and I say

wake up and be ~

viernes, 10 de octubre de 2014

jueves, soledad y lluvia.

creo que todos tenemos nuestro blue bird, esa tierna voz que a veces la rutina atenúa al punto de que parece no estar ahí; cuando los problemas nos abruman y estamos cansados de ser nosotros, de estar donde estamos, hacer lo que 'tenemos qué', las normas de la sociedad, lo que esperan de nosotros, lo que esperamos de nosotros, cumplir expectativas, tareas, metas, los horarios, aquellas circunstancias que escapan de nuestro control y quisiéramos tener soluciones mágicas. pero entonces, un día salimos a caminar bajo la llovizna y la brisa húmeda nos acaricia la cara, una pequeña sonrisa se desliza, y ahí está, esa voz que nos dice que vale la pena, que más allá de toda la mugre que ocultemos bajo la alfombra y que todo parezca inmanejable, no puede ser callada. cuando entre pie y pie para subir la escalera, dar un paso, ver reír a un extraño, abrazar a un amigo, cuando alguien nos pregunta como estamos y le interesa saber la respuesta, se expande el pecho y late más fuerte el corazón cuando viajamos a toda velocidad por la vida y las luces de la calle, los autos, los ojos desconocidos, los paraguas de colores brindan una coreografía para nosotros; la voz canta, feliz. es como cuando eramos chiquitos y nada podía tocarnos, ese pequeño niño que aún vive en nosotros, que no dejamos morir y no queremos, no, sale a jugar un rato y nos recuerda que podemos dar pasos al ritmo de la música, mover la cabeza y tararear en medio de la rutina, podemos hacer cruces con las baldosas y no pisar a las hormigas, saludar al colectivero, decir gracias, regalar sonrisas, preguntar cómo estás y esperar una respuesta, extender nuestra mano y demostrarle a otro que estamos ahí, tener un pequeño detalle, bailar por la casa y dar saltos en el sillón, chapotear en un charco, reírnos fuerte por un chiste que no es gracioso, divertirnos y desnudarnos con amor, y que lo demás, who cares? si el resto es historia, entonces hagamos que sea una buena. a veces no preciso más que eso, salir un poco de la burbuja, salir por la ventana y adentrarme en la aventura de vivir sintiendo, jugando y dejándome ser, apreciando todo lo que el mundo deja a mi disposición. habitualmente son momentos que preciso vivir sola, porque gran parte de las veces estar con otros nos distrae de enfocarnos en nuestro centro, y nos evita tener que lidiar con el silencio, escuchar la voz interior durante horas y ver que sale.

salir a caminar bajo la lluvia hace muy bien; yo lo recomiendo. y estoy segura de que su vocecita interior, también.

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