and I say

wake up and be ~

sábado, 30 de noviembre de 2013

Diario de un alma nº43

No somos imprescindibles, no somos un punto fijo en el tiempo, el mundo existiría con o sin nosotros; posiblemente sería distinto dependiendo de nuestra influencia en la sociedad pero lo más seguro es que una gran mayoría no haría una gran diferencia si desapareciera. Me pregunto si es eso lo que piensan las personas cuando se suicidan. Creo que nadie puede negar que alguna vez, al menos una, quisieron desaparecer. Es que la idea de la nada, el vacío, el descanso, el poder frenar y suspenderse en el tiempo es algo tentadora. Igual tiene su cuota de absurdo ya que, bueno, creo que no sabemos cómo se siente desaparecer; entonces solo idealizamos sobre eso y lo deseamos, lo deseamos porque fantaseamos con la idea pero no hacemos nada para concretarla.

Somos mentirosos y nos engañamos constantemente. No sé muy bien por qué, algunos dicen que es porque no podemos lidiar con la verdad o nos da miedo. Tampoco entiendo por qué siempre todo nos da tanto miedo, si la vida es como una especie de juego, una aventura y dejarse llevar por ella es una de las cosas más bellas e intensas que tenemos. De hecho, lo único que realmente tenemos, de donde parte todo, el resto son subtramas que se desprenden de eso. Pero de alguna forma el dolor parece malvado y está tan estigmatizado. Hay demasiadas cosas estigmatizadas, rechazadas y tratadas con tanta asquerosidad y rencor, bronca, ira, molestia, enojo.

A mí me gusta como mis emociones se mezclan dentro mío y vivo en la incertidumbre emocional, del alma, cuando no sé cómo voy a estar o reaccionar del todo, cuando se vuelve impredecible y puedo ser lo más espontánea posible. Obviamente todos tenemos patrones, y ciertas viejas mañas, nadie lo niega. A veces fantaseo con la idea de desaparecer, porque esa mezcla se vuelve demasiado homogénea en tintes grises oscuros y un gusto a insulso, desgastado y una pena profunda.

A veces todo me parece absurdo o un sin sentido. No entiendo del todo nada, entonces voy por la vida probando, equivocándome y tanteando opciones, caminos, lo que puede suceder. Algunas de esas veces, me quedo detenida frente a un callejón o un bosque infinito, no sé a dónde ir ni qué hacer, y entonces aparecen mis ganas de desaparecer. O mismo cuando siento que mis emociones superan mi ser, se hacen demasiado inconmensurables y no sé como manejarlo. Es cierto que algunas veces se siente increíble, como cuando me desborda la emoción de estar viva, pero otras es bastante tedioso. Camino y camino, sin rumbo la mayoría de las veces, viendo hasta donde puedo llegar; esa es una de las cosas que más me gustan, porque me encanta saber qué tan lejos puedo llegar, hasta donde llega mi voluntad, que tan alto puedo escalar para ver el mundo desde otra perspectiva.

Así y todo, tengo algunos objetivos, algunas ideas, anhelos. Saber hasta donde puedo llegar y hacer que mi ser sea imprescindible para el mundo. Quizás parezca algo egocéntrico, sí, pero eso es lo que siento. Yo quiero que todos mis infiernos en vida y tanta caminata valga la pena para alguien más que mi misma.

No hay comentarios.: