La vida me enseño que tarde o temprano, las cosas funcionan, salen. Excepto aquellas cosas que no funcionaron y tampoco lo van a hacer en el futuro.
Es difícil aceptarlo, pero cuando algo no tiene que ser, simplemente no lo va a ser nunca. Aunque a uno no le guste o le moleste.
Dejar la puerta entre-abierta, pensando que quizás algún día, maybe someday comes again, solo nos llena de esperanza y no nos permite ver el resto de las puertas que están abiertas. Siempre tenemos un ojo en la puerta entre-abierta.
Lo mejor que podemos hacer es cerrar esa puerta, alejarnos de ella y si alguna vez tiene que ser, será. Se volverá a abrir esa puerta, pero mientras tanto, es mejor tenerla cerrada y dejarla así.
Es casi gracioso que esto salga de ver un capítulo de How I met your mother. Sí, me identifico mucho con Ted, y vos, vos sos mi Robin. Aunque admito, hay dos Robin. Y una de esas Robin la vengo careteando hace muchos años. La otra Robin, sencillamente, es producto de lo que me gustaría que sea y no va a ser.
Ted necesita un cambio y yo también. Voy a ser cerrar la puerta y a seguir adelante. Creo que eso es lo mejor, para mí.
Esto duele mucho. Puta madre.
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