and I say

wake up and be ~

martes, 18 de septiembre de 2012

Luciana ~

Luciana es una típica adolescente, busca llamar la atención. Habla de sexo como si fuera una experta, le gusta calentar pibes pero no entrega. Se hace problema con tener un rollito, se queja pero no repara en él cuando se viste como una puta para salir a bailar. No le gusta que le den vueltas, ella tiene que ser la única histérica. Habla de ropa, de actrices y de chicos con sus compañeras. Con sus amigas habla de sus problemas, sus conflictos, sus inseguridades y su miedo al futuro. Le grita a su madre sin motivos, pero cuando tiene motivos calla y llora en secreto. Se siente bien si le silban o le dicen cosas en la calle. Baila cumbia y reggeton cuando está de fiesta, pero cuando está sola escucha Radiohead y se vuela la cabeza. Lee todas las noches, le encanta Sabato y Julio. No le gusta la corteza del pan. Su mejor amigo se llama Arturo, y es un pequeño gatito blanco. Fuma a escondidas de sus viejos. Le dan miedo las cucarachas. Tarda dos horas en arreglarse. Usa pijama con dibujitos. Le gusta vestirse llena de colores, como si fuese un arcoiris. Le molesta que no le den la razón. Es educada cuando está con gente que no conoce. Confunde a los chinos con los koreanos, a los koreanos con los japoneses y a los japoneses con los chinos. Usa flequillo. Habla sola. Cuando pregunta ¿Cómo estás? realmente espera una respuesta. Desayuna mate con galletitas de agua. Duerme como diez horas por día. Le gusta ir al cine a ver películas pochocleras y habla durante la función. Si ríe cuando está tomando algo, se le escapa por la nariz. No le gusta estar sola. Camina rápido y hace cruces con las baldozas. Le da vergüenza admitir que una vez le gustó una chica. Colecciona monedas extranjeras. No saluda al colectivero cuando sube al bondi. Le dan ternura las viejitas porque le recuerdan a su abuela. No le gustan las verduras. Come muchas boludeces. Se la pasa masticando chicle. Grita en la calle por cualquier gilada y se enoja por todo. No le gusta sentir que no la toman en serio. Le siguen gustando los dibujitos. Cuando camina por la calle llama la atención, mueve su cadera de lado a lado, como una diva. Es gracioso, mucha gente la mira pero nadie la ve. Pobre Luciana.

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