and I say

wake up and be ~

lunes, 30 de julio de 2012

El laberinto mental ~

El pixel que agoniza
tu lágrima cobarde que no quiere caer
el silencio tirano y la habilidad
escapista de no verse a los ojos
porque los ojos, los ojos dicen la verdad.
El piano de imaginación
y las musarañas que comen arañas
que siempre están hambrientas
de vos y de tus dedos sabor a miel.
El techo de ramas y nidos
¿dónde se esconde aquel
pajarillo cantor? que cada noche
me repite la misma sílaba
la misma canción de la nostalgia.
Y cuando miras tus pies
las arenas se hacen un festín con
tu piel y tus zapatos gastados
mientras las manos se caen
en pedacitos, de a poquito
¿Qué vas a hacer?
Sin manos no podes actuar
sin labios no podes gritar
sin cuerpo no vas a poder
abrazar el amor.
Crisis, pánico y las musarañas
se ríen de mí, yo las escucho
hacer eco en mi madriguera.
Cama de seda, sábanas de perdón
que alguien nos envuelva y
nos lleve lejos de este infierno.
No hay noche ni día, no se ve el cielo
tras las robustas ramas
las hojas, los nidos, las musarañas
las arañas y el rastro de miel
que dejaste al irte.
La misma canción, re-suena
de punta a punta, de pies a pestaña
y algo me dice que no existe
la casualidad ni la suerte;
vamos a forjar nuestra carta
ganadora, nuestro comodín.
Si esta no soy yo
¿entonces quién es?
¿entonces quién soy yo?
y si ese no sos vos
¿entonces quién sos?
¿entonces por qué no sos vos?
Sí, vos, vos, ya carece de sentido
ya puede ser cualquier vos
a quién lo escucha o lo lee
vos, hey, vos
y cualquier vos se da vuelta
pero no, ese vos es para vos
y nadie más que vos
yo voy a seguir cantando la canción
de los sueños, la nostalgia
y el futuro incierto de nosotros.
Respira, el aliento, la confusión
quién es quién, qué pasa acá
nadie sabe qué decir, más
nadie se calla, nadie se calla
y me abruman las nubes de palabras
llueven heridas y malas intenciones.
Cada palabra es una cadena
que ata y presiona, ya no puedo
moverme ni subir por las ramas
a quién quiero engañar
nunca podría escapar
las musarañas se comerían
mis piernas de azúcar.
El lápiz hundido en los dientes
el broche en el cabello de color
y si pudiera me pondría en puntitas
de pie, sólo para ver, si entre
esos huecos, esos rincones
en alguna esquina quedó
algo de vos o del cielo
alguna esperanza de salir
de éste trágico cuento.
Voy a pensar en azul
quizás el doctor me rescate
pero mi fe se la va a comer
el minotauro que quiere morir.
Canto la nueva canción
la canción del amor
para sentirme en paz
si voy a morir, al menos
quiero irme tranquila
desintegrarme en la arena
y no volver a escuchar
la misma triste canción
con la mirada al infinito.
Ya no queremos más
el mismo juego, ni el
mismo error prepotente.
Pajarillo, canta conmigo
esta nueva melodía y así
quizás las musarañas sientan
compasión por tus hijos
que no rompieron el cascarón.
Es sólo una ilusión de paz
sé que estoy desapareciendo
y al no haber un cambio
me quiebro la voz
y las lágrimas hacen un río.
Podría ahogarme en ellas
o salir a flote, pero no sé
si tengo fuerza en mis brazos
sin manos ni uñas.
El huracán está llegando
siento su viento en la cara
en las venas frágiles
de mis brazos.
Nada de esto es real
todo es tan mental.
No existe, no existe
no existís vos tampoco
sos otro producto de mí
un vos que nace de mí
deseo, puro deseo.
Tengo manos, tengo pies
y puedo salir, escalar
correr a donde quiera.
Si quiero tengo alas
también para irme
a comer nubes y
abrigarme de los rayos
que queman tu casita
de papel.
Entonces dejo de cantar
y cierro los ojos
los labios se pegan
elijo el silencio como
mi gobernante, por cuatro minutos.
Nada, no hay nada
hay todo, vacío, plenitud
y si me fijo bien
las avecillas vuelan
hacia el sur, el sur
de tu lago de té.
Salir de la prisión
mental, carnal, banal
y ahora tengo
todo, todo lo que
no podía tener
cuando estaba
tan ciega por vos y por mí;
por mí.
Voy a pensarlo
muchas veces
antes de volver a hablar
pero cuando pronuncie
la palabra, la pregunta
la respuesta
va a ser tan pura y
cierta, medio cierta
que voy a volver
vas a volver
y las musarañas
no se atraverán
a comerse tus dedos
ni mis piernas.

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