seamos más siameses, no estamos atados, ni unidos, ni fundidos. Somos un equipo, y un equipo precisa dos personas. Y eso somos, dos personas diferentes. Y tenemos que aceptarlo, aunque nos duela en alguna parte.

No voy a seguir rebajándome ante persona que no me aprecian o no me valoran para recibir migajas de su cariño. Valgo mucho más que eso, y lo sé. Y ninguna baja autoestima por cómo me traumó mi forra infancia va a hacer que siga cometiendo este error una y otra vez. No soy puta de nadie, no le pertenezco a nadie, nadie puede tratarme como a un objeto a menos que yo se lo permita. Y es tan simple como eso: NO SE LOS PERMITAS.

No te vas a victimizar ni a lamentar por todo lo que fue tu vida. Ya está hecho, el pasado está arraigado a tu piel. Dejalo ir, porque YA SE FUE. Pero vos no, vos estás acá y podes hacer algo al respecto. HACE ALGO AL RESPECTO.

A la mierda con todo esto. Aprendí a escuchar a los demás, tengo mucha empatía, los comprendo, entiendo, me pongo lo más que puedo en sus zapatos. Pero ¿Quién mierda se pone en los míos? No puedo poner a los demás siempre frente a mí. ¿Dónde estoy yo en todo esto?

No quiero ser tu psicóloga, ni tu madre, ni tu amante. Te lo dije ¿te acordas? Un montón de veces. Pero lo fui, y ahora, ahora se acabó ese juego.

Juana está naciendo. Juana, todo lo que ese nombre significa. Y ella no va a cometer los mismos errores, no va a repetirse. No voy a permitir que lo hagas. No. Porque con todo el dolor que siento dentro mío, puedo decir: no quiero esto. Tengo voz, tengo las palabras, tengo la fuerza y la voluntad. Nunca nadie pudo detenerme. Pero nadie me detenía, era yo la que se frenaba. Pero esta vez, va a ser diferente. Tranqui, 120.

Que el huracán se lleve todo, la casita y lo viejo. Que el caos de lugar a la libertad, a algo nuevo, propio y más cercano a mi ser, mi alma. Tengo dos promesas que cumplir. Y como toda mi vida me decepcionaron y toda promesa que se me hizo, no se ha cumplido; no voy a hacer lo mismo. Tengo dos promesas que cumplir, y lo voy a hacer.

Dar, hacer y crear con el alma. ¡Plop!

No hay comentarios.: