Ella dibuja flores y pájaros
en sus paredes de papel
del castillo de origami
donde reina como una doncella.
No importa lo que desee
todo se hace realidad
amalgama de aire y aroma
de nostalgia y el invierno seco.
Sus finos dedos se deslizan
y construyen formas y colores
su mirada es una quimera emocional
una suma indiscreta entre
lo que siente, lo que quiere sentir
y lo que intenta demostrar.
Por las noches se baña en sus lágrimas
y ahogados gritos la hacen temblar
acurrucándose entre los brazos invisibles
de cada amante platónico que ella
ha creado y amado.
Aunque hace y deshace su mundo
a su antojo, no es tan feliz
tan feliz como debería;
a pesar de todo no es feliz.
Aun con tantas razones
no siente real sus fantasías
ya perdió la inocencia de sus días.
Se creía libre porque hacía lo que quería
pero nunca hizo lo que realmente sentía;
vivir una y otra vez la misma mentira
para evadir su más íntimo deseo.
Le provoca tanto miedo
que congela sus pies
y entrelaza sus cuerdas vocales
en el intento de expresar
las desordenadas ideas que la atacan.
Debes romper las paredes y salir
volar libre y volver a sentir - le dijo
una voz dentro suyo como un susurro
que se desprendía de su estómago
como una onda de energía
que retumbaba en sus entrañas.
No puedo, temo morir - respondió
Prefiero vivir encerrada a dejar de existir.
Ya estás muerta, nunca has vivido
si sigues así, desaparecerás
sin hacer nacido.
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