and I say

wake up and be ~

miércoles, 12 de enero de 2011

Cuenta cuentos nº6: Amores Kafkianos

Estimada Frau Milena:
El día es tan corto. Transcurre y termina con usted y fuera de usted
sólo hay unas pocas nimiedades. Apenas me queda un rato para escribirle
a la verdadera Milena, porque la Milena más verdadera aún
ha estado aquí todo el día, en la habitación, en el balcón, en las nubes.
Franz Kafka

Estimado mío:

El amor que tengo hacia usted es inconmensurable, tan inmenso que siento que mi cuerpo no resistirá mucho más en contenerlo. Hace cincuenta días y diez horas que mis ojos no contemplan los suyos, en que no me hundo en el manantial de sus tristes miradas al infinito, o beso sus tiernos labios sabor a frambuesas. ¿Cuánto más habrá de torturarme su presente ausencia? Si en cada suspiro un susurro de amor escapa de mí y siento como algo dentro mío ha empezado a morir. ¿Seré yo o el amor que bajo la luna le he jurado eterno?

Aunque el motivo inicial de esta carta era hacerle llegar mis más profundos y fieles sentimientos, debo de confesarle una intimidad; es lo mínimo que puedo ofrecerle mi honestidad. Creo que he estado alucinando, no me he atrevido a decírselo a nadie, es usted el primero en saberlo. Me avergüenza confesar que lo he estado viendo a mi lado cada día desde que nos separamos. Los primeros días pensé que era una ofensa tratar con el amor y devoción que lo trato a usted a mi ilusión, lo sentía como serle infiel a nuestro compromiso. Y me gustaría decirle con orgullo que he podido evitarlo y serle fiel, pero con una honda pena debo decirle que he pecado rindiéndome a mis instintos. Pero en plena noche de soledad y frío, explíqueme cómo podría negarme a su más perfecta imagen que me abraza y acaricia con dulzura. Tendría que haberme negado, haberlo rechazado y echado, pero un beso suyo fue suficiente para entregarme a él como lo hago con usted.

Desde entonces que hemos vivido juntos todo aquello que con usted no he podido por esta cruel y tirana distancia que nos separa. Entiendo sus compromisos y responsabilidades, y que yo tengo los míos, que es complicado con tantos kilómetros que nos alejan; pero todo este amor que me nace, si no puede ser expresado ha de pudrirse dentro mío hasta morir. De este modo se mantiene vivo, con su imagen. Una imagen que se siente tan real como usted, como su calor, su cuerpo, sus palabras, el timbre de su voz, y cada pequeño detalle que lo compone. Y es incluso todo aquello que deseo de usted y no puede darme, porque obedece cada capricho que tengo.

Entre más escribo, y su imagen detrás de mí acaricia mis cabellos, me doy cuenta de que me he enamorado de él. Ya no comprendo cuál es la diferencia entre usted y él ¿Qué usted es real? Esta ilusión es tan real que hasta pienso que he enloquecido. Y si no hay diferencia, y él puede darme todo aquello que usted no, cumplir cada deseo que poseo, y puede estar a mi lado cada segundo, avivando más y más mi amor, evitando que se pudra en mis entrañas; entonces, estimado mío, no hay mucho que pensar al respecto. Lo elijo a él, incluso si eso ha de volverme loca; porque no hay locura más hermosa que la del amor.

Espero comprenda mi elección.

Con amor,
María

No hay comentarios.: